EL BIEN DE LA PLENITUD DE GRACIA
Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS
Animación a la lectura PALABRA DE DIOS
5 minutos de nuestro "día a día"
El texto es
semejante al anuncio hecho a Zacarías, con la diferencia de que ayer se apareció un Ángel y hoy es en
concreto el Ángel Gabriel.
Aunque los
Evangelios parece que pagan a hacienda
sus palabras, en este caso se cita, para nuestro bien, el pueblo de
Galilea, Nazaret; nos dice a quién va dirigido, a María, que está prometida en
matrimonio, y es ante la Ley esposa de un descendiente de David llamado José.
Ayer, Dios acudía
a un hombre justo, respondiendo a su oración, para seguir con su Plan salvífico. Hoy
acude el Ángel Gabriel a una joven que no
pide nada, porque se sabe toda de
Dios, como se lo dice el Ángel: “Alégrate. Dios está contigo”.
No es un simple
saludo, Dios está con nosotros, pero en este caso es una afirmación de la realidad:
“Dios te guarde, llena de Gracia”.
Este es el motivo de la alegría como estado del alma, tal cual decía ayer.
María se turbó,
no es temor; se extraña por escuchar la voz de una presencia angélica
que le reafirma lo que sabe su corazón, y le dice:
“Tendrás un hijo y le pondrás por nombre Jesús”
La iniciativa de Dios es patente.
Ayer con Zacarías, a pesar de sus dudas.
Hoy vemos la acción directa a María, tendrás un hijo.
No es para menos
que María se asuste por los dos anuncios.
1. No es un hijo más que llega al mundo.
“Lo llamarán Hijo del Altísimo.
El Señor le dará el trono de David,
será Rey del Pueblo de Israel para siempre
y su reinado no tendrá fin”
2.
¿Cómo puede ser
si yo no tengo marido?
María, esposa de
José por la Ley de Moisés, no vivía con él y no conocía varón. María no duda, pregunta cómo puede ser.
A Ella le
aclara:
“El Espíritu Santo vendrá sobre ti,
y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra,
por eso el fruto santo que nacerá será llamado Hijo de Dios”
La respuesta nos
afecta a todos, porque
todos hemos recibido el mismo Espíritu
Santo desde el bautismo.
No estamos
llamados a lo que fue únicamente María,
que es bienaventurada de generación en generación por el don singular de ser
la Madre de Dios en Cristo Jesús, pero sí
estamos llamados a ser y vivir la misión por la que hemos sido creados por Amor
de Dios Trinidad.
¿Por qué algunos llegan a ser verdaderos testigos de la Verdad de Dios, reconocidos por la Iglesia?
Por haber dejado sus vidas en manos de la voluntad divina, llevados por
el Espíritu Santo.
Debemos aspirar a llegar a la medida que Dios quiere de cada uno, porque ésta es la voluntad de Dios.
F. Allara
MARÍA DIJO SÍ
"Debemos aspirar a llegar a la medida
que Dios quiere de cada uno,
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