miércoles, 7 de febrero de 2024

 NADA DE FUERA NOS DEBERÍA CONTAMINAR

Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS

Fray Federico Allara O.F.M.

Animación a la lectura PALABRA DE DIOS

5 minutos de nuestro "día a día"




14 Luego Jesús llamó a la gente y dijo:
–Escuchadme todos y entended: 15 Nada de lo que entra de fuera puede hacer impuro al hombre. Lo que sale del corazón del hombre es lo que le hace impuro. [ 16 j
17 Cuando Jesús dejó a la gente y entró en casa, sus discípulos le preguntaron sobre esta enseñanza. 18 Él les dijo:
–¿Así que vosotros tampoco lo entendéis? ¿No comprendéis que ninguna cosa que entra de fuera puede hacer impuro al hombre? 19 Porque no entra en el corazón, sino en el vientre, y después sale del cuerpo.
Con esto quiso decir que todos los alimentos son puros,20 y añadió:

–Lo que sale del hombre, eso sí le hace impuro. 21 Porque de dentro, del corazón del hombre, salen los malos pensamientos, la inmoralidad sexual, los robos, los asesinatos, 22 los adulterios, la codicia, las maldades, el engaño, los vicios, la envidia, los chismes, el orgullo y la falta de juicio. 23 Todas estas cosas malas salen de dentro y hacen impuro al hombre"

DÍA 7 FEBRERO  CICLO   B

Escuchadme todos y entended bien lo que os digo:

Nada que entra dentro del hombre desde fuera 

le puede contaminar


Jesús pide la atención de todos ante esta frase que tiene mucha trascendencia para nuestra vida.

Jesús no se refiere sólo a los alimentos que en aquel tiempo, y desde la Ley, los había que estaban prohibidos. 


“Así declaraba que, delante de Dios, 

todos los alimentos son puros”


La primera advertencia que hemos de tomar en consideración es que, además de la injusticia de siglos por las muertes de hambre, hoy mucha parte de la Humanidad, lejana y cercana, no tiene lo necesario para vivir.

De nada sirve saber que, religiosamente todos los alimentos son puros si no tomamos conciencia de lo que debemos a cada una de las familias, que no llegan a tener lo que necesitan con derecho por justicia. De limosna no se vive.

De dentro del hombre, de su corazón, salen los malos pensamientos que conducen a cometer todos los males que enumera Jesús, diciendo que:


Todo esto malo es lo que sale de dentro 

y lo que contamina al hombre


Es de suma trascendencia la frase de Jesús porque, además de no enumerar todos los males que vivimos, - ¡cuántos de ellos justificados por la ley o por mala conciencia, por no enseñar a vivir en virtudes y en justa moral, sobre todo por los que tienen la responsabilidad de educar! - nos advierte de no justificar nuestras conductas acusando al mundo de todo el mal.

Mundo es una palabra genérica. La realidad del mundo la creamos la suma de los seres humanos con nuestra conducta.

Es una contradicción ser los causantes del mal y justificar que la culpa es por algo externo a nosotros, hasta llegar a convencernos de que no somos culpables de nada de lo que hacemos.

Nada de fuera nos debería contaminar, sin embargo, cuando no hay vida interior hablamos de lo que es exterior a nuestra vida, siendo contaminados y determinados por el mundo, que en sí mismo es inocente.

Somos tan viejos como Adán, que culpó a Eva de su propio mal y Eva al diablo

Todo, menos reconocer la propia culpa.

Tal vez nunca se ha creído el ser humano tan libre como en nuestro tiempo; tanto que, le impide tener conciencia del mal que nos cubre y del bien que, por no hacer ruido, abunda más de lo que conocemos y dónde menos lo pensamos.

¿La culpa?

Siempre del otro.

Se ha perdido el significado del corazón del ser humano y no hay conciencia del bien ni del mal. Una neutralidad sin lógica e irreal, porque sabemos bien lo que hacemos.

Pensamos que somos libres para actuar ante Dios y ante el prójimo como queremos, sin percatarnos que, con esta actitud, creamos nuestro mundo culpabilizándolo del mal que nosotros no reconocemos y justificamos.                         

 F. Allara


SANTO DEL DÍA 

SAN RICARDO Y SAN PIO PAPA


COMO BARRO ENTRE TUS MANOS  que se deja modelar






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