DÍA 29 Noviembre CICLO -A
"No os preocupéis de la respuesta"
Esta
frase de Jesús indica el grado de fe y
de confianza que le tenemos.
Cuando
damos respuesta a cualquier palabra, que toque nuestra intimidad, sabemos el
grado que ocupa el “yo” en nuestra vida preferentemente.
Dios
no es cualquier divinidad creída. ¡Dios es Dios!, y no hay otro.
Decir
Dios es decir Verdad, Amor, Libertad, objetivas
desde la revelación que Él ha hecho de sí mismo
para que podamos conocer lo que significan
para la vida personal, para la convivencia y para el bien de la Humanidad.
Dios
no es la sola necesidad del ser
humano,
desde su vacío existencial, ni estas palabras son pura subjetividad individual.
De
ahí que Dios, como la Verdad, el Amor y
la Libertad, lleve consigo la
contradicción en la intimidad del ser humano en que prevalece el “yo”.
La
fidelidad de Dios al ser humano es revelarle
siempre la verdad por
la que Jesús, con toda lógica, pudo decir a sus discípulos, a los de ayer y a los que de hoy.
“Os llevarán detenidos,
os
perseguirán,
os llevarán a las sinagogas
y os presentarán a los tribunales…
acusados de llevar mi Nombre”.
“Será la ocasión de dar testimonio”.
Los
que a lo largo de dos mil años han sido fieles al don de la fe:
a) Se han entregado a Dios y al prójimo,
sin preocuparse de su vida,
b) Han aceptado la persecución y sus
consecuencias
en silencio, perdonando,
c) Invitados
a desdecirse del Nombre de Jesús, han
respondido con un sí a su fe.
De
ahí también las palabras de Jesús:
“Haced el propósito desde ahora
de no
preparar vuestra defensa”
"Yo os daré una elocuencia y una
sabiduría,
que ninguno de vuestros acusadores
será capaz de resistirla o
contradecirla”
Por
esto decía que, sólo son capaces de seguir
la vida de fe o de guardar silencio, que es el gran don de la sabiduría
cuando no hay capacidad ni deseo de comprensión, o de testimoniar con amor el don de la Fe, quienes, más adentro de su “yo” está
como centro de su vida Dios, con la
Verdad y el Amor que les hacen libres para
vivir y morir en paz.
No pensemos que esto es para momentos de suma
trascendencia de la vida.
La
realidad de la persecución, como dice Jesús, ayer y hoy, está
dentro de los hogares, en los lugares más cercanos porque, sobre todo hoy:
. Se trabaja para la desestabilización de la Verdad, del Amor y de la Libertad humana
. Se persigue todo lo que lleve el
sello de Dios de manera sutil o manifiesta, porque el mundo es el “yo absoluto” a quien molesta la objetividad de Dios, su Verdad, su Amor y la Libertad de sus liberados,
por contradecir sus verdades ideológicas
y también religiosas.
Examinemos
nuestro “yo”, porque podemos ser nuestros propios perseguidores llevando el Nombre de Dios.
F.
Allara
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