miércoles, 26 de junio de 2024

¿A QUIÉN DECIMOS “SEÑOR, SEÑOR”?

PORQUE UNO SOLO ES EL SEÑOR

  Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS

Fray Federico Allara O.F.M

Animación a la lectura PALABRA DE DIOS

5 minutos en nuestro "día a día"

(Clic en los textos para leer)


2 Reyes 24,8-17

Salmos 78


Mateo 7,21-29

De la entrada en el reino de los cielos
(Lc 13.25-27)
21 “No todos los que me dicen ‘Señor, Señor’ entrarán en el reino de los cielos, sino solo los que hacen la voluntad de mi Padre celestial. 22 Aquel día muchos me dirán: ‘Señor, Señor, nosotros hablamos en tu nombre, y en tu nombre expulsamos demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros.’ 23 Pero yo les contestaré: ‘Nunca os conocí. ¡Apartaos de mí, malhechores!’
Parábola de los dos cimientos
(Mc 1.22; Lc 6.46-49)
24 “Todo el que oye mis palabras y hace caso a lo que digo es como un hombre prudente que construyó su casa sobre la roca. 25 Vino la lluvia, crecieron los ríos y soplaron los vientos contra la casa; pero no cayó, porque tenía sus cimientos sobre la roca. 26 Pero todo el que oye mis palabras y no hace caso a lo que digo, es como un tonto que construyó su casa sobre la arena. 27 Vino la lluvia, crecieron los ríos y soplaron los vientos, y la casa se derrumbó. ¡Fue un completo desastre!”
28 Cuando Jesús acabó de hablar, la gente estaba admirada de cómo les enseñaba, 29 porque lo hacía con plena autoridad y no como sus maestros de la ley"


DÍA 27 JUNIO   CICLO  -B


Igual que todos los seres humanos vivimos de fe, aunque la realidad de esta palabra en cada uno sea contraria a lo que ella objetivamente dice, también UNO es nuestro SEÑOR.

Lo comentamos estos días pasados diciendo que en el corazón humano sólo cabe un señor.

Si Dios, en el Antiguo Testamento, nos habla para revelarnos que Él es el único Dios verdadero, se entiende que Jesús nos diga hoy:


"No todos los que dicen "Señor Señor" entrarán en el Reino de los Cielos"


Jesús era ante su Pueblo Dios y Hombre verdadero, con Él el Reino de los Cielos había descendido a nuestra tierra.

La primera cuestión que planteaba a sabios y entendidos, a pobres y marginados, y hoy tal vez mejor que ayer a nosotros, es si creemos las dos partes de su Presencia Divino-Humana.

Esta es la única posibilidad de entrar por el camino del Reino de los Cielos en el aquí de nuestra historia.

Después de respondernos qué creemos de Jesús sabremos si es o no nuestro Señor para escuchar la segunda parte de la frase:


“Entran en el Reino los que cumplen la voluntad de mi Padre del cielo”


Quien no acepta a Jesús como Dios y Hombre verdadero no tiene acceso al Padre, porque el único camino, como puerta estrecha, para conocerlo es Jesús.

En Él se acerca el Padre del cielo hasta nosotros; porque quién ve al Hijo, ve y conoce al Padre, no por ser la misma Persona, sino el mismo Dios en Naturaleza divina.

Conocemos la voluntad del Padre creyendo a Jesús y, siguiéndole, lo eterno deseado lo poseemos en Él, en quien cumplimos la voluntad del Padre. Vemos cómo desde la fe todo es sencillo y uno.

Es Dios quien desciende y llama a la puerta de nuestro hogar.

Abrirle y dejar que se siente en nuestra mesa es vernos inmersos en su Cuerpo, formando la Comunidad eclesial católica, por la que la Mesa del hogar es la que nos reúne y une en la fe y en la vida sacramental y litúrgica.

Entendemos que no se trata sólo de decir: “Señor, Señor” y que es nuestra disposición, de aceptar o no a Jesús, la que permite entrar aquí y ahora en el reino de los cielos.

Por eso:

“Todo aquel que escucha estas palabras mías 

y las pone por obra se parece al hombre sensato 

que edificó su casa sobre roca. 

Cayó la lluvia, vino la riada, soplaron los vientos 

y arremetieron contra la casa; pero no se hundió, 

porque estaba cimentada sobre roca.


¡Qué hundimiento tan grande la casa de quien no la construye sobre roca!

En tiempos de sincretismo, de confusión en materia religiosa, y a su vez de mucha y sincera búsqueda de la Verdad, deseemos acertar en la edificación.


"Jesús enseñaba con autoridad, no como los letrados"

F. Allara


SANTORAL DEL DÍA


S. CIRILO DE ALEJANDRÍA, 

OBISPO Y DOCTOR DE LA IGLESIA




TÚ MI RAIZ




El autor nos comparte el sentido de su libro: 


"En este libro os ofrezco unos temas que nos pueden ser necesarios, 

para discernir, desde la oración y la meditación, 

lo que supone para el ser humano ser verdad; 

un ofrecimientoa modo de mutuo acompañamiento

para quienes queremos entender y procurar vivir,

 acogiendo toda ayuda, l

o que significa ser verdad en nuestra realización personal 

para nuestro bien, el bien del prójimo y el bien común de la Humanidad"


(Clic en la imagen para conocer su edición)







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