miércoles, 20 de diciembre de 2023

EL BIEN DE LA PLENITUD DE GRACIA

Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS

Fray Federico Allara O.F.M


Animación a la lectura PALABRA DE DIOS

5 minutos de nuestro "día a día"


Lc 1,26-38

Un ángel anuncia el nacimiento de Jesús
26 A los seis meses envió Dios al ángel Gabriel a un pueblo de Galilea llamado Nazaret, 27 a visitar a una joven virgen llamada María que estaba comprometida para casarse con un hombre llamado José, descendiente del rey David. 28 El ángel entró donde ella estaba, y le dijo:
–¡Te saludo, favorecida de Dios! El Señor está contigo 
29 Cuando vio al ángel, se sorprendió de sus palabras, y se preguntaba qué significaría aquel saludo. 30 El ángel le dijo:
–María, no tengas miedo, pues tú gozas del favor de Dios. 31 Ahora vas a quedar encinta: tendrás un hijo y le pondrás por nombre Jesús.32 Será un gran hombre, al que llamarán Hijo del Dios altísimo: y Dios el Señor lo hará rey, como a su antepasado David, 33 y reinará por siempre en la nación de Israel. Su reinado no tendrá fin.
34 María preguntó al ángel:
–¿Cómo podrá suceder esto, si no vivo con ningún hombre?t
35 El ángel le contestó:
–El Espíritu Santo se posará sobre ti y el poder del Dios altísimo se posará sobre ti como una nube. Por eso, el niño que va a nacer será llamado Santo e Hijo de Dios.36 También tu parienta Isabel, a pesar de ser anciana, va a tener un hijo; la que decían que no podía tener hijos está encinta desde hace seis meses. 37 Para Dios no hay nada imposible.
38 Entonces María dijo:
–Soy la esclava del Señor. ¡Que Dios haga conmigo como me has dicho!
Con esto, el ángel se fue"

DÍA 20 Diciembre  CICLO -B

El texto es semejante al anuncio hecho a Zacarías, con la diferencia de que ayer se apareció un Ángel y hoy es en concreto el Ángel Gabriel.

Aunque los Evangelios parece que pagan a hacienda sus palabras, en este caso se cita, para nuestro bien, el pueblo de Galilea, Nazaret; nos dice a quién va dirigido, a María, que está prometida en matrimonio, y es ante la Ley esposa de un descendiente de David llamado José.

Ayer, Dios acudía a un hombre justo, respondiendo a su oración, para seguir con su Plan salvífico. Hoy acude el Ángel Gabriel a una joven que no pide nada, porque se sabe toda de Dios, como se lo dice el Ángel: Alégrate. Dios está contigo”.

No es un simple saludo, Dios está con nosotros, pero en este caso es una afirmación de la realidad: Dios te guarde, llena de Gracia”.

Este es el motivo de la alegría como estado del alma, tal cual decía ayer.

María se turbó, no es temor; se extraña por escuchar la voz de una presencia angélica que le reafirma lo que sabe su corazón, y le dice:


“Tendrás un hijo y le pondrás por nombre Jesús


La iniciativa de Dios es patente.

Ayer con Zacarías, a pesar de sus dudas.

Hoy vemos la acción directa a María, tendrás un hijo.

No es para menos que María se asuste por los dos anuncios.


1.      No es un hijo más que llega al mundo. 


Lo llamarán Hijo del Altísimo

El Señor le dará el trono de David, 

será Rey del Pueblo de Israel para siempre 

y su reinado no tendrá fin”


2.      ¿Cómo puede ser si yo no tengo marido?

María, esposa de José por la Ley de Moisés, no vivía con él y no conocía varón. María no duda, pregunta cómo puede ser.

A Ella le aclara:


El Espíritu Santo vendrá sobre ti, 

y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra, 

por eso el fruto santo que nacerá será llamado Hijo de Dios


La respuesta nos afecta a todos, porque todos hemos recibido el mismo Espíritu Santo desde el bautismo.

No estamos llamados a lo que fue únicamente María, que es bienaventurada de generación en generación por el don singular de ser la Madre de Dios en Cristo Jesús, pero sí estamos llamados a ser y vivir la misión por la que hemos sido creados por Amor de Dios Trinidad.

¿Por qué algunos llegan a ser verdaderos testigos de la Verdad de Dios, reconocidos por la Iglesia? 

Por haber dejado sus vidas en manos de la voluntad divina, llevados por el Espíritu Santo.

Debemos aspirar a llegar a la medida que Dios quiere de cada uno, porque ésta es la voluntad de Dios.                             

F. Allara


MARÍA DIJO SÍ


"Debemos aspirar a llegar a la medida 

que Dios quiere de cada uno, 

porque ésta es la voluntad de Dios"   




                          







 



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