CREYENTES EN JESÚS, MIEMBROS
DE LA IGLESIA, NOVEDAD PARA EL MUNDO
Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS
Animación a la lectura PALABRA DE DIOS
5 minutos de nuestro "día a día"
Éxodo 20,1-17
III DOMINGO DE CUARESMA CICLO -B
“Yo
soy el Señor, tu Dios… No
tengas otro dios fuera de Mí”
Examinémonos
en qué Dios creemos, porque nadie vive sin Dios; muchos
son los dioses que idolatramos, aunque sólo uno sea el verdadero.
Los
creyentes en Dios, Uno y Trino no adoramos ninguna imagen;
los creyentes en dioses sí las adoran, inconscientes de su adoración y
tal vez de la misma creencia en que están creyendo en su dios.
1 Corintios 1,22-25 |
22 Los judíos quieren ver señales milagrosas y los griegos buscan sabiduría; 23 pero nosotros anunciamos a un Mesías crucificado. Esto resulta ofensivo a los judíos, y a los no judíos les parece una tontería; 24 pero para los que Dios ha llamado, sean judíos o griegos, ese Mesías es el poder y la sabiduría de Dios. 25 Pues lo que en Dios puede parecer una tontería es mucho más sabio que toda sabiduría humana; y lo que en Dios puede parecer debilidad es más fuerte que toda fuerza humana"
Dios nos ha creado libres. ”Cuando se cumplió el tiempo, Dios envió a su Hijo nacido de una mujer”. Ha liberado nuestra libertad condicionada.
Nos ha revelado con la Vida del Hijo que el amor no es cuestión puramente subjetiva y personal, sino que amar es hacer bien a amigos y a enemigos, perdonando a todos hasta setenta veces siete.
La máxima revelación es la presencia del Hijo revestido de Humanidad, encarnado en María Virgen y crucificado, dando la vida por la liberación y salvación de toda la Humanidad. Es el Dios de la FE.
La Cruz es la referencia de la omnipotencia del Amor Trinitario.
“En el absurdo de la obra de Dios hay una sabiduría superior a la de los hombres y, en la debilidad de la obra de Dios hay un poder superior al de los hombres”, para que lo vean, lo crean y lo amen los hombres de buena voluntad llamados a la fe.
La Ley, los Profetas y el Templo, han
sido las referencias de la fe de las
tres religiones monoteístas.
La
Ley
como cauce del Pueblo hasta recibir el
Mesías.
Los
Profetas
para predecir cómo sería la vida y el
final del Mesías.
El
Templo
como lugar de oración, de ofrecimiento de sacrificios a Dios y lugar de Presencia divina del Dios
de Abraham, Isaac y Jacob, que los había liberado de Egipto.
Jesús es el Cristo,
el Hijo encarnado en las entrañas de María por el Espíritu Santo, al que
conocemos en su Humanidad.
* La
fe nace propiamente con Cristo, por ser la Presencia real de Dios liberador entre
nosotros, estableciendo su Reino en medio del mundo.
* La
fe nace
porque es Cristo el que está puesto como bandera discutida-
* La
fe
nace porque, dentro del misterio de Dios, es Él quien abre este misterio dando
a conocer la identidad de Dios único como Comunidad de Amor de las
tres Personas divinas.
* La
fe nace
porque su Presencia cambia, de ser Dios
el Misterio a serlo el hombre.
* La fe responde al interrogante del
hombre ante Dios y ante sí mismo.
Así
es como somos capaces de conocer a Dios, y no lo somos del todo para
conocernos a nosotros; por más que el orgullo del hombre moderno, lo
considere que se conoce él y no a Dios.
Creer
es Don, que deja que el hombre libre decida ante el mismo Don aceptando
el Misterio abierto de Dios, o quedándose con su fe o con su dios, en el
misterio cerrado de su propia vida religiosa.
La
propia incapacidad a la que puede someterse el ser humano hace que no escuche
a Jesús y no esté dispuesto a creerle, cuando repite continuamente que Dios
es su Padre.
El
Templo era imagen suya y no pudo consentir verlo convertirlo
en mercado.
La
destrucción de su Cuerpo crucificado-resucitado es eternamente, y en el
tiempo, el verdadero Templo.
* Podemos razonar la fe a partir de
aceptar lo que Dios
ha dicho y ha hecho desde el Antiguo Testamento y, sobre todo, desde el Evangelio que es Cristo vivo.
No
digamos que razonamos la fe si no aceptamos el Evangelio de Cristo, es
decir, lo dicho y hecho por Dios, sobre todo “en la plenitud de los tiempos, en Jesús de Nazaret”, que
conoce nuestro corazón y se confía a los que se fían de Él y lo
aman.
Desde
la fe todo gira en la verdad o la subjetividad del amor,
haciendo que la vida del espíritu sea vivida de muy diferente manera.
* Podemos razonar y dialogar desde lo dicho y hecho por Dios, porque
Dios es más que lo conocido revelado,
precisamente porque, sin quebrar su Verdad, ésta es conocida mejor por quien más lo ama.
La
falta de entendimiento en el diálogo no está en la dificultad e
incapacidad de la razón, sino en hablar desde
la razón sin la aceptación y sin el amor con que son contemplados
los dichos y hechos de Dios en Cristo Jesús.
La
falta de fe en Cristo Jesús hace que no se sepa qué
es la Iglesia, y no sólo esto, sino que se confunda en su esencia y que no necesite
de Ella.
La
vida del creyente empieza antes en la Iglesia que en su propia aceptación de
Dios,
porque es de Ella de quien recibe ser
miembro de Cristo resucitado.
Sintiéndonos
creyentes en Jesús
no somos sólo miembros de la Humanidad, sino humanos con la Humanidad, desde ser miembros de la Iglesia, para
poder decir algo nuevo al mundo.
F. Allara
S. CUNEGUNDA, ESPOSA DE S. ENRIQUE II, EMPERADOR
SEÑOR DE LA SABIDURÍA
Tú formaste al ser humano...
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