CUANDO NOS ENCONTRAMOS
DESDE LO HUMANO CON FE
Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS
Animación a la lectura PALABRA DE DIOS
5 minutos de nuestro "día a día"
El
gozo inmensurable de María en la experiencia de sentir que se le
ha dado la Vida para cubrirla de
Humanidad, no la detienen en un encanto gozoso para-sí; María se va decidida
al encuentro de Isabel.
Ayer
el Ángel Gabriel la saludó: “alégrate”.
Este
es el estado de María, la alegría y la
paz llenan su alma en plenitud de
Gracia.
Isabel la espera llena de Espíritu Santo.
Cuando ve a María, grita con todas sus fuerzas:
“Eres bendecida entre todas las mujeres”
“Me llamarán bienaventurada todas las generaciones”
es
un canto de alabanza de María desde la
humildad de su espíritu, porque reconoce
el favor de Dios.
Cuando
los encuentros humanos están envueltos
de la luz de la fe, las palabras son
profundas, aunque sean tan sencillas como son las del mismo saludo; desaparece
la superficialidad, porque las palabras salen de corazones pacificados que aman y viven desde otra Presencia.
“Feliz tú que has creído”, le dice Isabel.
También
Isabel es feliz por creer.
Una
vez más la importancia de la fe.
Es
la primera virtud teologal,
fundamento de las demás.
Creer
es ver la vida humana desde Dios.
El
camino es corto cuando se recorre con fe, aunque sea peligroso y sea de Nazaret
a Ain Karem, donde nació Juan Bautista.
La
fe de Isabel,
llena de Espíritu Santo, la revela al reconocer a su parienta joven como la Madre
de Dios.
Reconoce
a Dios como su Señor y a María Madre de Dios por quien lleva en sus entrañas.
“Quien
soy yo para que me visite la Madre de mi Señor”
Son
tres los puntos de meditación:
1.
Contemplar
a María
yendo a prisa y decidida al encuentro
de Isabel.
2.
El
saludo profundo del encuentro
de las dos trascendido de Dios.
3.
El encuentro
de
dos hombres, desde las entrañas de sus
madres, que van a ser Precursor y
Mesías prometido, para bien de nuestras vidas alejadas de Dios, por Cristo reconciliadas.
Lo
más grande a meditar es el misterio que
se obra en el silencio desde donde se hace sensible que se revele en experiencia por el encuentro
de dos madres.
Es
más grande sentir la Presencia de Dios,
que escuchar las palabras de saludo
de un encuentro
Nos
maravilla la trascendencia de este encuentro,
donde María e Isabel reciben el consuelo de Dios. María, ante la Bondad
de Dios, que ha revelado a Isabel su estado.
María es siempre la Paz que lleva al Hijo para los demás.
F. Allara
Hoy os proponemos escuchar la meditación de rezando voy
Primera Lectura Cantar de los Cantares 2, 8-14
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