JESÚS PROSIGUE SU ORACIÓN
AL PADRE POR LA UNIDAD
Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS
Animación a la lectura PALABRA DE DIOS
5 minutos en nuestro "día a día"
(Clic en los textos para leer)
Hechos 22,30; 23,6-11
Juan 17, 20-26
20 “No te ruego solamente por estos, sino también por los que han de creer en mí al oir el mensaje de ellos. 21 Te pido que todos ellos estén unidos; que como tú, Padre, estás en mí y yo en ti, también ellos estén en nosotros, para que el mundo crea que tú me enviaste. 22 Les he dado la misma gloria que tú me diste, para que sean una sola cosa como tú y yo somos una sola cosa: 23 yo en ellos y tú en mí, para que lleguen a ser perfectamente uno y así el mundo sepa que tú me enviaste y que los amas como me amas a mí. 24 Padre, tú me los confiaste, y quiero que estén conmigoo donde yo voy a estar, para que vean mi gloria, la gloria que me has dado; porque me has amado desde antes de la creación del mundo. 25 Padre justo, los que son del mundo no te conocen; pero yo te conozco, y estos también saben que tú me enviaste. 26 Les he dado a conocer quién eres, y seguiré haciéndolo, para que el amor que me tienes esté en ellos, y yo mismo esté en ellos.”
DÍA 16 MAYO CICLO -B
Jesús
vuelve a dirigirse al Padre.
Mirar
al cielo es signo de ver a Dios:
“Padre Santo, no ruego sólo por ellos (por los
Apóstoles),
sino también por los que creerán en Mí gracias a su
palabra.
Dios
es maravilloso,
nos sorprende en cada palabra, en cada gesto.
En
esta simple frase oracional vemos de
nuevo la humildad de Jesús, porque siendo todo Gracia, ora por los que creerán gracias a nuestra palabra.
Que
Dios nos ayude a permanecer en estado de humildad, porque ninguno de nosotros,
sacerdotes, padres, catequistas…,
somos capaces de transmitir la fe.
Todo
es gracias a su Palabra, por el
Espíritu.
“Que todos sean uno. Que estén con nosotros,
Padre, como Tú estás en Mí y Yo en Ti”
Otras
dos frases para una larga
oración-meditación-contemplación.
¡Cuán
necesaria es la unidad para nuestra propia realización humana, para una medida
de paz y bien de las familias, y para el bien social humano!
La
falta unidad nos convierte a todos en
pura apariencia y mentira.
En
la segunda parte Jesús pide en su
oración que estemos todos en Ellos.
Estar en Dios es ser en Dios.
¿Qué
Dios se rebaja a pedir que la criatura
esté con Él, cuando somos nosotros los que humildemente arrodillados deberíamos pedir misericordia y
conocimiento de su Bondad?
Otra
vez la humildad divina contra la vanidad
y el orgullo inhumano que interroga a Dios y lo trata con menos
dignidad que a un semejante.
“Así el mundo creerá que Tú me has enviado”
¿Buscamos
causas de la in-creencia e indiferencia como algo habitual?
Las
causas principales son:
·
La
falta de unidad,
·
La
lejanía de ser en Dios, y
·
Contemplar
la
Iglesia y al prójimo como situados fuera siendo parte de ella.
Dudo
que esta in-creencia sea real en lo más íntimo del ser humano.
Mejor
escucho el corazón buscando las
causas de su manifiesto estado, que no siempre revela el interior más humano.
“Que Yo esté en ellos y Tú en Mí, que sean
plenamente uno”
Otro
rasgo de Jesús
impropio de los dioses:
Como
mendigo le pide al Padre poder estar con
nosotros.
¿Quién
se lo impide?
Tiene
amor y poder para permanecer en el centro de nuestra alma.
Somos
tú y yo quienes nos permitimos cerrarle la puerta y dejarlo en el
silencio, además de acusarlo a veces de desentenderse de nuestra tribulación.
“Tú me los has dado; quiero que estén conmigo allí
donde estoy”
“Les he dado a conocer tu Nombre y les daré a conocer
aún más”
Es el
Amor de Dios
que desea sentarse en la mesa de nuestro
hogar.
F. Allara
SANTORAL DEL DÍA
S. ALEJANDRO, OBISPO DE JERUSALÉN Y MÁRTIR
En Oración para acoger
El Espíritu Santo en PENTECOSTÉS
"Cuando venga el Paráclito,
que os enviaré desde el Padre, el Espíritu de la verdad,
que procede del Padre, él dará testimonio de mí;
y también vosotros daréis testimonio,
porque desde el principio estáis conmigo"
(Meditación extraída del libro)
EL ESPÍRITU SANTO
Es dulce huésped del ama
El alma tiene huésped.
El alma está habitada. Nuestra vida lo posee todo.
Si Dios está de nuestra parte,
¿a qué y a quien se puede temer?
Dios no sólo está de nuestra parte,
sino que tiene por estancia nuestra alma.
El alma ha sido creada
para poder estar el Dios que no ha lugar.
El alma es el refugio de Aquél que
"no tenía dónde reclinar la cabeza"
Es el espíritu de nuestra propia alma
el que puede llegar al encuentro de quien en ella habita.
El alma es la estancia donde habita el dulce huésped,
el Espíritu Santo.
Es el Espíritu el que pone la luz al espíritu humano,
causando esta admiración del alma,
que cree y ama el Amor trinitario que,
en su omnipotencia,
ha sido capaz de hacerse Hombre
y que el Espíritu sea nuestro huésped.
F. Allara
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