miércoles, 28 de febrero de 2024

 DIOS NOS CREA A TODOS 

CON LA MISMA LIBERTAD Y DIGNIDAD

 Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS

Fray Federico Allara O.F.M 


Animación a la lectura PALABRA DE DIOS

5 minutos de nuestro "día a día"


Lucas 16,19-31

Parábola del rico y Lázaro
19 “Había una vez un hombre rico, que vestía ropas espléndidas y todos los días celebraba brillantes fiestas. 20 Había también un mendigo llamado Lázaro, el cual, lleno de llagas, se sentaba en el suelo a la puerta del rico. 21 Este mendigo deseaba llenar su estómago de lo que caía de la mesa del rico; y los perros se acercaban a lamerle las llagas. 22 Un día murió el mendigo, y los ángeles lo llevaron junto a Abraham, al paraíso. Y el rico también murió, y lo enterraron.
23 “El rico, padeciendo en el lugar al que van los muertos, levantó los ojos y vio de lejos a Abraham, y a Lázaro con él. 24 Entonces gritó: ‘¡Padre Abraham, ten compasión de mí! Envía a Lázaro, a que moje la punta de su dedo en agua y venga a refrescar mi lengua, porque estoy sufriendo mucho entre estas llamas.’ 25 Pero Abraham le contestó: ‘Hijo, recuerda que a ti te fue muy bien en la vida y que a Lázaro le fue muy mal. Ahora él recibe consuelo aquí, y tú en cambio estás sufriendo. 26 Pero además hay un gran abismo abierto entre nosotros y vosotros; de modo que los que quieren pasar de aquí ahí, no pueden, ni los de ahí tampoco pueden pasar aquí.’
27 “El rico dijo: ‘Te suplico entonces, padre Abraham, que envíes a Lázaro a casa de mi padre, 28 donde tengo cinco hermanos. Que les hable, para que no vengan también ellos a este lugar de tormento.’ 29 Abraham respondió: ‘Ellos ya tienen lo que escribieron Moisés y los profetas: ¡que les hagan caso!’ 30 El rico contestó: ‘No se lo harán, padre Abraham. En cambio, sí que se convertirán si se les aparece alguno de los que ya han muerto.’ 31 Pero Abraham le dijo: ‘Si no quieren hacer caso a Moisés y a los profetas, tampoco creerán aunque algún muerto resucite.’ "


DÍA 29 FEBRERO  CICLO  -B


Una de las advertencias del texto es que, del hombre rico que vestía de púrpura y lino finísimo y, cada día celebraba fiestas espléndidas, no se pronuncie su nombre para nada; sin embargo es resaltado el pobre Lázaro.

Para Dios es tan digno el pobre como el rico; los ha creado a ambos con la misma dignidad y por los dos ha dado la vida.

¿Por qué ha creado al pobre?

Para Dios no hay distinción al crear. 

Somos nosotros los que creamos la diferencia.

Dios nos crea a todos con la misma libertad y dignidad, pero al nacer nos encontramos con la realidad de cada presente, que tampoco la crea Dios, que creó un Universo para todos los seres humanos iguales.

Pero dada la realidad, viene la respuesta del hombre al prójimo.

Dios ha creado igual al rico que a Lázaro, pero la realidad es que 

“el rico puede vestir de lino y banquetear y el pobre, estirado en el portal, espera satisfacer el hambre con las migajas que caigan de la mesa del rico”.


Esta es una realidad, desgraciadamente, muy actual hoy y desde siempre.

Millones de seres humanos no tienen ni las migajas, porque mueren de hambre, mientras nosotros seguimos banqueteando olvidados de los que no pueden ni esperar.

No es una parábola de Jesús dicha en su tiempo, es la realidad de siempre.

¿Qué dice el texto?

Dios no ha creado el mal. Éste es consecuencia de la arbitrariedad de la libertad del ser  humano, y puede ser medio de salvación del rico y del pobre.

El rico no solo dejando de vestir lujosamente pensando en el pobre que, llagado, está en su puerta, sino también con dos actitudes importantes: 

-  Advertir, ver al prójimo; porque el rico pasa inconscientemente de darse cuenta de que a su puerta yace un pobre con hambre.´

- Darle de comer, no de lo que sobra, y si quiere más gloria, sentándolo a su mesa.

Como dice Jesús:


Cuando deis un banquete 

convidad a quien no os puede devolver 

lo que le habéis dado”.


El pobre aceptando la realidad de su pobreza sin rebelarse contra Dios y contra el rico.

Difícil es convertirnos, siendo ricos o pobres, de lo que no tiene culpa Dios, que nos espera en su Reino en la medida en que lo hayamos entendido y vivido bien en la tierra; cada uno en su tiempo.

Desde la fe dos cosas esenciales:

·     No esperemos, viviendo sin amor y sin fe, y además inconscientes de la realidad del prójimo, un cielo demasiado gratuito.

·  Si no hacen caso de Moisés y de los Profetas, ni que resucite un muerto no se dejarán convencer"                                                                                                 

F. Allara 


SANTO DEL DÍA

S. AUGUSTO CHAPDELAINE, MÁRTIR


LOS INCONTABLES 

Para ti son quienes cuentan, 

son tu rostro, Señor, crucificado

Son tu rostro, señor, resucitado, eres Tú.







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