SABER PERDONAR ES EL BROCHE DEL AMOR
Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS
5 minutos de nuestro "día a día"
Isaías 55,10-11 |
DIA 20 FEBRERO CICLO -B
Cada gota de agua es un regalo de Dios, por ser necesaria para la vida.
¿Por qué decimos
“llueve” sin pensar en cada gota?
Cuando necesitamos
del agua valoramos cada gota. (Epulón pidió una gota a Abraham).
Quien se acostumbra a lo mucho no suele dar
importancia a lo poco.
La vida vivida en amor se suele llenar de la verdad de muy pequeños detalles; como la suma de los pasos
de cada día que nos permiten llegar lejos. Cuando llegamos al final nos
olvidamos del primer paso.
Es bueno no olvidar lo que hemos recibido de amor,
aunque haya quedado lejos, porque el
amor es un presente que lleva la huella de lo eterno.
Es bueno vivir en
presente el amor que ha recibido nuestra vida, como gotas de agua que hacen germinar el bien y el
agradecimiento.
Valoremos la PALABRA DE DIOS como gotas de agua, con valor de oro, que nos llega
de los cielos abiertos, y que no
vuelve vacía a ellos sin hacer germinar
los corazones y las mentes que se dejan empapar de cada palabra que sale de la boca del
Hijo.
"Cristo ha hecho lo que Yo quería y ha cumplido la misión que Yo le había encomendado, su Vida no ha sido infecunda"
Mateo 6,7-15
En el Evangelio es
Jesús quien nos dice:
“Que vuestra oración no sea hablar y hablar
como la de
los paganos”
¿Quién es un pagano
desde ser creyente y orante?
El que no deja
hablar a Dios, el que nunca lo escucha, el que hace de la oración una
palabrería, sin pensar que Dios
conoce nuestro corazón.
“Antes que pidáis nada,
vuestro Padre ya sabe perfectamente
todo lo que necesitáis”
Nosotros no sabemos bien lo que realmente
necesita nuestra vida para ser vivida en verdad y en bien a nivel personal
y en sentido universal.
Es fácil
relacionarse con Dios, como lo es decir creo y pasar de Él.
Jesús, a
petición de sus discípulos, les enseñó
el Padre nuestro.
No es una
oración de niños, y más hoy que la
gran mayoría de ellos no llegan a aprenderlo; y muchos adultos no lo rezan
incluso en la celebración dominical, y tal vez nunca, siendo la oración de
Jesús dirigida al Padre.
El Padre nuestro es escuela de oración. Desde él han llegado hombres y mujeres de toda edad
y condición a ser grandes místicos.
¿Quién puede decir “Padre” a Dios sin aceptar que el Hijo nos lo ha enseñado? (Quien
no tiene ni vive a Cristo, no tiene a Dios como “Padre”).
¿Quién puede decir “Padre nuestro” y vivir sin sentirse hermanado con toda la Humanidad?
(Así es de difícil continuar y rezar todo el Padre nuestro).
“Si perdonáis a los demás sus culpas,
también vuestro Padre os perdonará”
F. Allara
S. LEÓN DE CATANIA, OBISPO
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