JESÚS DEBE SER CREÍDO COMO
DIOS Y HOMBRE VERDADERO
Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS
Animación a la lectura PALABRA DE DIOS
5 minutos de nuestro "día a día"
Mateo 5,43-48
DÍA 24 FEBRERO CICLO B
Dios no necesita nada de lo que ha creado, y quiere abrazar al hombre eternamente en su Gloria, viéndolo libre, feliz, viviendo en paz en la tierra.
Dios
no nos habla magisterialmente del amor.
En
la plenitud de los tiempos, Dios se
hizo Hombre para vivir como uno de tantos y mostrarnos, con su Vida, que se puede vivir en medio del mundo
amándonos como Él nos amó.
Creer
en Dios es creer en el amor como la razón de ser para vivir y morir amando.
Este
es el Dios Amor que hemos conocido en Jesús de Nazaret.
Si
para muchos es reconocido como el mejor Hombre -muy buenos hombres ha habido en
la Historia-, es por ser Dios y Hombre verdadero.
Creer
en Jesús de Nazaret no es identificarlo como modelo de la mejor
ideología.
A
Jesús se le cree como el Hijo de Dios; de otra forma no tiene
sentido. Creerle sólo como hombre es
negar la razón de su ser y de su misión en el mundo.
A
Jesús lo ha conocido la Historia por haber sido libremente determinado desde la divinidad trinitaria;
por lo que su presencia en el mundo fue
física y real; otra cosa es que, su Pueblo, quienes lo conocieron y los que
lo conocemos, aceptemos su realidad
divina o no.
Creerle como Dios y Hombre verdadero sin conocer ni creer que, con su resurrección, es real la Comunidad eclesial católica, que perpetúa en el tiempo su Presencia, es de una gran falta de coherencia lógica. La fe entonces se convierte en un sentimiento religioso que no necesita lo que Dios nos sigue dando sacramentalmente a través de la Iglesia.
“Yo os digo: amad a vuestros enemigos,
rezad
por aquellos que os persiguen”
Lo
dijo y lo vivió desde la cruz
justificando a los enemigos, y no sólo rezó, sino que dio la vida por todos.
La
Palabra de Dios hace lo que dice y dice lo que vive.
Si amáis sólo a los que os aman…
¿no hacen lo mismo los publicanos?
Si sólo saludáis a los hermanos, ¿qué hacéis de
extraordinario?
Jesús
caminó libremente hacia Jerusalén para ser crucificado por vivir en medio de su
Pueblo,
no contradiciendo a los Profetas ni a la Ley, sino cumpliendo lo que de Él se había predicho y superando la Ley con Amor.
Por
esto decía ayer que el amor debe ser
creído para ser vivido como lo vivió Jesús.
Este
modo de ser y de vivir exige
no
sólo celebrarlo en los templos y a
puerta cerrada, sino que la exigencia comienza cuando se nos dice:
“Id en paz”.
El
amor no se vive de puertas adentro y solo con los nuestros, sino en plena
calle, sabiendo que seremos comprendidos o negados.
La
recompensa es la del mismo amor, amando desde la fe en Jesús.
Quien
ama,
aunque no lo conozca, cumple
sus mandamientos.
Lo
grave es creer y no amar, creer y hacer capillas donde no entra el
enemigo.
F.
Allara
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