DIOS VIENE A ENCONTRARNOS EN NUESTRO MAR DE GALILEA
Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS
5 minutos de nuestro "día a día"
DOMINGO de la PALABRA DE DIOS CICLO -B
Jonás
no quería ir a Nínive; pensaba que no valía la pena ir a una ciudad tan
pecadora. No obedeció, pero Dios consigue
lo que pide con signos que convencen.
Nínive
es símbolo de nuestro mundo. También
nos puede parecer que no vale la pena ir;
sin embargo, por Nínive, por todos, ha venido Dios al mundo y ha sido posible la salvación.
Nos
recuerda los tres días que Cristo
estuvo muerto para resucitar y los cuarenta
días, los años del desierto.
Nínive no fue destruida y el Pueblo entró en la tierra prometida.
“No podemos dejar perder la oportunidad
presente”
Desde
la fe sabemos que Dios sigue con
nosotros, porque su Reino está en
medio del mundo, y
debe estar en el centro de nuestra vida.
No
podemos pensar que Jesús estuvo con nosotros; vive resucitado, y nosotros
también por el Espíritu que se nos ha dado. Sigue siendo Emmanuel.
Lo
tenemos todo con Dios en nuestro propio
hogar.
Nuestra
vida, y la de toda la Humanidad, tiene sentido
y camina hacia buen fin, donde ya
estamos en Cristo.
No perdamos la oportunidad de cada presente para ser agradecidos y darnos en verdad de amor, a ejemplo de Jesús.
“Este es el Cordero de Dios” . Juan apunta al
Calvario.
En
el Templo eran sacrificados los animales en ofrenda.
Jesús
viene para ser el Cordero sacrificado de una vez para siempre.
Dios
no quiere más sacrificios. “Se
ha cumplido el tiempo”.
“¿Cómo le pagaré al Señor
todo el bien que me ha hecho?
Alzaré la copa de la
Salvación”
Dios
lo ha dicho y hecho todo en Cristo, pero necesita
de nosotros para el anuncio de la Buena Noticia a Nínive, al mundo entero, sin la
desconfianza de Jonás.
Jesús, pasando junto al Mar de Galilea, llama a sus cuatro primeros discípulos.
Eran
pescadores, hombres dedicados a su trabajo, Jesús va allí a llamarlos.
Estemos
atentos porque la oportunidad del
presente está en el lugar del trabajo.
La
palabra “inmediatamente” también
debe ser de “permanente presente”.
No
se trata de levantarse en un momento
para olvidar al siguiente.
La
constancia en la inmediatez ayuda a
madurar en respuesta a la llamada, que también es permanente
para que sea constante la conversión.
La
voz de la llamada debe ser escuchada
en cada presente. No esperemos ángeles.
Dios
viene a encontrarnos en nuestro Mar de Galilea.
Jonás
fue el primer convertido; por esto pudo entrar en Nínive y
constatar la respuesta que no esperaba de sus ciudadanos.
Si
queremos anunciar con fe la Buena Noticia
de Dios, convirtámonos para poder llegar con Dios, y desde Dios, a Nínive
de nuestro tiempo.
F.
Allara
DOMINGO DE LA PALABRA DE DIOS
Fray Federico Allara nos comparte su experiencia Orada y Meditada de la PALABRA DE DIOS en uno de sus libros.
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