"ID A LAS OVEJAS PERDIDAS DE ISRAEL"
Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS
Animación a la lectura PALABRA DE DIOS
5 minutos de nuestro "día a día"
Mt. 9-35-10,1.6-8
Mucha mies y pocos obreros 35 Jesús recorría todos los pueblos y aldeas enseñando en las sinagogas de cada lugar. Anunciaba la buena noticia del reino y curaba toda clase de enfermedades y dolencias.
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DÍA 9 Diciembre CICLO -B
“Jesús recorría todos los pueblos y aldeas”.
Creemos
que Dios nos ha visitado en la Persona divina del Hijo, como verdadero Dios y
Hombre en Jesús de Nazaret, siendo Cristo, de quien nos sorprende su manera de ser y
proceder
“Como uno de tantos”
No
sólo se anonadó para nacer de María Inmaculada, sino que vivió y se relacionó
con las gentes, desde la condición más pobre y humana.
¡Tenemos
tanto que meditar de Jesús!
Los
grandes y trágicos momentos de su Vida y algo tan sencillo como que
“Recorría todos los pueblos
y aldeas, enseñando en las sinagogas”
Dios
no se mostró como Ser divino, sino viviendo entre los más humildes, a
quienes buscó para iluminar su vida con su palabra y su sencilla presencia.
El
cristianismo creció de la nada -porque la viña que había plantado no dio el fruto
esperado-, con la presencia de María,
que Jesús dejó en manos de Juan.
Los
Doce y Pablo, con la fuerza del Espíritu, fueron expandiendo la
Buena Noticia a las ovejas perdidas de
Israel, es decir, a las abandonadas por los pastores de su Pueblo, siguiendo
las huellas de Jesús, habiéndoles dado
“Poder para sacar los espíritus malignos
y curar toda enfermedad”
Hoy
la mies sigue siendo abundante dentro de
la misma Iglesia.
Valoremos
todo lo que somos y tenemos dentro de la Iglesia, pero,
reflexionemos hasta qué punto nos
abandonamos, nos dividimos y nos separamos en parcelas, cuando todo reino dividido va a la ruina; meditemos
dónde están y cuáles son las ovejas perdidas hoy dentro de casa.
Para
sanar hay que estar
sanos, para resucitar muertos hay
que tener mucha fe, para vencer los
espíritus malignos hay que ser santos.
Sigamos
escuchando la petición de Jesús:
“Pedid al dueño de los sembrados
que haga
llegar más segadores”
Sin
olvidar que todos partimos de un mismo
Bautismo que nos hace miembros vivos
de la Iglesia, cada uno desde su opción, ministerio y carisma, con derechos y responsabilidades que nos hacen a todos segadores de la Viña; siendo
los pastores los primeros en ayudar y
amar como servidores y no como dueños de
la Viña.
Sea el Bautismo el punto de referencia para los que estamos y para los que se han ido.
Reconozcamos su trascendencia, ya que
es el Sacramento del inicio de la fe, que nos constituye miembros del Nuevo
Pueblo de Dios.
Si
es la puerta, creamos o replanteemos nuestro Bautismo, para saber que todos estamos dentro del mismo Hogar para vivir como hermanos, hijos del
mismo Padre.
Dejemos
de vivir situados para mejor complementarnos en el mutuo servicio desde los diversos ministerios dentro de la
Iglesia, recordando que todo se nos ha dado “sin pagar nada por el bien y
poder recibidos”.
Demos justicia y amor como deuda al prójimo.
F. Allara
Belén de arena que hacen todos los años en la playa de Jesolo en Venecia.
Este año está dedicado a San Francisco por los 800 años
de la aprobación de la Regla y del primer Belén en Grecia.
Es una pena que sea cosa perecedera.
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