jueves, 4 de abril de 2024

 LA PESCA MILAGROSA

Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS

Fray Federico Allara O.F.M


Animación a la lectura PALABRA DE DIOS

5 minutos en nuestro "día a día"


Juan 21,1-14

Jesús se aparece a siete de sus discípulos
Después de esto, Jesús se apareció otra vez a sus discípulos, a orillas del lago de Tiberiades. Sucedió de esta manera: Estaban juntos Simón Pedro, Tomás, al que llamaban el Gemelo, Natanael, que era de Caná de Galilea, los hijos de Zebedeo y otros dos discípulos de Jesús. Simón Pedro les dijo:
–Me voy a pescar.
Ellos contestaron:
–Nosotros también vamos contigo.
Fueron, pues, y subieron a una barca; pero aquella noche no pescaron nada. Cuando comenzaba a amanecer, Jesús se apareció en la orilla, pero los discípulos no sabían que fuera él. Jesús les preguntó:
–Muchachos, ¿no habéis pescado nada?
–Nada –le contestaron.
Jesús les dijo:
–Echad la red a la derecha de la barca y pescaréis.
Así lo hicieron, y luego no podían sacar la red por los muchos peces que habían cogido. Entonces aquel discípulo a quien Jesús quería mucho le dijo a Pedro:
–¡Es el Señor!
Apenas oyó Simón Pedro que era el Señor, se vistió, porque estaba sin ropa, y se lanzó al agua. Los otros discípulos llegaron a la playa con la barca, arrastrando la red llena de peces, pues estaban a cien metros escasos de la orilla. Al bajar a tierra encontraron un fuego encendido, con un pez encima, y pan. 10 Jesús les dijo:
–Traed algunos peces de los que acabáis de sacar.
11 Simón Pedro subió a la barca y arrastró hasta la playa la red llena de grandes peces, ciento cincuenta y tres. Y aunque eran tantos, la red no se rompió. 12 Jesús les dijo:
–Venid a comer.
Ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle quién era, porque sabían que era el Señor. 13 Jesús se acercó, tomó en sus manos el pan y se lo dio; y lo mismo hizo con el pescado.
14 Esta fue la tercera vez que Jesús se apareció a sus discípulos después de haber resucitado.

DÍA 5 ABRIL  CICLO   -B

Una nueva aparición de Jesús, esta vez en el lago Tiberíades, donde llamó a los cuatro primeros discípulos.

No nombra a todos los Apóstoles, sino a siete. Parece que no importa el nombre, sino el signo del siete, indicador de totalidad, más bien apostólica.

Los pescadores han regresado a Galilea después de la experiencia de tres años de ir con Jesús.

La experiencia ha sido grande, ¡nos la podemos imaginar!, tres años con Jesús, como para no olvidarla jamás, aunque era de noche para ellos, porque Jesús estaba sepultado después de haber sido crucificado.

La noche, con no pescar nada, tiene el sentido de vivir sin Jesús.

Sin Él el trabajo, la misma vida, no cunde.

Jesús llega al lago, pero ellos no lo reconocen; como les pasa a todos.

“¿No tenéis algo para comer?”


La respuesta es bien clara demostrando la experiencia de la noche: ¡No!

“Tirad las redes a la derecha de la barca, y pescaréis”


La derecha de Dios tiene el significado de disponer de su favor -sin ningún sentido político-.

Lo hicieron desde una fe que trascendía la noche, porque obedecieron a uno que no conocían.

Vivían de una fe en su interior desde la tristeza del vacío del alma. Les faltaba la Luz de la fe, cuyo fruto es la alegría.

No podían sacar la red de tantos peces que habían recogido.

Es entonces cuando Juan, el discípulo amado dice:

“Es el Señor”


Es curioso que no sea Pedro sino Juan el primero en saber que era Jesús.

Siempre es el amor el que ve a Dios.

Seguidamente es Pedro el primero en echarse al agua para acercarse a Jesús.

Cada gesto tiene su trascendencia.

Los demás discípulos “se acercan arrastrando la barca llena de peces”

Vemos a Jesús una vez más humano y compasivo.

Los discípulos han estado bregando toda la noche sin pescar, Él les ha preparado el fuego y el pan y les dice:

“Traed peces de los que acabáis de pescar”


Vuelve a ser Pedro quien sube a la barca y acerca la red a la tierra.

“Venid a comer”


Ninguno se atrevía a preguntar quién era; sabían que era Jesús.

También es importante la frase, no preguntaban

Ayer decía que los comentarios y las discusiones mentales, o la misma indiferencia, no son buenos amigos para el discernimiento de la fe.


“Jesús tomó pan y luego peces y se los daba. ¡Jesús resucitado!”


F. Allara


SANTO DEL DÍA


S. VICENTE FERRER, SACERDOTE DOMINICO




TOMA TU RUMBO
Es tu rumbo el Amor del Señor..
Es tu rumbo la fe en el Señor, su amistad...
Toma tu barco y anda a pescar, lleva contigo solo humildad...









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