miércoles, 15 de mayo de 2024

 JESÚS PROSIGUE SU ORACIÓN 

AL PADRE POR LA UNIDAD

 Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS

Fray Federico Allara O.F.M


Animación a la lectura PALABRA DE DIOS

5 minutos en nuestro "día a día"


(Clic en los textos para leer)


Hechos 22,30; 23,6-11

Juan 17, 20-26

20 “No te ruego solamente por estos, sino también por los que han de creer en mí al oir el mensaje de ellos. 21 Te pido que todos ellos estén unidos; que como tú, Padre, estás en mí y yo en ti, también ellos estén en nosotros, para que el mundo crea que tú me enviaste. 22 Les he dado la misma gloria que tú me diste, para que sean una sola cosa como tú y yo somos una sola cosa: 23 yo en ellos y tú en mí, para que lleguen a ser perfectamente uno y así el mundo sepa que tú me enviaste y que los amas como me amas a mí. 24 Padre, tú me los confiaste, y quiero que estén conmigoo donde yo voy a estar, para que vean mi gloria, la gloria que me has dado; porque me has amado desde antes de la creación del mundo. 25 Padre justo, los que son del mundo no te conocen; pero yo te conozco, y estos también saben que tú me enviaste. 26 Les he dado a conocer quién eres, y seguiré haciéndolo, para que el amor que me tienes esté en ellos, y yo mismo esté en ellos.”


DÍA 16 MAYO  CICLO   -B


Jesús vuelve a dirigirse al Padre.

Mirar al cielo es signo de ver a Dios:

 

“Padre Santo, no ruego sólo por ellos (por los Apóstoles),

sino también por los que creerán en Mí gracias a su palabra.

 

Dios es maravilloso, nos sorprende en cada palabra, en cada gesto.

En esta simple frase oracional vemos de nuevo la humildad de Jesús, porque siendo todo Gracia, ora por los que creerán gracias a nuestra palabra.

Que Dios nos ayude a permanecer en estado de humildad, porque ninguno de nosotros, sacerdotes, padres, catequistas, somos capaces de transmitir la fe.

Todo es gracias a su Palabra, por el Espíritu.

 

“Que todos sean uno. Que estén con nosotros,

Padre, como Tú estás en Mí y Yo en Ti”

 

Otras dos frases para una larga oración-meditación-contemplación.

¡Cuán necesaria es la unidad para nuestra propia realización humana, para una medida de paz y bien de las familias, y para el bien social humano!

La falta unidad nos convierte a todos en pura apariencia y mentira.

En la segunda parte Jesús pide en su oración que estemos todos en Ellos.

Estar en Dios es ser en Dios.

¿Qué Dios se rebaja a pedir que la criatura esté con Él, cuando somos nosotros los que humildemente arrodillados deberíamos pedir misericordia y conocimiento de su Bondad?

Otra vez la humildad divina contra la vanidad y el orgullo inhumano que interroga a Dios y lo trata con menos dignidad que a un semejante.

 

“Así el mundo creerá que Tú me has enviado”

 

¿Buscamos causas de la in-creencia e indiferencia como algo habitual?

Las causas principales son:

·         La falta de unidad,

·         La lejanía de ser en Dios, y

·         Contemplar la Iglesia y al prójimo como situados fuera siendo parte de ella.

Dudo que esta in-creencia sea real en lo más íntimo del ser humano.

Mejor escucho el corazón buscando las causas de su manifiesto estado, que no siempre revela el interior más humano.

 

“Que Yo esté en ellos y Tú en Mí, que sean plenamente uno

 

Otro rasgo de Jesús impropio de los dioses:

Como mendigo le pide al Padre poder estar con nosotros.

¿Quién se lo impide?

Tiene amor y poder para permanecer en el centro de nuestra alma.

Somos tú y yo quienes nos permitimos cerrarle la puerta y dejarlo en el silencio, además de acusarlo a veces de desentenderse de nuestra tribulación.

 

“Tú me los has dado; quiero que estén conmigo allí donde estoy”

“Les he dado a conocer tu Nombre y les daré a conocer aún más”

 

Es el Amor de Dios que desea sentarse en la mesa de nuestro hogar.

F. Allara


SANTORAL DEL DÍA

S. ALEJANDRO, OBISPO DE JERUSALÉN Y MÁRTIR




SECUENCIA DE PENTECOSTES
VEN ESPÍRITU SANTO



En Oración para acoger 

El Espíritu Santo en PENTECOSTÉS


"Cuando venga el Paráclito, 

que os enviaré desde el Padre, el Espíritu de la verdad, 

que procede del Padre, él dará testimonio de mí; 

y también vosotros daréis testimonio, 

porque desde el principio estáis conmigo" 


(Clic en la imagen)



 (Meditación extraída del libro)


EL ESPÍRITU SANTO 

Es dulce huésped del ama


El alma tiene huésped. 

El alma está habitada. Nuestra vida lo posee todo. 


Si Dios está de nuestra parte, 

¿a qué y a quien se puede temer?

Dios no sólo está de nuestra parte, 

sino que tiene por estancia nuestra alma. 


El alma ha sido creada 

para poder estar el Dios que no ha lugar. 


El alma es el refugio de Aquél que 

"no tenía dónde reclinar la cabeza"


Es el espíritu de nuestra propia alma 

el que puede llegar al encuentro de quien en ella habita. 


El alma es la estancia donde habita el dulce huésped, 

el Espíritu  Santo.


Es el Espíritu el que pone la luz al espíritu humano, 

causando esta admiración del alma, 

que cree y ama el Amor trinitario que, 

en su omnipotencia, 

ha sido capaz de hacerse Hombre 

y que el Espíritu  sea nuestro huésped. 


F. Allara

 






No hay comentarios: