DECIR: “TENGO FE”,
NO ES CUALQUIER COSA
Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS
5 minutos de nuestro "día a día"
Marcos 7,31-37
DÍA 9 FEBRERO CICLO B
Jesús pasa
la vida en territorio pagano.
Le llevan un sordomudo y
le piden que le imponga las manos.
¿Qué puede significar para
nosotros este sordomudo?
Una persona sin fe no debería hablar de
Dios.
Es una persona muda; nada puede decir de lo que no sabe. Más mudo está
el que no cree.
Los creyentes nos
hemos de preguntar qué creemos.
Ser cristiano y no aceptar a Cristo,
desde la encarnación en las entrañas de María hasta la ascensión
a la Gloria, habiendo resucitado de
los muertos, no se puede
decir cristiano.
Una persona cristiana, que
se mantiene alejada de la unidad de la Iglesia católica, por no aceptar a
Pedro en el Papa, vive al margen de la
Iglesia aunque practique los sacramentos. Las palabras que pronuncia desde
su fe “no dicen nada, como si fuera mudo”.
Estas situaciones, significadas
por estar mudo, son consecuencia de estar voluntariamente
sordo.
Esta vez Jesús no cura directamente como solía hacer de forma habitual. Es todo un ceremonial de acciones.
·
“Se lo lleva a un lugar aparte”.
Nos
enseña que hay situaciones en la vida
que no son comunes, aunque nosotros las tengamos por normales, las
cuales deben tratarse a solas y
despacio.
· “Le metió los dedos en los oídos y con la saliva le tocó la lengua. Y mirando al cielo suspiró y le dijo: “Effeta”
(que quiere decir ábrete)”
Jesús hace milagros al estar ungido por
el Espíritu;
es decir, actúa como hombre creyente,
aunque sea Dios y Hombre verdadero.
Nada
se hace desde la fe sin el Padre.
Al instante se le abrieron los oídos y hablaba
perfectamente.
Esto
es lo anormal. No es lógico que un sordomudo hable correctamente al instante
de haberle abierto el oído.
Quienes presentaron al sordomudo revelaron,
manifestaron, tener fe en Jesús.
Jesús lo sanó. Siempre
le vemos actuar “en bien”, desde la fe de las personas que le llevan a
los enfermos o de la misma persona que le pide y suplica su
intervención.
La
persona creyente es libre para ir a Jesús, y Jesús actúa desde el respeto a la libertad de quien le pide
ayuda y confía en Él.
Examinemos nuestro cristianismo
personal;
y más hoy con tanto pluralismo ideológico y religioso, para discernir dónde estamos en relación con la Iglesia católica.
Por
decir: “Señor, Señor”, desde
nuestra condición, no podemos asegurar nuestro
buen oído para escuchar, que es la condición
para poder hablar desde la fe en comunión eclesial.
Jesús hacía milagros según
la fe de quien se lo pedía.
¿Qué esperamos hoy de Dios?
F. Allara
SANTA APOLONIA, VIRGEN Y MARTIR
SOLO BASTA DIOS.
DIOS torrente de vida, Salvador....
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