LA CEGUERA DE HOY ES
“NO PREGUNTAR AL OÍR QUE PASA GENTE”
Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS
Fray Federico Allara O.F.M
Animación a la lectura PALABRA DE DIOS
5 minutos de nuestro "día a día"
Un ciego y pobre pedía limosna a la entrada
de Jericó. Oyó que pasaba gente y preguntó qué ocurría.
Pasaba
Jesús de Nazaret.
Es preciso resaltar lo de Nazaret, porque
de
Galilea no sale nada bueno en
relación al Mesías.
Así
erramos los sabios interpretando, aunque sea Natanael. (Jn1,45 ss)
En
dos mil años, ¡cuánta gente de toda
raza, edad y condición ha pasado siguiendo
y dando la vida por Jesús!
¿Qué
ceguera y pobreza hay en nuestro
corazón para no interrogarnos seriamente
ante esta realidad innegable?
Bartimeo
se sabía ciego y pobre; quien no acepta la pobreza que le cubre y
la ceguera con la que ve sólo lo que quiere, no se pregunta ni se interroga.
“Jesús, Hijo de David, ten
compasión de mí”.
El
ciego no pide sólo compasión, llama a Jesús con un acto de fe.
Es
curiosa la indicación de los que iban delante; querían hacerle callar.
Jesús
asegura que es mejor ocupar los últimos
lugares.
Ante
las palabras de fe, Jesús
se detuvo y pidió que acompañaran al ciego.
“¿Qué quieres que haga por
ti?”.
Es
la pregunta que Dios nos sigue
haciendo. Oírla, exige la pobreza de saberse necesitado, aun
creyendo que se tiene lo suficiente para vivir.
Con
todo lo que ven nuestros ojos y lo que conoce nuestra mente y nuestro corazón,
¿tenemos suficiente para encauzar la vida con sentido, desde su origen a su fin…, y el más allá? (Porque el deseo de
inmortalidad es innato).
“Señor, haz que vea”
A
Jesús le conmueve la fe, la confianza
puesta en Él, el amor. Por esto dice:
“Recobra la vista. Tu
fe te ha salvado”.
Jesús
habla de salvación.
Podemos
vivir y morir ciegos.
Jesús
nos dice que Bartimeo está salvado, que
no sólo ve ya con sus ojos, sino también con los del alma.
El
ser humano que ve desde el alma sigue
a Jesús y glorifica a Dios, porque entiende lo que no pueden los sabios de Dios con sus interpretaciones.
Seguir
a Jesús es ver a Dios con fe, como nos lo ha
revelado finalmente.
Todas
la Religiones nos dicen que creen en Dios
y que lo ven, y creemos en lo que dicen.
Siendo
así, ¿por qué no vivimos todos en comunión de fe y de amor, como lo pide el
único Dios, y damos testimonio de unidad en su Nombre, desde la religiosidad?
Jesús
dice que la
fe salva.
¿Puede
ser diferente en cada Religión cuando
es don
de Dios y medio necesario para verle?
¿Puede
ser algo personal subjetivo o comunitario,
propio de las Religiones?
Te doy gracias, Padre, por desear la unidad de la Humanidad y no sólo de las Religiones; por el respeto a todos los seres humanos en su vida y fe; por haber renacido dentro de la Iglesia católica, con el don de la fe en Jesús de Nazaret, Dios y Hombre verdadero, por el Espíritu Santo.
F. Allara
LA CEGUERA DE HOY ES
“NO PREGUNTAR AL OÍR QUE PASA GENTE”
Jesús dice que la fe salva.
“Señor, haz que vea”
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