SOMOS
CASA DE ORACIÓN
PALABRA DE DIOS
Jesús purifica el templo 13 Como se acercaba la fiesta de la Pascual de los judíos, Jesús fue a Jerusalén; 14 y encontró en el templo a los vendedores de bueyes, ovejas y palomas, y a los que tenían puestos donde cambiar el dinero.m 15 Al ver aquello, Jesús hizo un látigo con unas cuerdas y los echó a todos del templo, junto con las ovejas y los bueyes. Arrojó al suelo las monedas de los cambistas y les volcó las mesas. 16 A los vendedores de palomas les dijo: –¡Sacad eso de aquí! ¡No convirtáis en un mercado la casa de mi Padre! 17 Sus discípulos recordaron entonces la Escritura que dice: “Me consumirá el celo por tu casa.”n 18 Los judíos le preguntaron: –¿Qué prueba nos das de que tienes autoridad para actuar así? 19 Jesús les contestó: –Destruid este templo y en tres días lo levantaré.ñ 20 Le dijeron los judíos: –Cuarenta y seis años tardaron en construir este temploo , ¿y tú vas a levantarlo en tres días? 21 Pero el templo al que Jesús se refería era su propio cuerpo.p 22 Por eso, cuando resucitó, sus discípulos se acordaron de lo que había dicho y creyeron en la Escritura y en las palabras de Jesús. |
Nos
unimos en los templos para celebrar nuestra fe comunitaria y eclesialmente para vivir su Memorial de muerte y
resurrección.
Tenemos
que examinarnos del amor al prójimo, para
saber con qué actitud lo vivimos. Nunca pensemos que la Eucaristía es de
nuestra propiedad con derecho a practicar.
Esto deshace la comunidad y el sentido de la Eucaristía.
¿Cuál
es el lugar propio de la oración y de toda vida espiritual?
Nuestro
propio hogar.
Dios ha querido crear tu alma, con todas sus potencias, para
ser habitáculo de su Presencia.
Jesús
es el Templo.
En tres días lo reconstruyó; desde
entonces sabemos cómo se construye la Jerusalén celestial:
· Con
piedras vivas,
que son nuestras vidas humanas de
cuerpo, alma y espíritu, resucitadas en el tiempo por el bautismo
y presentadas divinizadas por Cristo al Padre, cuando llegan desde la gran tribulación, lavadas con su Sangre.
La
Presencia del Espíritu Santo en nuestra alma pretende lo que
Cristo hizo en el Templo, purificar nuestra vida, convertida en mercado de compraventa, con
inventos de cumplimiento que Dios
rechaza.
Dios
quiere que nuestra vida se relacione y lo celebre en espíritu y verdad.
· ¿Qué creyeron los que
le siguieron?
La
verdad del hecho: en tres días construyó el único y verdadero Templo.
· ¿Qué
no creyeron, qué no cree el hombre moderno y qué no creemos muchos cristianos
cuando subjetivamos el Evangelio y
somos de Pablo, Pedro o Apolo?
Que
Cristo es el Templo y nosotros piedras vivas de este Templo único, en tanto que somos Comunidad católica, bajo el signo de unidad de Francisco.
· ¿A quién
echaría hoy Jesús de los templos?
A
cuantos acudimos a celebrar su Banquete
de Amor y de comunión sin un espíritu de
fe; convirtiendo los templos en mercados
de crítica interna, en partidismo eclesial, en acepción de personas, empezando
por la gravedad de sentenciar al Papa
Francisco.
Me
permito decir que hacen mucho mal
las opiniones con carácter objetivo, desde la nada de su autoridad,
descalificando al Papa. Examinémonos desde nuestra fe católica; que nuestro
espíritu sea consciente del mal que hacemos a la Iglesia desde dentro. En nombre del Dios verdadero condenaron a Jesús, siendo
Cristo verdadero Dios ante ellos.
La
Iglesia, y todo desde la fe, se
construye con la virtud que se nos decía ayer. Sólo nos debemos amor, y estamos obligados a no
hacer juicio. Somos cumplidores de la Ley y no sus jueces.
Uno de los libros de Fray Federico Allara:
UNA MIRADA INTERIOR, PALABRA DE VIDA:
Para un crecimiento espiritual en nuestro tiempo
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