lunes, 27 de noviembre de 2023

 LA POBREZA PUEDE SER FUENTE DE RIQUEZA

Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS

Fray Federico Allara O.F.M


Animación a la lectura PALABRA DE DIOS

5 minutos de nuestro "día a día"


Lc 21, 1-4

La ofrenda de la viuda pobre
(Mc 12.41-44)

"1 Jesús estaba viendo cómo los ricos echaban dinero en las arcas de las ofrendas, y vio también a una viuda pobre que echaba dos monedas de cobre. Entonces dijo:
–Verdaderamente os digo que esta viuda pobre ha dado más que nadie, pues todos dan sus ofrendas de lo que les sobra, pero ella, en su pobreza, ha dado todo lo que tenía para su sustento"


No es Dios quién vigila nuestros errores y castiga. Todo lo contrario. Dios cuida de nuestra vida, la ha creado con amor y desea que llegue a gozar eternamente de su paz. No necesita de Universo ni de nuestra propia vida.

En lugar de plantearnos tantos interrogantes sobre Dios, deberíamos dedicar nuestro tiempo a contemplar nuestra vida como lo más maravilloso de la Creación, pues, nada puede compararse de lo que nos asombra con nuestra vida por pobre, insignificante y abandonada que esté en el mundo.

Para Dios vale más un alma que todo el Universo.

Sepamos ver su amor en todo lo creado para el ser humano, para que, sabiendo gozar y administrar lo recibido, pueda desde su propia vida creada a imagen de Dios, conocer y creer en su amor, al ver que ha sido, precisamente desde el error, el motivo de la Redención y no de castigo.

Dios se ha dignado hacerse semejanza de lo creado a su imagen, para pasar por la vida haciendo el bien; acercándose a los que, por falta de amor de los demás que somos como ellos, viven sin dignidad y a los que por su condición humana han errado en su vida, siendo los que no viven desde la dignidad humana, para devolvernos a todos al bien original con que hemos sido pensados, creados y amados.

Un ejemplo vivo de lo que digo es el texto de hoy.

Jesús, Dios-con-nosotros, nos muestra precisamente que se fija en lo que pasa desapercibido, para casi todos los seres humanos, por no conocer el alma y la vida íntima de cada uno.

Viendo que los ricos llevaban ofrendas a la sala del tesoro, advierte a sus discípulos que observen lo que Él ve; no sólo que una pobre viuda echa una de las monedas más pequeñas, sino que, por conocer su alma, ve que ha dado todo lo que le quedaba para vivir.

Por esto añade, que esta pobre viuda “ha dado más que todos, porque no ha dado de lo que le sobraba para vivir sino de lo que necesita para vivir”.

Esto es lo que ve Dios, como nos decía ayer el Evangelio.

Seremos examinados del amor; pues la fe que le tengamos, que es don también regalado, es para mostrarlo con el amor con que amamos, con el que revelamos la verdad del amor a Dios y al prójimo, no sólo con devociones y rezos necesarios para que viva nuestra alma.

Por esto, desde el evangelio, la pobreza puede ser don de riqueza y medio de enriquecer al rico que no necesita del pobre, por no saber darse.

No es sólo conocemos por lo que vemos o por lo que piensa la razón, también por lo apreciado de la sensibilidad del buen corazón de los demás, que puede ser su pobreza.

La felicidad es la alegría con que vive el alma, y no siempre es la riqueza la que da la libertad y la felicidad.               

F. Allara


Enmarcarnos en el amor

"Dios se ha dignado hacerse semejanza de lo creado a su imagen, para pasar por la vida haciendo el bien"





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