CREER EN DIOS ES NO DUDAR DE LA RESURRECCIÓN DE LOS MUERTOS
Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS
Animación a la lectura PALABRA DE DIOS
5 minutos de nuestro "día a día"
25 de noviembre. Ciclo -A
Existiría
una contradicción de lógica razón creer
en Dios y dudar de la
Resurrección de Jesús y que todos hemos de resucitar.
Creer
en el Dios revelado en Cristo Jesús es
creer en el Ser divino, Uno y Trino.
La
fe es Don
y es objetiva, sin negar que haya caminos por los que el ser humano puede
llegar a conocer a Dios; otra cosa es hacer de Dios lo que interpreta cada Religión o pensar que hay tantos dioses como
personas creyentes.
La
Resurrección de Jesús es el eje de la Fe cristiana.
Una
cosa es que pase por la mente un flas
interrogante, que no tiene nada que
ver con un estado permanente emocional e
intelectual de duda.
Los
saduceos no creían que el ser humano pueda resucitar, y
pusieron a prueba a Jesús apoyados en la Escritura en un caso hipotético.
Los
humanos, de una duda o de una difícil
argumentación, a veces deducen una sentencia, y de ambos casos no puede ser cierta.
Jesús
distingue entre la vida temporal y la eterna.
La
contradicción no está en afirmar la
resurrección de los muertos, sino en creer
en Dios eterno y negar la vida eterna.
Vivir
en el tiempo es convivir los seres humanos, y desde la fe, siendo imagen de Dios-Comunidad de
Amor, tenemos el mandamiento de amarnos
unos a otros, con el fin de realizarnos como seres humanos.
De
este convivir se concretan varias posibilidades, ninguna única y esencial, y entre ellas el matrimonio.
La
razón es la necesidad que todos tenemos del prójimo,
sabiendo que nadie es un absoluto que puede llenar la sed de
la vida del ser humano.
Cada
uno de nosotros, en la medida de entender el amor, podemos llenar espacios de
soledad y de vida, creando estados de felicidad y libertad, pero la sed del corazón y de la mente humana sólo la llena Dios.
Esta
es la razón
por la que, llegados a la vida eterna, es decir, llegados a ser-en-Dios, el ser humano viva su medida de plenitud
personal sin la necesidad de otro prójimo, como lo necesitamos todos en la vida temporal.
Jesús
da dos razones importantes:
1. Quien resucita ya no vuelve a morir.
2.
Y
la parte de herencia gratuita es ser hijos
de Dios en Cristo.
Jesús responde a los saduceos desde donde preguntan; cita a Moisés en el texto donde el fuego no se consumía diciendo que,
“El Señor es el Dios
de Abraham, Dios de Isaac y Dios de Jacob.
Dios no es Dios de muertos, sino de vivos,
porque para Él todos viven”
En
otro encuentro con sus perseguidores
les dijo que Él era anterior a Abraham.
Jesús
es Dios y Hombre verdadero, Primogénito de toda criatura.
Él es el Hombre total y en Él hemos resucitado todos.
F. Allara
llegados a la vida eterna,
llegados a ser-en-Dios,
el ser humano viva su medida de plenitud personal sin la
necesidad de otro prójimo,
como lo necesitamos todos en la vida temporal"
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