DIOS SIEMPRE DA LA MANO A QUIEN LA NECESITA
Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS
1 La vida del hombre aquí en la tierra es la de un soldado que cumple su servicio, 2 la de un esclavo que suspira por la sombra, la de un peón que espera con ansia su salario. 3 Me ha tocado vivir meses enteros de desengaño, noche tras noche de sufrimiento. 4 Me acuesto, y la noche se me hace interminable; me canso de dar vueltas hasta el alba, y pienso: “¿Cuándo me levantaré?” |
6 Mis días se acercan a su fin, sin esperanza, con la rapidez de una lanzadera de telar. 7 Recuerda, oh Dios, que mi vida es como un suspiro y que nunca más tendré felicidad" |
Aun
el hombre más libre, como dice Job, está
sometido a la esclavitud.
Vivir
resulta largo cuando no hay felicidad, aun así, la vida es un suspiro. Como cuando entra en escena una
representación, que pasa por delante de nosotros y desaparece.
No
es un mirar pesimista el de Job, sino una
mirada real que nos despierta a ser
conscientes de que cada segundo
tiene un valor eterno que no vuelve.
¡Cómo pasa la vida, cómo llega la noche!
¡Cómo se pierde el
tiempo siendo vida!
Mirada
pesimista es hacer de la propia vida un
olvido, como si por sí misma tuviera sentido.
Tomar
por la mano la realidad no
es pesimismo, sino el valor
que busca su sentido.
Pesimismo
es decir que los sueños, sueños son,
y vivir como si fuera realidad la vida
que se sueña sin origen ni fin, soñando
un buen fin.
El
ser humano no es un absurdo existencial, pero puede trabajar por llegar a serlo.
Jesús sana a la suegra de Simón Pedro 29 Cuando salieron de la sinagoga, Jesús fue con Santiago y Juan a casa de Simón y Andrés. 30 La suegra de Simón estaba en cama, con fiebre. Se lo dijeron a Jesús, 31 y él se acercó, la tomó de la mano y la levantó. Al momento se le quitó la fiebre y se puso a atenderlos. Jesús sana a muchos enfermos 32 Al anochecer, cuando ya se había puesto el sol, llevaron ante Jesús a todos los enfermos y endemoniados, 33 y el pueblo entero se reunió a la puerta. 34 Jesús sanó de toda clase de enfermedades a mucha gente y expulsó a muchos demonios; pero no dejaba hablar a los demonios, porque ellos le conocían. Jesús anuncia el mensaje en las sinagogas (Lc 4.42-44) 35 De madrugada, cuando todavía estaba oscuro, Jesús se levantó y salió de la ciudad para ir a orar a un lugar apartado. 36 Simón y sus compañeros fueron en busca de Jesús, 37 y cuando lo encontraron le dijeron: –Todos te están buscando. 38 Él les contestó: –Vayamos a otros lugares cercanos a anunciar también allí el mensaje, porque para esto he salido. 39 Así que Jesús andaba por toda Galilea anunciando el mensaje en las sinagogas de cada lugar y expulsando a los demonios" |
La
vida de Jesús no es un absurdo.
Jesús nos revela “saber de dónde procede”.
Nos
muestra cómo vive “en servicio de deuda” a todo el que ve pobre, desde la realidad
material o espiritual de su vida; sirviendo con amor arriesgado por encima de
la Ley.
Es
fiel a Dios en su vida de relación con Él, a tiempo y a destiempo, caminando hacia un final de condena.
Da testimonio de su fe con su vida. Es fiel a su Pueblo y al prójimo
hasta morir justificando al enemigo.
Si
la vida de Jesús no se desea ser conocida, pienso que es vivir
en un absurdo cultural. No entiendo
que muchas personas, en sus razones de incredulidad,
odien a Dios y a los que creemos en Él. Algo no es de razón. Si no se cree, ¿por qué se odia a Dios?
Jesús
toma conciencia del mal e inmediatamente curó a la suegra de Pedro.
Por
la
esclavitud de la persona “por otra
persona”, causa de la mayor parte de los sufrimientos inhumanos, Jesús ha querido liberarnos asumiendo el mal,
como ningún fundador religioso lo ha
hecho ni lo puede hacer.
“Jesús cogió de la mano a
la enferma y la ayudó a levantarse”
¿Nos
acercamos a los enfermos para darles la mano y ayudarles a levantarse, o dejamos que los muertos entierren a los muertos?
Levantar
a quien está caído de verdad es cosa de Dios. Lo nuestro es acompañar.
“Al
anochecer le llevaron muchos enfermos”
¿Por
qué al anochecer y no en pleno día? Todo
mal oscurece la vida.
Hoy
son muchos los que hablan del diablo más que de Dios; ¿será que lo conocen?
Sabemos de dónde procede. ¿Por qué no escucharon ni valoraron los escribas y fariseos su testimonio de fe, en lugar de centrarse en no escuchar a Jesús? Porque el diablo repetía:
“Sabemos quién eres, el Santo de Dios”
Es un testimonio fidedigno. El diablo cree en
Dios, separado eternamente de Él.
“Vámonos a otra parte”
¡Qué fácil es instalarse! Instalarse es negarse a
hacer el bien en otra parte y no crecer, por
lo que nos petrificamos.
F. Allara
SANTO DEL DÍA
SOPLO DE DIOS... DAME VIDA
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