DIOS ES SEÑOR DE ETERNA MISERICORDIA Y JUSTO
Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS
Animación a la lectura
PALABRA DE DIOS
5 minutos en nuestro "día a día"
Lucas 16, 1-13 |
DOMINGO XXV TIEMPO ORDINARIO CICLO C
Quien
diga que Dios nos ha abandonado, dejándonos de su
mano después de habernos creado, se
equivoca.
Ayer
recordaba que, Dios creó con su
Palabra todo cuanto existe, incluida
la unidad del hombre, en su diferencia singular y personal de mujer
y hombre, libre, a su imagen, viendo que todo lo creado era bueno.
La
realidad de un mundo desproporcionado en riqueza,
pobreza y miseria, en guerras de intereses económicos y de poder, es la auténtica negación de Dios; porque negar lo que ha hecho “bien
y bueno”, en relación con la Naturaleza y todas las criaturas y, sobre
todo negar al hombre, su
semejante, es el verdadero
ateísmo, más que negar su existencia.
· Dios,
desde siempre ha advertido lo que hacemos con los pobres y humildes.
“Escuchad, los que
pisoteáis al pobre y al humilde”
No
sólo dice esto, sino que, acusa a los
poderosos de la deshonra de su
práctica religiosa, que está lejos de ser una
celebración de alabanza a Dios y una Fiesta; esperan que pasen estos días para
abrir sus comercios fraudulentos
donde menosprecian al pobre y al humilde.
· Dios oculta su rostro, como claramente hablan los
Profetas, ante una religión vivida
con intenciones de volver al negocio y a la vida de lucha de poderes
económicos, políticos y religiosos, terminadas las Fiestas.
Hagamos
nuestra la reflexión de Amós.
El
domingo debería ser un día de más convivencia familiar;
disfrutar del amor esposos, padres e hijos.
En
el día del Señor deberíamos dedicar más tiempo a la relación con Dios.
“Dame cuenta de tu
administración”
Casi
todos hemos olvidado que, somos
administradores de lo que tenemos material y espiritualmente.
El
hombre moderno
propone una educación que favorece la “suficiencia”; como si
fuera nuestro el mérito y la capacidad de
cuanto tenemos; no piensa que,
la misma vida nos va poniendo límites,
hasta ser dependientes de todo.
El
pobre,
si es humilde, está libre de
pretensiones.
· Dios
no nos quiere pobres, sino que, reconozcamos que lo somos.
Ésta es la sabiduría que
ayuda a
valorar lo que tenemos; empezando por amar a quienes amamos y a quienes nos
aman y, reconocer que no somos dueños de nuestra vida, y menos de la
vida de los demás.
Esta sabiduría ayuda
a valorar la fe, a pedirla y a ser
agradecidos a Dios.
El
texto es muy claro;
no nos confundamos.
“Los hijos de este mundo
son más astutos que los hijos de la luz”
Se
nos educa,
y también tendemos naturalmente, a ser capaces de imaginar con astucia lo que
deseamos conseguir de forma inmediata.
Lo
constatamos en las cosas más insignificantes de la vida
-no siempre tan insignificantes- porque de la apetencia de lo pequeño revelamos
nuestra cotidiana manera de ser, que es la que cuanta a los ojos de
Dios.
· Jesús resalta la astucia y la capacidad
de decisión del hombre,
que ve que pierde su trabajo; este es capaz de saber administrarse de forma
sagaz, aunque sea injusta; este modo de proceder no lo aprueba Jesús; sí valora su prontitud sagaz.
¡Si fuéramos tan decididos
y capaces de ser justamente sagaces para la evangelización, otra sería
la forma de vivir la fe, la educación personal y comunitaria, y la convivencia
familiar!
· Dios es paciente y misericordioso;
nosotros ¿somos capaces de hacer lectura
de los signos de los tiempos?
El profetismo actual viene
marcado
por la advertencia, que se nos oculta; hoy son más de 56 los
conflictos bélicos que hay en el mundo; no solo lo triste, social, político y
religioso de Ucrania y, sobre todo, de Gaza.
¡Qué
difícil es ser objetivo hoy!
¡Qué
fácilmente usamos criterios de color político o religioso para juzgar
los hechos actuales, que
se nos cuentan muy subjetivamente cómo quieren!
“Ningún siervo puede
servir a dos señores”
No
olvidemos que,
creyentes o no, al final de la vida, se
nos pide cuenta a todos de los bienes administrados.
Desde
la propia vida,
que no nos la hemos dado, ¿qué es
propiamente nuestro? ¿Qué tenemos que sea nuestro y para siempre?
· Dios es el Señor de eterna Misericordia y Justo,
sobre todo, cuando nos presenta a su
Hijo, Palabra que ha creado todo, y crucificado,
para recrearlo. ¡Para pensarlo profundamente!
El
otro señor es el dinero, que hace falta, es
cierto; pero también sucede que, quien más tiene más quiere pensando que lo
necesita.
Se
dice de San Francisco de Asís que, “necesitaba
muy poco para vivir, y lo que necesitaba lo necesitaba muy poco”; llegó
a ser un hombre libre y feliz, que al final de su vida sólo creía y vivía
por el Amor que había conocido, habiendo llegado a ser él mismo una imagen
de Cristo crucificado.
No
hagamos demagogia de algo tan claro y profundo,
ni pensemos en ideales de vida; sencillamente examinemos si somos astutos para las cosas del mundo y no para las de
Dios, que sería para nuestro bien y el bien común.
“Quiero que los hombres oren en todo lugar, alzando unas manos limpias,
sin ira ni divisiones”
Federico Allara
SANTORAL DEL DÍA
s. Mateo, apóstol y evangelista
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