lunes, 5 de febrero de 2024

CREER ES SABER QUIÉN ES DIOS. 

SABER” ES CONSECUENCIA DE “CREER

 Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS

Fray Federico Allara O.F.M.



Animación a la lectura PALABRA DE DIOS

5 minutos de nuestro "día a día"


El arca del pacto, instalada en el templo
(2 Cr 5.2-14)
Entonces Salomón reunió ante sí en Jerusalén a los ancianos de Israel, a todos los jefes de las tribus y a las personas principales de las familias israelitas, para trasladar el arca del pacto del Señor desde Sión, la Ciudad de David. Y en el día de la fiesta solemne, en el mes de Etanim, que es el séptimo mes del año, se reunieron con el rey Salomón todos los israelitas. Llegaron todos los ancianos de Israel, y los sacerdotes tomaron el arca y la trasladaron junto con la tienda del encuentro con Dios y con todos los utensilios sagrados que había en ella, los cuales llevaban los sacerdotes y levitas. El rey Salomón y toda la comunidad israelita que se había reunido con él, estaban delante del arca ofreciendo en sacrificio ovejas y toros en cantidad tal que no se podían contar. Después llevaron los sacerdotes el arca del pacto del Señor al interior del templo, hasta el Lugar Santísimo, bajo las alas de los seres alados que tenían sus alas extendidas sobre el sitio donde estaba el arca, cubriendo por encima tanto el arca como sus travesaños.
En el arca no había más que las dos tablas de piedra que Moisés había puesto allí en Horeb, las tablas del pacto que el Señor hizo con los israelitas cuando salieron de Egipto.
10 Al salir los sacerdotes del Lugar Santo, la nube llenó el templo del Señor, 11 y por causa de la nube los sacerdotes no pudieron quedarse para celebrar el culto, porque la gloria del Señor había llenado su templo.
Salomón dedica el templo
(2 Cr 6.1–7.10)
12 Entonces Salomón dijo: “Tú, Señor, has dicho que habitas en la oscuridad. 13 Yo te he construido un templo para que vivas en él, un lugar donde vivas para siempre.”


Jesús sana enfermos en Genesaret
(Mt 14.34-36)
53 Atravesaron el lago y llegaron a la tierra de Genesaret, donde amarraron la barca a la orilla. 54 Tan pronto como bajaron de la barca, la gente reconoció a Jesús. 55 Recorrieron toda aquella región, y comenzaron a llevar enfermos en camillas a donde sabían que estaba Jesús. 56 Y dondequiera que él entraba, ya fueran aldeas, pueblos o campos, ponían a los enfermos en las plazas y le rogaban que les dejara tocar siquiera el borde de su capa. Y todos los que la tocaban quedaban sanados.


DIA 5 FEBRERO   CICLO   B


Nos llena de asombro el entendimiento que tiene el Pueblo elegido de lo que supuso la Alianza de Dios con ellos.

El Pueblo sabía bien quién era Dios; para ellos creer en Él no era una idea.

El Pueblo tenía experiencia de sus gestos de liberación.

El Pueblo, aun creyéndose en algún momento abandonado de Dios, nunca fue descreído. El hecho de que Dios hiciera una Alianza con ellos era de un valor muy significativo, superior a todas las desventuras pasadas.

De ahí las fiestas que conocemos del Pueblo cuando era trasladada el Arca de la Alianza, que llevaba dentro sólo las tablas de piedra que Moisés había recibido en el Monte Horeb.

La Presencia de Dios era manifiesta en la nube que llenaba el edificio del templo del Señor.

La Alianza definitiva ha sido la Muerte y Resurrección de Cristo, salvando la Humanidad y quedando su Presencia en la fe de la Iglesia.

No es una Presencia de memoria sino de memorial, como jamás pudieron pensar los mejores hombres de fe de la antigua alianza.

Por el Espíritu Santo que se nos ha dado, los creyentes bautizados podemos revivir la Realidad del Calvario hasta que vuelva, con la experiencia de lo eterno en el tiempo.

La fe no es sólo la esperanza de un futuro, sino saber qué es realmente la experiencia de la libertad liberada y la vivencia real de la Fiesta de la definitiva Alianza, que celebramos en cada Eucaristía.

No hay ruptura entre el pasado y el presente de la fe, sino una sucesión, que no es entendida cuando no se acepta la revelación de Cristo sobre la identidad de Dios, uno y trino.

Sin el don que supone la gratuidad de la fe se rompe el eslabón y nada resulta creíble; no creer, no cambia la realidad. Dios no depende del pensar del hombre.

Contrastan las fiestas del Pueblo ante la sola Presencia de Dios en la nube, con la ausencia de muchos creyentes en la Fiesta de la Muerte y Resurrección de Cristo, celebrada en cada Eucaristía.

Contrasta la fe de los pobres y marginados, de los despreciados por el mismo Pueblo, siguiendo a Jesús deseando tocar la orla de su manto, con la incredulidad de muchos creyentes cristianos que no necesitan a Cristo.

El título del comentario: 


CREER ES SABER QUIÉN ES DIOS. 

SABER” ES CONSECUENCIA DE “CREER”


Coincidimos creyentes y no creyentes en la misma frase:


“Nadie ha visto a Dios y 

nadie puede llegar a conocerle por sí mismo


 No hay contradicción en la frase.

Los místicos llegan a una experiencia de la Verdad de Dios sabiendo que, cuanto más aman más conocen y, a su vez, más grande es la noche del conocer.

Muy diferente es esta noche de quien cree sin amar, y en el fondo sin creer.                        

 F. Allara




SANTO DEL DÍA





ALAMA DE CRISTO...















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