DIOS CONSIENTE LOS CAPRICHOS
Y LAS CONSECUENCIAS
Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS
5 minutos de nuestro "día a día"
DÍA 12 ENERO CICLO -B
“El pueblo no hizo caso de los razonamientos de Samuel, por querer ser como las otras naciones”.
Dios
le dijo a Samuel que accediera a lo que
le pedían.
La
Humanidad
ha ido globalizándose y dentro de
este globo no cabe Dios que es Espíritu.
Él
no se ha ido. Su Reino está en medio de nosotros pero, ante el capricho de
querer vivir sin Él, accede al querer humano contemplando,
con amor y paciencia, las consecuencias de no desear interferencias ante el mundo, considerados como dueños.
Dios
puede esperar. Lo eterno no conoce el
tiempo.
Después
de unos días Jesús vuelve a Cafarnaúm.
¡Qué
suerte tuvo esta ciudad viendo a Cristo
y siendo testigo de tantos milagros!
¡Qué
desgracia la suya que no advirtió a
quién en ella vivía!
Somos
Bienaventurados. Tenemos el Reino de Dios
en medio de nosotros.
¡Pero
si adoramos otros dioses, siendo dependientes
y esclavos de ellos, no los podemos compartir con el único que ofrece la liberación integral y la paz gratuitamente!
Jesús no
sólo curaba, enseñaba sin contradecir la Ley, cumpliéndola, pero desde la novedad de la cercanía, hablando con calma para que los pobres se
vieran dignificados y amados.
Ésta
era y sigue siendo la sanación de Jesús.
¡La
sorpresa del día! ¿Por qué sorpresa?
Son
muchos los creyentes bautizados que contemplan
el suceso del milagro más que la verdad del Amor que perdona el pecado del
mundo; siendo el pecado la verdadera enfermedad
que contagia; el que convierte al hombre racional y humano en un ser peligroso contra su hermano y,
creador de todos los sufrimientos.
Entre
todos los enfermos le presentan a un
paralítico.
Escuchemos
bien las palabras del texto: “Viendo aquella fe”.
Quiere
decir que para Dios hay dos cosas más
importantes que la salud física:
1. La
fe y la confianza
que se tiene en Él, como Dios único y verdadero.
2. Que
es más necesaria la salud espiritual que
la física.
Con
la salud física llegará un día que, diremos
adiós a este mundo para llegar a la eternidad con la realidad de nuestra vida espiritual.
No hemos nacido para morir porque se nos ha dado una vida inmortal.
La inmortalidad la llevamos impresa
como huella que nada la borra.
El ser humano quiere ser inmortal, siendo un error buscarla sólo en el aquí, porque se acaba con la muerte.
Dios
nos ofrece la vida eterna como hijos y herederos.
¿La sorpresa de ayer y de hoy?
“Hijo, tus pecados te quedan perdonados”
¿Milagro? Sí, desde la gratuidad de la Fe.
“Viendo la fe”, Jesús perdona.
No
vale cualquier credulidad para entender la Verdad del Amor divino.
De
muchas maneras se puede decir o pensar que es
blasfemo o innecesario.
Es
más fácil decir:
“Levántate, carga con tu camilla y vete a tu casa” que: “Tus pecados quedan perdonados”
Por ellos aceptó ser crucificado.
F. Allara
MISERICORDIA ETERNA
Salmo 137 El Señor completará su plan sobre mí
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