lunes, 22 de enero de 2024

 SÓLO DIOS ES UN ETERNO PRESENTE 

Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS

Fray Federico Allara O.F.M



Animación a la lectura PALABRA DE DIOS

5 minutos de nuestro "día a día"




2 Sam 5,1-7.10
David, rey de Israel y Judá
(1 Cr 11.1-3)

Más tarde, todas las tribus de Israel fueron a Hebrón para hablar con David. Le dijeron: “Nosotros somos de tu misma sangre, y en realidad, aunque Saúl era nuestro rey, tú eras quien verdaderamente dirigía a Israel en sus campañas. Además, el Señor te ha prometido que tú serás quien dirija y gobierne a Israel.”
De esta manera, todos los ancianos de Israel fueron a Hebrón y hablaron con el rey David, que hizo un pacto con ellos poniendo al Señor por testigo. Entonces ellos consagraron a David como rey de Israel. David tenía treinta años cuando empezó a reinar, y reinó cuarenta años:fen Hebrón fue rey de Judá durante siete años y medio, y luego, en Jerusalén, fue rey de todo Israel y Judá durante treinta y tres años.
El rey David y sus hombres se dirigieron a Jerusalén para atacar a los jebuseos, habitantes de aquella región. Y los jebuseos, creyendo que David no lograría entrar en la ciudad, le dijeron: “Tú no podrás entrar aquí, pues se bastan los ciegos y los cojos para no dejarte entrar.” Sin embargo, David capturó la fortaleza de Sión, ahora conocida como la Ciudad de David.
10 El poder de David iba en aumento, y el Señor, el Dios todopoderoso, estaba con él.


DIA 22 ENERO   CICLO   -B


Los ancianos de Israel fueron a buscar a David para ungirlo rey.

La Historia de la Salvación es de Dios. Sucede en nuestro acontecer de cada tiempo personal y grupal.

Cada presente tiene su trascendencia importante. Es parte del tiempo donde todos somos dignos, pero no necesarios; vamos de camino y de paso por la vida siendo inmortales.

¿Qué aprendemos de ello?

Que todo tiene un carácter absoluto por ser de Dios y por ser real la experiencia de cada ser humano y grupo en su tiempo, y a su vez que tiene un carácter relativo, porque nadie puede absolutizar su presente.

Procedemos de un ayer que, en su pobreza humana, es el fundamento de la cadena que tiene origen y se encamina a buen fin, haciendo posible la maravilla de cada presente como eslabón, que nos une en historia humana fraterna con los antepasados, caminando hacia un futuro que nos trasciende hasta lo eterno, por ser Dios el artífice.

Dios, que es el Ser absoluto, relativiza su poder haciendo historia con nosotros.

Es un error humano absolutizar éste su propio presente.

Somos verdad y realidad en cada momento, pero somos parte del todo.

Así vemos la importancia de Abraham hasta David, como realidades humanas de suma trascendencia, sin absolutizarlas.

La misma Iglesia es verdad en cada presente desde su origen y a su vez es relativa en su presente por ser Dios el Ser divino que la trasciende hasta el final.

No podemos dejar pasar el presente como oportunidad de Gracia, ni tampoco  absolutizarlo porque nos espera cada día un mañana nuevo. 




22 También los maestros de la ley que habían llegado de Jerusalén decían: “Beelzebú, el propio jefe de los demonios, es quien ha dado a este hombre poder para expulsarlos.”
23 Jesús los llamó y les puso un ejemplo, diciendo: “¿Cómo puede Satanás expulsar al propio Satanás? 24 Un país dividido en bandos enemigos no puede mantenerse, 25 y una casa dividida no puede mantenerse. 26 Pues bien, si Satanás se divide y se levanta contra sí mismo, no podrá mantenerse: habrá llegado su fin.
27 “Nadie puede entrar en la casa de un hombre fuerte y robarle sus bienes, si antes no lo ata. Solamente así podrá robárselos.
28 “Os aseguro que Dios perdonará a los hombres todos los pecados y todo lo malo que digan; 29 pero el que ofenda con sus palabras al Espíritu Santo no tendrá perdón, sino que será culpable para siempre.”
30 Esto lo dijo Jesús porque afirmaban que tenía un espíritu impuro.



Jesús en el Evangelio nos dice algo muy serio.

Fue acusado, no sólo de decir que era Hijo de Dios y por tanto que era Dios, sino que estaba poseído por el diablo.

Esta afirmación no iba contra Él, acostumbrado a no inquietarse por verse perseguido; cosa que perturbaba a sus discípulos viéndole capaz de decir y hacer cosas inimaginables y también de callar, amar y perdonar, cuando ellos esperaban una defensa o una actuación diferente.

Esta afirmación iba contra el Espíritu Santo con que fue ungido en el Jordán.

El Hijo permanecía anonadado revestido de su Humanidad, siendo el Espíritu Santo el hacedor de su vida mesiánica.

Jesús, no sólo sale en la defensa del Espíritu, sino que afirma algo de suma trascendencia.

Por más pecados que un hombre pueda cometer y por más blasfemias que pronuncie, Dios está dispuesto a perdonarlo, pero quien injuria al Espíritu Santo, Dios no lo perdonará nunca.

Pecar contra el Espíritu Santo es negarse a ser con Dios.                

F. Allara



SE  MI LUZ

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