JESÚS BENDECÍA A LOS NIÑOS
Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS
Animación a la lectura PALABRA DE DIOS
5 minutos en nuestro "día a día"
(Clic en los textos para leer)
Santiago 5,13-20
Salmos 140
Marcos 10, 13-16 |
DÍA 25 MAYO CICLO -B
Un
niño es el ser humano más necesitado. Todo lo debe recibir del
prójimo.
El
niño, como todo ser humano
a cualquier edad,
además de pan, tiene hambre y sed de amor.
Dios
nos ha creado a su imagen y semejanza.
Cualquier gesto de amor es notado y apreciado por el ser humano,
porque la sed de esta agua es natural,
y hemos de captar las fuentes que nos llegan a la vida y saber beber.
“Yo los atraía hacia
Mí con lazos de afecto y de Amor. (Oseas
11,4)
Quien
ha sido cuidado y amado puede más fácilmente acceder a la experiencia de Dios.
La
carencia de amor de muchos seres humanos, puede ser causa de la lejanía de
Dios, más que la verdad explicitada de su
negación.
Dios
se hizo Hombre para revelar al ser
humano, “de todas las naciones”, que Él es la Fuente de la Verdad y del
Amor que todos necesitamos.
El
texto del Evangelio de hoy es un signo de esta verdad desde el gesto de acoger a los niños.
En
aquel entonces, el niño y la mujer no tenían ningún valor social.
La
mujer casada dependía de su marido y, si enviudaba, ella y sus hijos quedaban en la miseria.
La
gente pobre y necesitada, que experimentaba de Jesús sus palabras
y gestos de amor, le buscaban y acudía a Él.
Se
puede pensar que la necesidad crea la ilusión de Dios, y mejor es saber entre
nosotros quién es el más pobre en esta vida y de quién bebe.
Quien
piensa que lo tiene todo y vive sin deseo de conocer algo de
Dios, aunque sea por cultura, es en cierta manera una forma de pobreza humana.
“La gente llevaba a Jesús unos niños para que les impusiera
sus manos”
Es
un cielo ver la belleza de los ojos del niño que recibe un gesto de amor.
¡Cuántos
niños mueren con sus ojos bellos desde la
pobreza y la miseria de no recibir una gota de amor ni de pan!
No
debían ir vestidos estos niños como los
de la primera comunión; por esto tal vez impedían sus discípulos que
llegaran a Jesús.
Pero
Él les dijo:
“Dejad venir a los niños, no se lo impidáis,
pues de los que son como ellos es el Reino de Dios"
No
excluir a los niños.
Aprendamos
de su inocencia, necesidad, pobreza e incapacidad de pagar el bien recibido. Estas son las disposiciones y la imagen del verdadero discípulo de Jesús.
· Llegar a ser como niños desde la madurez humana es la espiritualidad más difícil por ser muy elevada ante Dios.
Llegan
“los niños” que sólo confían
en la bendición de las manos de Jesús, como Sta. Teresita del Niño Jesús.
“Quien no reciba el Reino de Dios como un niño no entrará
en él”
Antes
de pensar en el cielo, meditemos las
palabras de Jesús.
Porque
el cielo está en medio de nosotros. Lo difícil es verlo y entrar ahora y aquí.
La pequeñez de un niño cabe en el cielo de este
mundo y esta vida.
F.
Allara
SANTORAL DE DÍA
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