LA OBEDIENCIA DEL HIJO AL PADRE
EN COMUNIÓN DE VIDA
Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS
Animación a la lectura PALABRA DE DIOS
5 minutos en nuestro "día a día"
Filipenses 2, 6-11
DOMINGO DE RAMOS CICLO -B
Jesucristo, a quien conocemos
por la fe, era de condición divina.
Una
es la Persona, el Hijo, de Naturaleza divina, encarnado en las entrañas
de María por obra del Espíritu Santo, de quien nació Jesús, asumida la Naturaleza humana, siendo Cristo,
el Mesías esperado.
Cristo es hipostáticamente uno, inseparable Dios y Hombre verdadero.
- El Hijo “de condición divina, no quiso guardar celosamente la igualdad con Dios”
- El Hijo, conocedor del Pensamiento del Padre, siendo igual en su Naturaleza divina, se ofreció para ser la Palabra que el Padre deseaba se encarnase para nacer revestido de Humanidad, como Hombre.
La
obediencia del Hijo al Padre no revela desigualdad ni
oficio sacerdotal, sino la comunión de
vida y amor como Realidad del Ser divino, con el Espíritu Santo.
Este
es el conocimiento que tenemos por fe
desde donde somos capaces de ver la diferencia en las relaciones del Padre y
del Hijo, de quienes procede el Espíritu, Dios igual sin distinción.
El Espíritu Santo nos conduce a la Verdad y nos permite discernir la función de cada Persona en la unidad de Ser divino.
- El Hijo “se despojó de su rango y tomó la condición de esclavo”
Ser cristiano es conocer la Verdad de Dios para deducir que no hay moral ni ética cristiana que no surja del Ser divino trinitario.
- El Hijo anonadado en las entrañas de María nos muestra su humildad y su humillación, pasando a ser esclavo, es decir, imagen como la criatura creada por Él, que es la Palabra, “haciéndose uno de tantos”
De
este modo Dios se presenta como
simple hombre.
La
humildad divina y su humillación, que deberían ser el fundamento de la creencia humana desde la razón agradecida al don de la
revelación, se convierte en la más grande dificultad para su Pueblo elegido
y para todos los que llegamos a la existencia.
Y nos planteamos la verdad de Dios desde la razón, que no alcanza a comprender la omnipotencia divina, capaz de hacer lo que hizo; muy superior a la liberación del Pueblo de la esclavitud de Egipto.
- El Hijo “se abajó, obedeciendo hasta la muerte y muerte de Cruz”
Es
lo que podemos conocer, creer y llegar a amar libremente desde la Humanidad de
Jesús,
a quien creemos por Gracia que es
Dios y Hombre verdadero, de quien aprendemos a vivir por el testimonio de su Vida pobre, por su
amor comprometido, cumplidor hasta la última tilde de la Ley.
Toda rodilla se doble al título de
Jesús y toda lengua proclame que Jesucristo es Señor, para Gloria de Dios Padre.
F. Allara
SANTO DEL DÍA
SANTA CATALINA DE SUECIA, VIRGEN, HIJA DE SANTA BRÍGIDA
CALZADA DE PASIÓN
Y Tú perdonándome, amándome, mirándome...
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