martes, 14 de noviembre de 2023

LA ESCLAVITUD SIGUE SIENDO UNA REALIDAD HOY

 Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS

 Fray Federico Allara O.F.M



Animación a la lectura PALABRA DE DIOS

5 minutos de nuestro "día a día"

 

Sb 2,23 

23 En verdad, Dios creó al hombre para que no muriese,
y lo hizo a imagen de su propio ser"


Lc 17,7-10

El deber del que sirve
“Si uno de vosotros tiene un criado que regresa del campo después de haber estado arando o cuidando el ganado, ¿acaso le dice: ‘Pasa y siéntate a comer’? No, sino que le dice: ‘Prepárame la cena y estate atento a servirme mientras como y bebo. Después podrás tú comer y beber.’ Y tampoco da las gracias al criado por haber hecho lo que le mandó. 10 Igualmente vosotros, cuando ya hayáis hecho todo lo que Dios os manda deberéis decir: ‘Somos servidores inútiles; no hicimos más que cumplir con nuestra obligación"


¡Qué importante es recordar que Dios no nos ha creado para la muerte!

Dios es Vida y nos la ha dado.

El alma es la vida creada de la nada para cada uno de nosotros.

Hemos nacido desde el Sí de la Trinidad, desde el Pensamiento del Padre, por la Palabra, siendo amados en su Amor por el Espíritu Santo.

Creados a imagen de su existencia eterna somos llamados a vivir lo eterno en el tiempo, para llegar reconciliados, por Amor, a la experiencia de ser en Dios; después de haber creado nosotros la muerte desde el error de pensar que podíamos ser felices y libres, desde la mentira.

El Evangelio nos habla de esclavitud -existía en tiempo de Jesús- y pone el ejemplo del esclavo que no tiene ningún mérito haciendo lo que debe, sin que nadie se lo agradezca.

Jesús nos lo pone como ejemplo de lo que somos ante Dios, ya que no somos dueños ni de la vida, porque de Él procede.

¡Qué triste ser esclavo! No tenían derechos, y muchos eran sentenciados incluso a la crucifixión, por cualquier causa y sin culpa, por no ser reconocidos con la dignidad que tenemos todos los seres humanos. 

Reconozcamos la gratuidad del Amor divino trinitario.

Jesús no se queda con que somos esclavos sin mérito ante Dios por no tener medios con que pagar lo que le debemos desde el valor de la misma vida, sino que, el mismo Amor trinitario que nos creó, no sólo nos ha rescatado de la muerte, sino que nos ama como hijos en Cristo su Hijo.

La esclavitud no ha desaparecido. Antes era manifiesta y real; también hoy desde leyes y vidas que trascienden la Verdad y la dignidad humana.

El poder que no piensa en el bien común es creador de esclavitud. La vida vivida en competencia ideológica es creadora de esclavitudes humanas. 

Toda forma de vida egoísta es creadora de esclavitud.

Una educación permisiva es creadora de esclavitud.

Vivir alejados de un orden natural es crear esclavitud.

La falta de sentido de la libertad humana es creadora de esclavitud.

Una vida arbitraria, sin saber de su origen y fin, es creadora de esclavitud.

Una religiosidad cerrada en sus principios, desconsiderando el amor al prójimo universal, es creadora de esclavitud.

No es posible pensar en una Sociedad estable sumida en esclavitudes.

La Humanidad vive la dependencia de poderes sociales, económicos, políticos, ideológicos y religiosos, revelando su estado de esclavitud, con temor, angustia, soledad e inseguridad, donde unos pocos viven con apariencia de libertad y felicidad, inmensamente protegidos, es decir, con signos de esclavitud y dependencia.

Cristo libre, vino al mundo a liberar nuestra libertad, lo hemos alejado de nuestras vidas y seguimos siendo creadores de muerte.

 F. Allara



Para conocer el contenido del libro del autor hacer clic en la imagen. 

No es un libro de oración, es un libro para ORAR. Nos despierta a tener un trato de amistad con Dios sintiéndonos amadas por Él.






 

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