DE EXISTIR A VIVIR,
DE VIVIR A TENER VIDA
Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS
Animación a la lectura PALABRA DE DIOS
5 minutos en nuestro "día a día"
(Clic en los textos para leer)
Hechos 8, 1-8
Juan 6,35-40
DIA 17 ABRIL CICLO -B
Todos
los seres existimos fundamentados en un ser indestructible,
pero sólo el ser humano sabe que existe.
Tener
conciencia de la propia existencia es
haberse interrogado,
con el fin de hallar una respuesta coherente e íntegra, al porqué de su existencia y su sentido.
La
mente y el corazón conocen la huella del deseo de una
inmortalidad.
El
ser humano
es el ser más perfecto y el más necesitado.
Buscar
el porqué de la propia existencia es diferenciarse de las
demás criaturas desde lo que es la vida
humana.
Por
eso el título va de existir a vivir.
Al tomar conciencia de la vida todos nos percatamos de haberla recibido.
Nadie se da la vida así mismo.
No es suficiente decir que procedemos de los padres porque,
por más que nos eduquen, no son la razón
de ser de nuestra vida ni la
respuesta al deseo de inmortalidad.
Este
razonar a mí me lleva a la experiencia
de haber pasado de la existencia a la vida y, hallo en la fe la respuesta a tener vida, es decir, acepto la gratuidad de mi existencia llamada a ser vivida desde el don de la vida como don gratuito.
Doy
gracias por creer las palabras de Jesús:
“Yo Soy el pan que da la vida” me
recuerda el Yo Soy, dicho a Moisés.
Más
fuertes son las palabras siguientes:
“Vosotros, después de haberme visto, no me creéis”
Haberle
visto
es haber experimentado su vida, su paso por el mundo haciendo el bien.
Al
acusarlo aceptan sus obras buenas y
ninguna mala, siendo asi su vida inocente, condenada
y crucificada.
Más
tarde comprobada pragmáticamente, viendo, tocando y comiendo con el crucificado, como verdaderamente resucitado.
Jesús
lo consiente para poder ser testigos.
Nuestra
vida, la vemos desde la fe, que
fue pronunciada, creada por la Palabra, que es el Hijo que se nos
ha dado, para recuperarla desde una inmortalidad singular, que es haber resucitado con Cristo, ya que el hecho de resucitar corresponde sólo al
Hijo.
Nadie ha resucitado ni nadie resucitará “Hasta que Cristo nos resucite en el último día”
La Resurrección de Jesucristo es un hecho real e histórico comprobado por muchos, y a su vez un hecho meta-histórico que pasa por nuestra libre aceptación del don de la fe, ofrecida a nuestra mente y a nuestro corazón.
Es iniciativa
divina, pero siempre respetando la
libertad humana que decide sobre la credibilidad del Hecho Jesucristo.
“Al que se acerque a Mí no lo rechazaré…
La voluntad del Padre es que no pierda a ninguno
de los que me ha entregado, sino que lo resucite el último día
"La voluntad del Padre es que todos los que vean al Hijo
y crean en Él tengan vida eterna”
Al
Hijo lo vieron y lo vemos por la fe.
F. Allara
SANTO DEL DÍA
S. SIMEÓN, OBISPO DE SELEUCIA Y MÁRTIR
Un libro que nos ayuda a vivir
siendo verdad hoy en nuestro mundo
teniendo como referencia la PALABRA DE DIOS.
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