sábado, 23 de marzo de 2024

EL MAL OFUSCA LA RAZÓN 

Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS

Fray Federico Allara O.F.M


Animación a la lectura PALABRA DE DIOS

5 minutos en nuestro "día a día"


Juan 11,45-56

Conspiración para arrestar y matar a Jesús
(Mt 26.1-5; Mc 14.1-2; Lc 22.1-2)
45 Al ver lo que Jesús había hecho, creyeron en él muchos de los judíos que habían ido a acompañar a María. 46 Pero algunos fueron a contar a los fariseos lo hecho por Jesús. 47 Entonces los fariseos y los jefes de los sacerdotes, reunidos con la Junta Suprema, dijeron:
–¿Qué haremos? Este hombre está haciendo muchas señales milagrosas. 48 Si le dejamos seguir así, todos van a creer en él, y las autoridades romanas vendrán y destruirán nuestro templo y nuestra nación.
49 Pero uno de ellos llamado Caifás, sumo sacerdote aquel año, les dijo:
–Vosotros no sabéis nada. 50 No os dais cuenta de que es mejor para vosotros que muera un solo hombre por el pueblo y no que toda la nación sea destruida.
51 Pero Caifás no habló así por su propia cuenta, sino que, como era sumo sacerdote aquel año, dijo proféticamente que Jesús había de morir por la nación judía, 52 y no solo por esta nación, sino también para reunir a todos los hijos de Dios que se hallaban dispersos. 53 Desde aquel día, las autoridades judías tomaron la decisión de matar a Jesús.
54 Por eso, Jesús ya no andaba públicamente entre los judíos, sino que se marchó de la región de Judea a un lugar cercano al desierto, a un pueblo llamado Efraín. Allí se quedó con sus discípulos.
55 Faltaba poco para la fiesta de la Pascuas de los judíos, y mucha gente de los pueblos se dirigía a Jerusalén, a celebrar antes de la Pascua los ritos de purificación. 56 Andaban buscando a Jesús, y se preguntaban unos a otros en el templo:
–¿Qué os parece? ¿Vendrá a la fiesta, o no?

DÍA 23 MARZO  CICLO   -B 


La fe es un don gratuito que podemos aceptar, pero la luz de la Verdad, que ilumina el espíritu humano, puede quedar sin efecto cuando la vida no es conforme a la verdad que Dios nos comunica, y si se opone al amor que Dios nos pide.

Esto es esencial en la vida de la fe de un creyente.

Los grandes sacerdotes y los fariseos tenían fe en el Dios de Abraham, pero sus vidas no habían aprendido a amar; con la grave contradicción de defender a Dios sin tener consideración del prójimo al que podían separar o condenar.

Aceptaban, incluso, los demasiados milagros de Jesús, pero se preguntaban qué podían hacer, contra Jesús, por temor a que el Pueblo creyera en Él y los romanos llegaran a destruir los lugares santos.

·  Es el temor humano de perder el poder cuando no se entiende éste como don para servir al Pueblo.

· Es el temor humano de seguir siempre a Jesús cuando se depende del “yo”, escondido bajo el manto de un bien y de una fe que, desdicen de Jesús.

Es la sutil contradicción de poner por delante de Jesús nuestra fe y nuestro bien.

Caifás sentencia, y Dios realiza su plan, que revela al espíritu de algunos lo que creen que es propio, siendo lo previsto por Dios y ejecutado hasta con sus enemigos.

Lo vimos en Pedro diciendo a Jesús que era el Hijo de Dios y Mesías, y lo vemos en Caifás:

“No entendéis nada. 

Es mejor que muera un solo hombre por todos

antes que desaparezca todo el Pueblo”

El Hijo de Dios vino al mundo para dar sentido a la vida, para salvarnos y ofrecernos una vida inmortal.

Cuando vivimos cómodamente, cuando no nos preguntamos de dónde procedemos, ni tampoco el porqué de la libertad, soñando, además, en un futuro sin ser dueños del presente, pueden resultar extrañas las palabras liberar la libertad, salvar, e incluso la inmortalidad y, la necesidad de tener que creer en Jesús de Nazaret y sus consecuencias.  


“No había llegado su Hora y 

se fue a una región cercana al desierto,

al Pueblo de Efraím, donde estaba con sus discípulos


Descendamos de una fe subjetiva que no valora que Dios haya venido a visitarnos.

La fe subjetiva no es mala, pero no tiene la capacidad del asombro, ni de admirarse de que Dios, el único Dios que puede existir, con su omnipotencia divina, se haya dignado ser hombre entre nosotros.

Tal vez lo más difícil de entender para la misma razón es que, su grandeza no es poseer el don de la inteligencia para poder pensar, sino el don de ser más que ella cuando es capaz de asombrarse contemplando a Dios desde la fe.

El mismo Descartes que dijo: Pienso, luego existo”, dijo que el hombre sin Dios es un absurdo, por existir sin razón de ser.

¡Feliz don de la fe!                  

 F. Allara


SANTO DEL DÍA

S. TORIBIO DE MOGROVEJO, OBISPO DE LIMA


(Clic en la imagen)



AL SAGRADO CORAZÓN 







No hay comentarios: