DIOS NO DESCONCIERTA, EL SER HUMANO SÍ
Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS
5 minutos de nuestro "día a día"
Jonás 3,1-10
Arrepentimiento de los ninivitas
1 El Señor se dirigió por segunda vez a Jonás y le dijo: 2 “Anda, vete a la gran ciudad de Nínive y anuncia lo que te voy a decir.”DÍA 21 FEBRERO CICLO -B
No
siempre conocemos a las personas que nos presenta la Palabra de Dios, más bien
nos quedamos con lo que nos dice algún texto sobre ellos.
El
libro de Jonás
es muy corto. Nos ilumina pensar que los
profetas eran santos, cuando la santidad es cosa de Dios. Él es quien santifica cuando somos capaces de abrir nuestra mente
y nuestro corazón a la verdad de su único Amor.
“No
quiero la muerte del pecador, sino que se convierta y viva”
En
Jonás vemos la pobreza del ser humano. Huye de Dios; pero cuando Dios elige a alguien para lo
que quiere de él, le sigue y persigue hasta que diga o haga lo que tiene
previsto.
Los
planes de Dios no dependen de la
arbitrariedad del ser humano.
Jonás
sólo dice una frase, que repite al cruzar Nínive. No es un profeta que hable
mucho en nombre de Dios.
Jonás
es un verdadero
creyente del Dios “único y verdadero”.
Vemos
bueno en él que reconoce su mal huyendo de Dios -causante indirecto de
la tormenta-que es signo de
que, el mal de uno repercute en los demás que son inocentes.
No
entiende la Misericordia divina al
ver cómo su predicación ha sido escuchada por los ciudadanos de Nínive y se
han convertido, siendo perdonados por Dios.
Se enfada
por un ricino
que se secó en una noche.
¿Te
parece bien enojarte por un ricino?, le dice Dios.
Me
parece bien enojarme hasta morir.
Tú
te apiadas del ricino… Yo,
¿no he de apiadarme de Nínive?
Jonás nos revela cómo nosotros nos enojamos por nada, cuando Dios nos ama y no deja de amarnos buscando nuestra paz, nuestra libertad y nuestro bien temporal y eterno.
Lucas 11, 29-32Algunos piden una señal milagrosa 29 La multitud seguía juntándose alrededor de Jesús, y él comenzó a decirles: –La gente de este tiempo es malvada. Pide una señal milagrosa, pero no se le dará otra señal que la de Jonás. 30 Porque así como Jonás fue señal para la gente de Nínive, así también el Hijo del hombre será señal para la gente de este tiempo. 31 En el día del juicio, cuando se juzgue a la gente de este tiempo, la reina del Sur se levantará y la condenará; porque ella vino de lo más lejano de la tierra para escuchar la sabiduría de Salomón, y lo que hay aquí es más que Salomón. 32 También los habitantes de Nínive se levantarán en el día del juicio, cuando se juzgue a la gente de este tiempo, y la condenarán; porque los de Nínive se convirtieron a Dios cuando oyeron el mensaje de Jonás, y lo que hay aquí es más que Jonás. |
El
Evangelio hoy
nos repite lo que escuchamos hace poco, que esta generación no tendrá ningún
signo.
Creyentes
y no creyentes, estos de forma indirecta, estamos tentando a Dios. ¿Cómo?
Unos
juzgándolo culpable ante la realidad negativa que nosotros creamos, y los creyentes
con envíos inocentes que desvían la fe hacia la espera
de actuaciones divinas, cuando Dios nos lo ha dado y dicho todo en su
Hijo.
Maduremos
en fe y queramos ser agradecidos por la vida, por la gratuidad de
habernos liberado la libertad y santificada nuestra pobreza humana.
Sea
nuestra oración hoy:
“Dios,
Único y Verdadero”. Tu Misericordia es eterna.
Haz
que dejemos de tentarte esperando migajas, y valoremos que nos podemos sentar cada día a la Mesa
de tu Hogar, para recibirte
realmente en lo que, creído y
amado, es suficiente para vivir y morir en paz.
F. Allara
S. PIER DAMIANI, OBISPO DE OSTIA Y CARDENAL, DOCTOR DE LA IGLESIA, CAMALDOLENSE
TU MISERICORDIA SEÑOR ME CAMBIA EL CORAZÓN
Me miras con amor, escuchas mi oración GRACIAS...
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