martes, 19 de diciembre de 2023

 ¿CÓMO SABRÉ QUE ESTO ES VERDAD?

Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS

Fray Federico Allara O.F.M



Animación a la lectura PALABRA DE DIOS

5 minutos de nuestro "día a día"


Lc 1,5-25

Un ángel anuncia el nacimiento de Juan el Bautista
En el tiempo en que Herodes era rey de Judea, vivía un sacerdote llamado Zacarías, perteneciente al grupo de Abías. Su esposa, llamada Isabel, descendía de Aarón.Ambos eran justos delante de Dios y cumplían los mandatos y leyes del Señor, de tal manera que nadie los podía tachar de nada. Pero no tenían hijos, porque Isabel no había podido tenerlos. Ahora eran ya los dos muy ancianos.
Un día en que al grupo sacerdotal de Zacarías le correspondía el turno de oficiar delante de Dios, según era costumbre entre los sacerdotes, le tocó en suerte a Zacarías entrar en el santuario del templo del Señor para quemar incienso. 10 Y mientras se quemaba el incienso, todo el pueblo estaba orando fuera. 11 En esto se le apareció un ángel del Señor, de pie al lado derecho del altar del incienso. 12 Al ver al ángel, Zacarías se echó a temblar lleno de miedo. 13 Pero el ángel le dijo:
–Zacarías, no tengas miedo, porque Dios ha oído tu oración, y tu esposa Isabel te va a dar un hijo, al que pondrás por nombre Juan. 14 Tú te llenarás de gozo y muchos se alegrarán de su nacimiento, 15 porque tu hijo va a ser grande delante del Señor. No beberá vino ni licor, y estará lleno del Espíritu Santo desde antes de nacer. 16 Hará que muchos de la nación de Israel se vuelvan al Señor su Dios. 17 Irá Juan delante del Señor con el espíritu y el poder del profeta Elías, para reconciliar a los padres con los hijos y para que los rebeldes aprendan a obedecer. De este modo preparará al pueblo para recibir al Señor.
18 Zacarías preguntó al ángel:
–¿Cómo puedo estar seguro de esto? Porque yo soy muy anciano, y mi esposa también.
19 El ángel le contestó:
–Yo soy Gabriel, y estoy al servicio de Dios. Él me ha enviado a hablar contigo y a darte estas buenas noticias. 20 Pero ahora, como no has creído lo que te he dicho, vas a quedarte mudo; y no volverás a hablar hasta que, a su debido tiempo, suceda todo esto.
21 Mientras tanto, la gente estaba fuera esperando a Zacarías y preguntándose por qué tardaba tanto en salir del santuario. 22 Cuando por fin salió, no les podía hablar. Entonces se dieron cuenta de que había tenido una visión en el santuario, pues les hablaba por señas. Y así siguió, sin poder hablar.
23 Cumplido el tiempo de su servicio en el templo, Zacarías se fue a su casa. 24 Después de esto, su esposa Isabel quedó encinta, y durante cinco meses no salió de casa, pensando: 25 “Esto me ha hecho ahora el Señor para librarme de mi vergüenza ante la gente.”


DÍA 19 Diciembre  CICLO -B


Dios siempre nos sorprende.

La Escritura hay que leerla con espíritu de fe, para discernir la trascendencia de los textos, sin hacer interpretación subjetiva ni radicalizar su Palabra. La fe es la luz que las da a entender.

El mensaje del profeta Jeremías de ayer se cumplió en Cristo que estableció la paz, la liberación y la reconciliación; pero ante la realidad de guerra y división que nosotros creamos parece que no sea verdad.

Dios cumple las Promesas en espera de la tierra y cielos nuevos.

Sorprendió a Zacarías, como a María, como nos debe sorprender a nosotros abiertos a su iniciativa, sin que se nos aparezca ningún Ángel.

Nos dice el texto que “Dios había escuchado la oración de Zacarías” y da respuesta a su oración; pero Zacarías le responde al Ángel, “¿cómo sabré que esto es verdad?”.

No entro en el anuncio a Zacarías y en su duda, ni en María que no dudó, sino en reflexionar cómo es nuestra oración.

De Zacarías me parece muy normal que se asuste estando donde estaba en la Sancta Sanctorum en función sacerdotal privilegiada, donde la oscuridad era la vivencia de la fe ante la Presencia de Dios.

A pesar de ser hombre justo, hace su oración desde su condición de imposible.

Le dice el Ángel que Dios le responde porque ha escuchado su oración.

Lo sublime de Dios no es que responda a la oración de Zacarías, sino el proyecto de misión y vocación a la que es llamado el hijo que iba a engendrar Isabel, Juan Bautista; nada menos que a ser el Precursor.

La oración hecha desde nuestra condición humana se apoya en lo imposible según nosotros, no propiamente en la fe y la confianza.

Si hacemos alguna petición, tengamos en cuenta a Jesús que nos habla de la importancia que le daba a la fe de los que le pedían curación y las veces que respondía: tu fe te ha salvado”.

Aprendamos de Zacarías, hombre justo, que confiaba en Dios desde su condición humana y dudó de que ambos, Isabel y él, pudieran hacer realidad lo que a su vez le pedían a Dios.

La contestación del Ángel fue: Lo que te he dicho se cumplirá en el tiempo que Dios ha decidido”.

Dios es fiel, aunque dudemos y seamos infieles.

Dios hace posible lo que para nosotros es imposible. (Sansón también nace de madre estéril).

El plan de Salvación y cuanto hace para llevarlo a cabo son iniciativa suya, y nada ni nadie cambia su Amor por la Humanidad creada, para que disfrute de su Gloria.

Dios no se desdice de lo que dice y hace.

No depende de nuestra condición de ser pecadores, sino que hace a pesar de ser infieles; porque, ¡Dios Es Amor! ¡Dios es El Señor!   

F. Allara



Francisco pide en el Ángelus "imitar" a Juan el Bautista, 

para ser luz "que brilla por los demás" (Haz clic en este enlace)











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