sábado, 30 de diciembre de 2023

 DIOS DESEA DIALOGAR CON NUESTRA RAZÓN Y HABLARLE AL CORAZÓN

Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS

Fray Federico Allara O.F.M 

Animación a la lectura PALABRA DE DIOS

5 minutos en nuestro "día a día"


Lc 2, 36-40

36 También estaba allí una profetisa llamada Ana, hija de Penuel, de la tribu de Aser. Era muy anciana. Se había casado siendo muy joven y vivió con su marido siete años; 37 pero hacía ya ochenta y cuatro que había quedado viuda.b Nunca salía del templo, sino que servía día y noche al Señor, con ayunos y oraciones. 38 Ana se presentó en aquel mismo momento, y comenzó a dar gracias a Dios y a hablar del niño Jesús a todos los que esperaban la liberación de Jerusalén.
39 Cuando ya habían cumplido con todo lo que dispone la ley del Señor, regresaron a Galilea, a su pueblo de Nazaret. 40 Y el niño crecía y se hacía más fuerte y más sabio, y gozaba del favor de Dios"

DÍA 29 DICIEMBRE CICLO - B

No hay ser humano que no se haya planteado su religiosidad. 

Somos seres trascendidos.

Cuando la religión es considerada como una cuestión personal, no se respeta el Ser de Dios y pasa a ser objeto cuestionado porque, de forma inconsciente, hasta se le rebaja pensado desde el puro subjetivismo.

El resultado suele ser creer lo que mental o sentimentalmente se considera razonable, o negar lo que subjetiva y personalmente no resulta razonable. 

Es la fe religiosa que razona desde abajo, cuando la Fe se razona desde arriba.

Si Dios es comprendido por la sola razón, no hace falta la fe.

Que la razón no llegue a Dios no prueba que no exista ni que no se precise la fe.

Plantearse a Dios requiere:

1.      Considerarse menos que Él;

2.    Aceptar que es Alguien y no pura energía o materia; porque no son medios con los que se puede dialogar, sino sólo pensar y trabajar.

Si es Alguien y deseamos conocerlo, lo lógico es que no seamos nosotros quienes lleguemos a él, sino que sea él quien se acerque a nosotros.

Son las condiciones lógicas de aceptar lo personal divino desde lo humano, pues, los requisitos para el diálogo exigen igualdad de capacidades.

Desde la fe damos gracias por “ver” que Dios se ha humillado.

Habiéndonos “creado a su imagen” se hace a nuestra imagen y semejanza, menos en el pecado, para establecer la manera, no sólo de querer dialogar con nuestra razón, sino de hablar a nuestro complejo corazón, necesitado de palabras de verdad y de consuelo que lo pacifiquen ante la tribulación de la vida, si no queremos aceptar una existencia absurda.

Desde la fe entendemos la vida de tantísimos seres humanos, de mucha o poca cultura, que nos han dado y nos dan testimonio de su fe, nada subjetiva ni extraña, porque sus vidas son las que nos hablan, dadas en amor, con sabiduría y sangre, desde su certeza subjetivo-objetiva de la Verdad de Dios, hallado donde ha querido hacer morada: en su alma.

Así entendemos la vida de la profetisa Ana

No se movía del templo desde que quedó viuda, dando culto a Dios día y noche, con ayunos y oraciones.

He pasado de un planteamiento religioso a agradecer la fe de tantos seres humanos antepasados y presente, que nos hablan desde sus vidas escritas rectamente con rayas torcidas, a ejemplo de Dios.

Es fácil contemplar la Cruz, pero muy difícil e imposible, sin la Gracia y sin Fe, entender lo que nos dice el Amor en escritura tan torcida para la sola razón.

Ayer nos dio a entender Simeón que, ver y conocer a Dios da paz para poder morir por haber conocido, creído y amado la Verdad de la Vida.  

Hoy es la profetisa Ana la que halló la felicidad en la oración desde la miseria de su viudedad, oración que le permitió ver al Salvador.       

F. Allara 


Villancicos de Santa Teresa de Jesús. 

Su experiencia en la Celebración de estos días de Navidad cantados en sus conventos 


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La adoración, Óleo sobre lienzo, El Greco, 1610



 


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