viernes, 15 de diciembre de 2023

LA GENTE DE NUESTRO TIEMPO    

Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS

Fray Federico Allara O.F.M


Animación a la lectura PALABRA DE DIOS

5 minutos de nuestro "día a día"


Is 48 17-19 

17 Así dice el Señor, tu redentor, el Dios Santo de Israel:  “Yo soy el Señor tu Dios; yo te enseño lo que es para tu bien, y te guío por el camino que debes seguir. 18 ¡Ojalá hubieras hecho caso de mis órdenes! Tu bienestar iría creciendo como un río, tu prosperidad sería como las olas del mar, 19 tus descendientes serían numerosos, incontables como la arena del mar; yo nunca los hubiera destruido, ni los hubiera apartado de mi vista.”


16 “¿A qué compararé la gente de este tiempo? Es comparable a los niños que se sientan a jugar en las plazas y gritan a sus compañeros: 17 ‘Tocamos la flauta, y no bailasteis; cantamos canciones tristes, y no llorasteis.’18 Porque vino Juan, que ni come ni bebe, y dicen que tiene un demonio. 19 Luego ha venido el Hijo del hombre, que come y bebe, y dicen que es glotón y bebedor, amigo de gente de mala fama y de los que cobran impuestos para Roma. Pero la sabiduría de Dios se demuestra por sus resultados.”

DÍA 15 Diciembre  CICLO -B

Jesús hizo una reflexión ante la gente de su tiempo.

¿Qué podemos pensar los que formamos la gente de nuestro tiempo?

Hay más santidad, verdad y amor de lo imaginado por más que se oculte.

1.   Unos porque saben “silenciar a una mano lo que hace la otra”.

2.   Otros porque no tienen intención ni les interesa que se conozca el bien y quien lo hace.

La Sangre de Cristo no se derramó para un pequeño rebaño.

Jesús la definió como un estado de oposición ante los hechos presentados.

Hoy también existe este estado de oposición como reacción:

·   Al relativismo de las verdades,

·   Al poder ideológico y religioso que no mira por el bien común,

·  A la falta de credibilidad a toda autoridad, por una educación que induce al poder y a tener que inclina al individualismo en olvido del prójimo,

· A un sincretismo que con-funde las verdades creando desconocimiento objetivo, reduciendo la vida a un subjetivismo intolerable, desde la ignorancia voluntaria que llega a poder interpretar el mal por bien.

Por esto, a pesar del bien real existente, que no desdigo porque lo conozco, pongo las palabras de Isaías:

“Yo soy tu Dios, que te instruyo por tu bien

y te indico el camino que has de seguir.

¡Si hubieras hecho caso de mis mandamientos!

Tu felicidad y tu bienestar se desbordarían como un rio”.

“Vino Juan, que no era amigo de comer y beber,

y dijeron que poseía el diablo”.

En lugar de reconocer su persona, el porqué de su vida y de su muerte, quienes debían interpretar la verdad de sus palabras, lo negaron.

Hoy se admira a quien hace el bien conformado al propio pensar, en lo ideológico y en lo religioso, con gran confusión voluntaria del Credo de la fe.


“Ha venido el Hijo del Hombre…

amigo de publicanos y pecadores”.


Estos fueron los que le siguieron, los sabios y entendidos le negaron.

El bien existe. A veces tan cercano, como que está dentro de nuestro hogar,

-Juan existe y grita en el desierto-, pero somos demasiado sabios o astutos para aceptar sus verdades.

Como es real la Presencia de Cristo, que sigue siendo amigo de publicanos y pecadores.

Nos hemos de preguntar si somos de los justos, capaces de discernir a los pecadores para no contaminarnos, o si somos pecadores que procuramos conocer a Jesús con inquietud de conversión y salvación.

Siguiendo el ejemplo de Jesús en el texto, nos preguntamos:

¿A qué jugamos dentro y fuera de la Iglesia?

Fuera, porque soportamos las guerras y el hambre, que pronto olvidamos mientras estén lejos.

Dentro, porque, según quien viene, no queremos jugar, y según quien habla, no queremos llorar, por ser de Pablo o de Apolo.

Pero las obras acreditan la auténtica sabiduría”.       

F. Allara


Calendario de Adviento Ciclo B



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