viernes, 28 de junio de 2024

EL AMOR DE CRISTO CRUCIFICADO 

CONVENCE A DOS PECADORES 

  Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS

Fray Federico Allara O.F.M

Animación a la lectura PALABRA DE DIOS

5 minutos en nuestro "día a día"

(Clic en los textos para leer)


Hechos 12,1-11

2 Timoteo 4,6-8.17-18

Mateo 16,13-19

Pedro declara que Jesús es el Mesías
(Mc 8.27-30; Lc 9.18-21)
13 Cuando Jesús llegó a la región de Cesarea de Filipo preguntó a sus discípulos:
– ¿Quién dice la gente que es el Hijo del hombre?
14 Ellos contestaron:
–Unos dicen que Juan el Bautista; otros, que Elías, y otros, que Jeremías o algún profeta.
15 –Y vosotros, ¿Quién decís que soy? –les preguntó.
16 Simón Pedro le respondió:
–Tú eres el Mesías, el Hijo del Dios viviente.
17 Entonces Jesús le dijo:
–Dichoso tú, Simón, hijo de Jonás, porque ningún hombre te ha revelado esto, sino mi Padre que está en el cielo. 18 Y yo te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra voy a edificar mi iglesia; y el poder de la muerte no la vencerá. 19 Te daré las llaves del reino de los cielos: lo que ates en este mundo, también quedará atado en el cielo; y lo que desates en este mundo, también quedará desatado en el cielo"


29 JUNIO  SANTOS PEDRO Y PABLO


¡Cuántos giros le damos a la fe cuando no se acepta lo que es en su verdad!

¡Cuántos razonamientos sobre Dios cuando la sola razón no llega a nada que le dé seguridad! Con un poco de fe todos ellos sobrarían.

La libertad del ser humano puede pasar la vida sin hacer una opción trascendente; la inteligencia y la voluntad no le dan el conocimiento que sólo da la fe.

La Fiesta de Pedro y Pablo pone luz a muchos problemas de nuestra fe.

Lo primero que hemos de ver de todos y cada uno de los Santos es que son seres humanos totalmente iguales a nosotros.

¿Qué hemos de distinguir?

·       Lo que ha supuesto, para cada uno de ellos, la medida de gratuidad de Gracia. Si es Gracia, Don de Dios, no es de su propia naturaleza humana, y

·           Lo que ha supuesto, a partir de ésta o demás Gracias, en la realidad de sus vidas, para su inteligencia y su voluntad para que, cuando Dios lo tenía dispuesto, hayan hecho una libre opción como respuesta a la gratuidad de la fe.

“¿Qué dice la gente del Hijo del Hombre?”


Jesús hizo esta pregunta aun sabiendo qué pensaba cada uno de Él; por esto lo que le interesaba y le interesa es lo que cada uno creemos o no de Él.


“Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo”


¡Esto es Gracia!, es decir, algo que llega desde fuera a nuestra vida y que no es de sentido común. La razón sola no llega a este razonamiento.

¿Quién no ha escuchado en su corazón o ha pasado por su mente sentimientos o pensamientos semejantes?  

La Gracia no altera la libertad humana.

Los regalos que llegan al alma no mueven la vida que desea discernir apoyada en la razón.


“Hermanos, quiero que lo sepáis: 

La Buena Noticia que os anuncié no viene de los hombres, 

porque no la he recibido de ningún hombre ni la he aprendido de nadie. 

La he recibido por una revelación de Jesucristo. (Pablo en Gal. 1,11)


Dios en Cristo Jesús eligió, como piedra de unidad y garantía de Verdad de lo que había de ser su Cuerpo resucitado visible, la Iglesia, a un hombre, que renegó de Él, y a un perseguidor a muerte de los que le seguían en fe.

Jesús elige a enemigos para ser fundamento creíble de la Buena Noticia que supone su Vida de Amor y Revelación para la de toda la Humanidad.

Llena de Gracia debía ser María, predestinada a ser la Madre de Dios en Cristo, como ha elegido a muchos a ser Santos desde el vientre materno.

Todos hemos sigo elegidos, desde el seno de nuestras madres, por el hecho de habernos dado la vida con el fin de vivirla eternamente con Dios.

El deseo de inmortalidad lo llevamos impreso como seres semejantes a Dios


“Pero Dios me había elegido desde las entrañas de la madre 

y me había llamado por su Gracia.” 

(Pablo después de conocer el Amor gratuito)


No son nuestros méritos los que mueven a Dios a elegirnos sino su Amor.

Jesús le preguntó a Pedro sencillamente tres veces si le amaba. Lloró amargamente sus negaciones hasta que pudo decirle a Jesús.


“Tú sabes que te amo”


Pablo no sabía a Quién perseguía, y dice: “porque no tenía fe”

Después del encuentro espiritual con Jesús, llegará a poder decir:


“No soy yo, es Cristo que vive en mí”


La piedra que da seguridad y unidad a la Iglesia, y el hombre llamado a ser Apóstol de los gentiles, fueron convencidos por el Amor de Cristo Crucificado.

No hay más hermanos. La Iglesia seguirá con miembros Santos, con miembros pecadores, convertidos; con indecisos, con indiferentes y con negadores de toda Gracia.

·       Mientras Cristo sigue siendo el Crucificado Resucitado, ofreciendo libertad y seguridad y felicidad, que muchos aceptarán,

·       Mientras Dios, Buen Padre espera el retorno de sus hijos pródigos en la vida, y da el abrazo a los que, a la edad que quiere, llegan desde el tiempo a la eternidad de su Gloria.

F. Allara


TU LO SABES


TÚ LO SABES (Jn 21,15-17) (Ain Karem)

Sí Tú lo sabes

Sí, Tú lo sabes todo. Tú sabes que te quiero

Tú sabes que te quiero. Tú sabes que te amo.







 


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