miércoles, 21 de febrero de 2024

DIOS NO DESCONCIERTA, EL SER HUMANO SÍ

Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS

Fray Federico Allara O.F.M 


Animación a la lectura PALABRA DE DIOS

5 minutos de nuestro "día a día"



Jonás 3,1-10

Arrepentimiento de los ninivitas

El Señor se dirigió por segunda vez a Jonás y le dijo: “Anda, vete a la gran ciudad de Nínive y anuncia lo que te voy a decir.”
3-4 Jonás se puso en marcha y fue a Nínive, como el Señor se lo había ordenado. Nínive era una ciudad tan grande que para recorrerla por entero había que caminar tres días. Jonás entró en la ciudad y anduvo todo un día, diciendo a grandes voces: “¡Dentro de cuarenta días, Nínive será destruida!”
Los habitantes de la ciudad, grandes y pequeños, creyeron en Dios, proclamaron ayuno y se pusieron ropas ásperas en señal de dolor. Cuando la noticia llegó al rey de Nínive, también él se levantó de su trono, se quitó sus vestiduras reales, se puso ropas ásperas y se sentó en el suelo. Luego el rey y sus ministros dieron a conocer por toda la ciudad este decreto: “Que nadie tome ningún alimento. Que tampoco se dé de comer ni de beber al ganado y a los rebaños. Al contrario, vestíos todos con ropas ásperas en señal de dolor, y clamad a Dios con todas vuestras fuerzas. Deje cada cual su mala conducta y la violencia que ha estado cometiendo hasta ahora; tal vez Dios cambie de parecer y se calme su ira, y así no moriremos.”
10 Dios vio lo que hacía la gente de Nínive y cómo dejaba su mala conducta, y decidió no hacerles el daño que les había anunciado"

DÍA 21 FEBRERO  CICLO   -B


No siempre conocemos a las personas que nos presenta la Palabra de Dios, más bien nos quedamos con lo que nos dice algún texto sobre ellos.

El libro de Jonás es muy corto. Nos ilumina pensar que los profetas eran santos, cuando la santidad es cosa de Dios. Él es quien santifica cuando somos capaces de abrir nuestra mente y nuestro corazón a la verdad de su único Amor.


“No quiero la muerte del pecador, sino que se convierta y viva


En Jonás vemos la pobreza del ser humano. Huye de Dios; pero cuando Dios elige a alguien para lo que quiere de él, le sigue y persigue hasta que diga o haga lo que tiene previsto.

Los planes de Dios no dependen de la arbitrariedad del ser humano.

Jonás sólo dice una frase, que repite al cruzar Nínive. No es un profeta que hable mucho en nombre de Dios.

Jonás es un verdadero creyente del Dios “único y verdadero”.

Vemos bueno en él que reconoce su mal huyendo de Dios -causante indirecto de la tormenta-que es signo de que, el mal de uno repercute en los demás que son inocentes.

No entiende la Misericordia divina al ver cómo su predicación ha sido escuchada por los ciudadanos de Nínive y se han convertido, siendo perdonados por Dios.

Se enfada por un ricino que se secó en una noche.


¿Te parece bien enojarte por un ricino?, le dice Dios.

Me parece bien enojarme hasta morir.

Tú te apiadas del ricino Yo, ¿no he de apiadarme de Nínive?


Jonás nos revela cómo nosotros nos enojamos por nada, cuando Dios nos ama y no deja de amarnos buscando nuestra paz, nuestra libertad y nuestro bien temporal y eterno.



Lucas 11, 29-32

Algunos piden una señal milagrosa
(Mt 12.38-42; Mc 8.12)
29 La multitud seguía juntándose alrededor de Jesús, y él comenzó a decirles:
–La gente de este tiempo es malvada. Pide una señal milagrosa, pero no se le dará otra señal que la de Jonás. 30 Porque así como Jonás fue señal para la gente de Nínive,  así también el Hijo del hombre será señal para la gente de este tiempo. 31 En el día del juicio, cuando se juzgue a la gente de este tiempo, la reina del Sur se levantará y la condenará; porque ella vino de lo más lejano de la tierra para escuchar la sabiduría de Salomón, y lo que hay aquí es más que Salomón. 32 También los habitantes de Nínive se levantarán en el día del juicio, cuando se juzgue a la gente de este tiempo, y la condenarán; porque los de Nínive se convirtieron a Dios cuando oyeron el mensaje de Jonás, y lo que hay aquí es más que Jonás.


El Evangelio hoy nos repite lo que escuchamos hace poco, que esta generación no tendrá ningún signo.

Creyentes y no creyentes, estos de forma indirecta, estamos tentando a Dios. ¿Cómo?

Unos juzgándolo culpable ante la realidad negativa que nosotros creamos, y los creyentes con envíos inocentes que desvían la fe hacia la espera de actuaciones divinas, cuando Dios nos lo ha dado y dicho todo en su Hijo.

Maduremos en fe y queramos ser agradecidos por la vida, por la gratuidad de habernos liberado la libertad y santificada nuestra pobreza humana.


Sea nuestra oración hoy:

“Dios, Único y Verdadero”. Tu Misericordia es eterna.

Haz que dejemos de tentarte esperando migajas, y valoremos que nos podemos sentar cada día a la Mesa de tu Hogar, para recibirte realmente en lo que, creído y amado, es suficiente para vivir y morir en paz.                      

 F. Allara


SANTO DEL DÍA

S. PIER DAMIANI, OBISPO DE OSTIA Y CARDENAL, DOCTOR DE LA IGLESIA, CAMALDOLENSE


TU MISERICORDIA SEÑOR ME CAMBIA EL CORAZÓN

Me miras con amor, escuchas mi oración GRACIAS...






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