DIOS BUSCA Y PROTEGE EL BIEN DEL SER HUMANO EN LA POBREZA Y MISERIA
Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS
5 minutos de nuestro "día a día"
Isaías 1,16-20 |
1 Después de esto, Jesús habló a la gente y a sus discípulos, diciendo: 2 “Los maestros de la ley y los fariseos son los encargados de interpretar la ley de Moisés. 3 Por lo tanto, obedecedlos y haced todo lo que os digan. Pero no sigáis su ejemplo, porque dicen una cosa y hacen otra. 4 Atan cargas pesadas, imposibles de soportar, y las echan sobre los hombros de los demás, mientras que ellos mismos no quieren tocarlas ni siquiera con un dedo. 5 Todo lo hacen para que la gente los vea. Les gusta llevar sobre la frente y en los brazos cajitas con textos de las Escrituras, y vestir ropas con grandes borlas. 6 Desean los mejores puestos en los banquetes, los asientos de honor en las sinagogas, 7 ser saludados con todo respeto en la calle y que la gente los llame maestros. 8 “Pero vosotros no os hagáis llamar maestros por la gente, porque todos sois hermanos y uno solo es vuestro Maestro. 9 Y no llaméis padre a nadie en la tierra, porque uno solo es vuestro Padre: el que está en el cielo. 10 Ni os hagáis llamar jefes, porque vuestro único Jefe es Cristo. 11 El más grande entre vosotros debe servir a los demás. 12 Porque el que a sí mismo se engrandece, será humillado; y el que se humilla, será engrandecido"
DÍA 27 FEBRERO CICLO -B
En
todo el Antiguo Testamento vemos que la
actitud de Dios es buscar y proteger el bien del ser humano, y muy
especialmente el de los más pobres e indefensos.
“No
perjudiquéis a los demás, aprended a hacerles bien.
Sed
justos, defended a los oprimidos,
Sostened la causa y las reclamaciones
de los huérfanos y de las viudas.
Después podréis dialogar conmigo”
La mujer, en aquel tiempo, no era nadie
en la sociedad, le salvaba estar casada, pero si enviudaba se quedaba en la
miseria, y más los huérfanos.
El
bien hecho con amor es
suficiente para que Dios nos ame y
perdone.
Jesús
reconoce que los Maestros de la Ley hablan desde la cátedra de Moisés.
Jesús
cumple la Ley hasta la última tilde,
La
Ley era el cauce por el que el Pueblo elegido debía ser diferente, por
sus leyes y por tener a Dios cercano, que le hablaba y le enseñaba el camino de
la fidelidad a Él y del amor al prójimo.
Los
Maestros de la Ley
se quedaron determinados por un
saber legal que les había sido dado, y se
durmieron en la cátedra olvidando al prójimo que
debían formar y ayudar.
El
saber les marginó del Pueblo, desde
una autoridad de vanidad, de orgullo y de poder, llenando las espaldas de los inferiores,
despreocupados de la vida de los pobres, huérfanos y viudas. .
Por
esto Jesús dijo ayer y dice hoy:
"Cumplid
y observad todo lo que os mandan,
pero no hagáis lo que hacen, porque dicen y no hacen"
¡Que
fácil es y qué poco cuesta creerse maestros de los demás!
Con
pena observamos, en algunos niños y jóvenes de hoy que, según
el modelo de educación dado y forma de vida, se alejan del amor y del testimonio dado por sus padres y
abuelos manifestando saber más que ellos. Saben “la letra” pero muy
poco o nada del valor del amor y de la
vida y, ¡no digamos del orgullo y
del poder del hombre moderno!
Existe
una tendencia a aparentar ser más que los demás, a ocupar los primeros
puestos y que los pobres nos saluden y nos tengan por maestros,
esperando injustas limosnas.
En
días pasados decía: “no nos quedemos con Jesús
como un gran hombre”.
Tenemos
motivos suficientes para reconocer que
era Hombre verdadero porque era Dios.
Por
ser más que solo hombre caminó hacia la cruz.
El
poder de los sabios sin amor es condenar a quien vive y dice cosas
como estas:
“Vosotros no os dejéis llamar maestros,
porque
todos sois hermanos.
El
más importante de vosotros ha de ser vuestro servidor.
Quien se enaltece será humillado,
pero quien se humilla será enaltecido”
F.
Allara
S. GABRIEL DE LA DOLOROSA CLÉRIGO PASIONISTA
EL MAYOR ENTRE VOSOTROS SERÁ
EL QUE SE DE A LOS HERMANOS
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