martes, 28 de noviembre de 2023

¿ADVERTIMOS LOS SIGNOS DE LOS TIEMPOS, Y EL DE CRISTO? 

Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS

Fray Federico Allara O.F.M


Animación a la lectura PALABRA DE DIOS

5 minutos de nuestro "día a día"


Lc. 21,5-11

Jesús anuncia la destrucción del templo
(Mt 24.1-2; Mc 13.1-2)
"5 Algunos estaban hablando del templo, de la belleza de sus piedras y de las ofrendas que lo adornaban. Jesús dijo:
–Vienen días en que de todo esto que estáis viendo no quedará piedra sobre piedra. ¡Todo será destruido!
Señales antes del fin
(Mt 24.3-28; Mc 13.3-23)
Preguntaron a Jesús:
–Maestro, ¿Cuándo ocurrirán esas cosas? ¿Cuál será la señal de que ya están a punto de suceder?
Jesús contestó: “Tened cuidado y no os dejéis engañar. Porque vendrán muchos haciéndose pasar por mí y diciendo: ‘Yo soy’ y ‘Ahora es el momento’, pero no los sigáis.Y cuando oigáis alarmas de guerras y revoluciones no os asustéis, pues aunque todo eso tiene que ocurrir primero, aún no habrá llegado el fin.”
10 Siguió diciéndoles: “Una nación peleará contra otra y un país hará guerra contra otro; 11 en diferentes lugares habrá grandes terremotos, hambres y enfermedades, y en el cielo se verán cosas espantosas y grandes señales."


DÍA 28 Noviembre CICLO -A


Seguimos repitiendo lo que han dicho y hecho nuestros antepasados, con el agravante de creernos superiores. 

El texto dice que en aquel tiempo, algunos hablaban del templo haciendo notar sus piedras magnificas”.

La experiencia me entristece, porque hoy muchos de los que visitan los templos, la mayoría bautizados, se quedan admirados comentando las piedras, o las pinturas, con una demostración de incultura que da pena.

Si ayer Jesús se quejaba de que la gente no advertía sus signos, hoy ni advierten a Jesús, que nos sigue diciendo que 


“Esto que veis, 

vendrán días que todo será destruido; 

no quedará piedra sobre piedra


Jesús hablaba de lo que iba a suceder en Jerusalén, y la gente, en lugar de captar la trascendencia de las palabras, preguntaba cuando iba a suceder.

No nos equivoquemos con las señales. 

Toda la Historia humana está llena de las señales, que de nuevo anuncia el texto. 

Lo importante es que va a ser destruido el Templo y también nuestro templo.

¿Qué va a quedar?

De aquel templo majestuoso va a quedar el Templo, es decir Cristo, el Nuevo Templo espiritual, real y eterno.

No hay destrucción, sí transformación.

¿Qué quedará de nuestro “templo”?

La verdad de la vida que la haya transformado todo en verdad y amor.

De igual manera que celebramos la Humanidad divinizada de Cristo, por ser Dios y Hombre verdadero, así nosotros, que somos seres espirituales, quedará nuestro ser de cuerpo y alma divinizados por Cristo ante el Padre.

Sólo se van a perder las piedras magníficas, es decir, los corazones petrificados y las mentes frías con sus pensamientos intrascendentes.

Toda la Historia está llena de sabios y maestros que hablan de verdades y de negaciones de la Verdad.

También hoy se nos ofrecen caminos que ni siquiera son respuesta a las señales.

Siguen las guerras, las ideologías, las religiones… y no sabemos leer los signos de los tiempos, ni la Presencia viva del mismo Dios y Hombre que nos habla hoy en el texto.

Por esto, ya en aquel entonces decía que, muchos dirán:

 

“Soy yo”, o “llega el momento”. 

Dejarlos estarno vayáis tras ellos”. 

“No os alarméis”.

“Creéis en Dios, creed en Mí”


Serenad vuestros corazones con la Paz que Yo establezco en medio de la tribulación del mundo. 

La gran señal ha aparecido en la Omnipotencia del Amor trinitario:

´Dios ha venido a visitarnos con la Verdad de su Amor. 

Y esta señal sigue viva y presente en ti, 

en la Iglesia, 

en la Verdad del amor 

que sí que existe y es vivido por tantos prójimos. 

No preguntemos cuándo.

Vivamos con fe, con esperanza y caridad.               

F. Allara


Nuestra casa edificada sobre Roca, 

en Cristo Jesús



"De igual manera que celebramos la Humanidad divinizada de Cristo, por ser Dios y Hombre verdadero
así nosotros, que somos seres espirituales, 
quedará nuestro ser de cuerpo y alma 
divinizados por Cristo ante el Padre"







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