jueves, 8 de febrero de 2024

ACEPTAR LA FE MUEVE EL CORAZÓN DE DIOS 

Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS

Fray Federico Allara O.F.M.



Animación a la lectura PALABRA DE DIOS

5 minutos de nuestro "día a día"



1 Reyes 11,4-13

Cuando Salomón ya era anciano, sus mujeres hicieron que su corazón se desviara hacia otros dioses, pues no se había entregado por completo al Señor su Dios, como lo había hecho David, su padre. Salomón rindió culto a Astarté, diosa de los sidonios, y a Milcom, ídolo repugnante de los amonitas. Así pues, los hechos de Salomón fueron malos a los ojos del Señor, pues no siguió fielmente al Señor, como lo había hecho David, su padre.Por aquel tiempo construyó Salomón, en el monte que está al oriente de Jerusalén, un santuario a Quemós, ídolo repugnante de Moab, y a Moloc, ídolo repugnante de los amonitas.Lo mismo hizo para todas sus mujeres extranjeras, las cuales ofrecían incienso y sacrificios a sus dioses. El Señor, Dios de Israel, se enojó con Salomón, porque su corazón se había apartado de él, que se le había aparecido dos veces 10 y que le había ordenado no rendir culto a otros dioses. Sin embargo, él no hizo caso de lo que el Señor le había ordenado. 11 Por esto, el Señor dijo a Salomón: “Ya que te has comportado así y no has cumplido el pacto y las leyes que te ordené, yo te quitaré el reino y se lo daré a uno de tus servidores. 12 Sin embargo, por consideración a David, tu padre, no lo haré mientras vivas; pero se lo quitaré a tu hijo. 13 Aunque no le quitaré todo el reino: le dejaré una tribu por consideración a tu padre y a Jerusalén, la ciudad que he escogido”

DÍA 8 FEBRERO   CICLO  B

Ayer nos decía el texto del Antiguo Testamento que la reina de Sabá quedó asombrada de la sabiduría de Salomón. No daba crédito de tanta sabiduría.

La inteligencia es un don recibido gratuitamente, pero es arma de doble filo, como lo son todos los talentos que Dios nos regala.

De igual modo que podemos pensar, referido al universo, que es nuestro y nos corresponde administrarlo como dueños absolutos, prescindiendo de su origen trascendente, podemos usar los bienes como nuestros y para nuestro arbitrio, sin interrogarnos de dónde proceden.

No nos fiemos de nuestro poder y de nuestra inteligencia porque, sin el corazón creyente de David, Salomón su hijo, con tanta sabiduría, terminó lejos del favor de Dios creando templos a los ídolos.

Nuestro pecado es sustituir lo eterno por lo que fenece.

Es mejor discernir por qué y para qué se nos ha regalado ser humanos, con dones espirituales que nos diferencian esencialmente de todas las demás criaturas.

Somos seres racionales, pero con la sola razón no se va muy lejos.

Dios es la razón de ser de nuestra vida y de su futuro.

Es ley de vida perder facultades sin perder la alegría de ser lo que somos, y llegar a ser lo que debemos usando bien nuestros talentos, pues lo que da coherencia a nuestra vida es el sentido trascendente, saber de Quién procedemos y que hacia Él va encaminada nuestra vida.


Marcos 7, 24-30

La fe de una mujer extranjera
(Mt 15.21-28)
24 De allí pasó Jesús a la región de Tiro. Entró en una casa sin querer que se supiera, pero no pudo ocultarlo. 25 Pronto supo de él la madre de una muchacha que tenía un espíritu impuro; y fue y se arrodilló a los pies de Jesús. 26 Era una mujer extranjera, de nacionalidad sirofenicia. Fue, pues, y rogó a Jesús que expulsara de su hija al demonio; 27 pero Jesús le dijo:
–Deja que los hijos coman primero, porque no está bien quitar el pan a los hijos y dárselo a los perros.
28 –Sí, Señor –respondió ella–, pero hasta los perros comen debajo de la mesa las migajas que dejan caer los hijos.
29 Jesús le dijo:
–Bien has hablado. Puedes irte: el demonio ya ha salido de tu hija.
30 Cuando la mujer llegó a su casa encontró a la niña en la cama; el demonio ya había salido de ella"

En el texto del Evangelio vemos a una mujer no judía rogarle a Jesús por su hija, sin desfallecer, a pesar del trato aparentemente duro de Jesús.

Jesús, para que vieran la fe que Él veía en esta mujer, y también por ser fiel a lo que había venido, a salvar a los descarriados de su Pueblo, prueba, ante todos, la fortaleza de la fe de esta mujer tratándola como no  merecedora del bien que pedía.


Deja que se sacien primero los hijos.

No estaría bien tomar el pan de los hijos 

para darlo a los cachorros”


A lo que ella contestó:


Es verdad, Señor, pero también los cachorros, 

debajo de la mesa,

comen las migajas que los hijos dejan caer


¡Cuánta teología hay aquí!

Los hijos son los sentados en la Mesa. La bondad es dar pan a quien lo necesita, y dejar caer las migajas para que coman los cachorros. 

El rico Epulón no se enteraba que hubiera un ser humano a sus pies.

La humildad del pobre con fe es que no se rebela sabiendo que también es hijo; se conforma con las migajas de los que se creen señores en su mesa.

Ante el testimonio que da la mujer sirofenicia, Jesús le dice: “Tienes razón”.

Dios no nos da migajas, se da a quien le cree y lo ama.

Aceptar el don de la fe es pasar de las migajas a sentarse a la Mesa.

¿Dónde estás tú?                                                                                                            

F. Allara


SANTOS DEL DÍA:

SAN JERÓNIMO EMILIANI

SANTA JOSEFINA BAKHITA

(clic aquí)


LA MUJER CANANEA 

Tú judío, yo pagana. Tu pastor de Israel y yo madre desolada






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