Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS
Animación a la lectura PALABRA DE DIOS
5 minutos de nuestro "día a día"
Domingo 26 Noviembre
Como
llega a nosotros la Palabra de Dios,
llega Cristo resucitado al Altar, así hemos de ver cómo vino el Reino de los cielos a la tierra cuando María dijo Sí a
la voluntad del Padre, saludada por el Ángel.
El Reino de los cielos no
vino al mundo de forma espectacular; a unos pastores se les dijo
que fueran a ver a “un Niño acostado en un pesebre” y a unos
Magos que buscaban la Verdad, llegaron al mismo lugar conducidos por una
estrella.
¿Qué
vieron los pastores y los Magos?
Lo
que Dios les hizo ver en su interior.
Por esto se nos dice que el Reino de Dios está dentro de nosotros.
Si está dentro, la manifestación del Reino de Dios es nuestro amor a los demás en su Nombre; nuestra vida como verdad, justicia, paz…
Esto es hacer que venga Su Reino como rezamos
en el Padre nuestro. Así es como Dios reina en cada uno.
Entendemos
que el Reino de los cielos es un Reino del interior de las personas y un
Reino que se manifiesta en medio del mundo desde la realidad de Dios por medio
de la verdad de los creyentes.
Siendo
que corresponde a lo más íntimo, es lo que debe ser revelado y
manifestado fuera de nosotros desde la verdad interior, que significa la
verdad de la integridad de la persona.
Así
conocemos, vemos y creemos que el
Reino de Dios es el reinado de un Pueblo, la Comunidad eclesial de los
bautizados, que tienen por Rey a Cristo Muerto y Resucitado.
Un Rey revelado, conocido históricamente.
Un Rey
oculto en su divinidad, pero revelado como Rey de paz,
de justicia, de verdad y de amor.
El
Reino de Dios en nosotros por el Espíritu
Si
queremos que fructifique en nosotros su Reino escuchemos la voz del Espíritu Santo, que es el que reza en
nosotros con “gemidos inenarrables”.
El
Espíritu Santo conoce la voluntad del Padre y es el artífice de nuestra
libertad para que lleguemos a ser lo que Dios ha pensado de cada uno, para su
propio bien y realización humana.
Este es el Rey que ha vencido la muerte.
Por esto entendemos que este Pueblo, que ahora camina en tinieblas, llegará a ser la Jerusalén celestial, como vida perdurable que todos deseamos, y que es la sucesión “natural-sobrenatural” de la Iglesia peregrina, donde Dios lo será todo en todos por Cristo nuestro Rey.
Demos
gracias a nuestro Rey y Señor que se ha manifestado en
nuestra Historia y lo sigue haciendo en
nuestra vida en situaciones adversas y en la “noche de nuestro espíritu”
Dios
es el que Es, y Cristo Jesús es nuestro Rey y Señor.
Comentario-Meditación extraída del libro de
FEDERICO ALLARA ARAGÓ O.F.M
SER
EN VERDAD, PALABRA DE VIDA, Para un crecimiento
humano, espiritual en libertad.
TOMO
II ORACIÓN Y VIDA
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