miércoles, 10 de septiembre de 2025

"A VOSOTROS LOS QUE 

ME ESCUCHÁIS"

 Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS

Fray Federico Allara O.F.M

Animación a la lectura 

PALABRA DE DIOS

5 minutos en nuestro "día a día"

Colosenses 3, 12-17

El amor a los enemigos
(Mt 5.38-48; 7.12)
27 “Pero a vosotros que me escucháis os digo: Amad a vuestros enemigos, haced bien a los que os odian, 28 bendecid a los que os maldicen, orad por los que os insultan. 29 Al que te pegue en una mejilla ofrécele también la otra, y al que te quite la capa déjale que se lleve también tu túnica. 30 Al que te pida algo dáselo, y al que te quite lo que es tuyo, no se lo reclames. 31 Haced con los demás como queréis que los demás hagan con vosotros. 32 “Si amáis solamente a quienes os aman, ¿Qué hacéis de extraordinario? ¡Hasta los pecadores se portan así! 33 Y si hacéis bien solamente a quienes os hacen bien a vosotros, ¿Qué tiene de extraordinario? ¡También los pecadores se portan así! 34 Y si dais prestado sólo a aquellos de quienes pensáis recibir algo, ¿Qué hacéis de extraordinario? ¡También los pecadores se prestan entre sí esperando recibir unos de otros! 35 Amad a vuestros enemigos, haced el bien y dad prestado sin esperar nada a cambio. Así será grande vuestra recompensa y seréis hijos del Dios altísimo, que es también bondadoso con los desagradecidos y los malos. 36 Sed compasivos, como también vuestro Padre es compasivo.
No juzgar a otros
(Mt 7.1-5)
37 “No juzguéis a nadie y Dios no os juzgará a vosotros. No condenéis a nadie y Dios no os condenará. Perdonad y Dios os perdonará. 38 Dad a otros y Dios os dará a vosotros: llenará vuestra bolsa con una medida buena, apretada, sacudida y repleta. Dios os medirá con la misma medida con que vosotros midáis a los demás.”

DÍA 11 SEPTIEMBRE  CICLO  -C

·       Aprender a saber escuchar es un don que hay que pedir.

¡Que Dios nos libre de ser personas que “sólo” saben hablar!;

Hay personas que, saben hablar, pero interrumpen ante la primera palabra que expresa el prójimo, identificándose con lo que han empezado a oír, sin escuchar. Es una sutil manifestación del ego, de difícil percepción personal.

Escuchar es:

·       Saber leer hasta el final un escrito, para entenderlo.

·       Un reflejo de la educación personal.

Interrumpir o no dejar hablar es una falta de respeto y de educación; como lo es leer por encima lo que puede ser un medio de acercarse el prójimo y, entre ellos, Dios.

“A vosotros los que me escucháis os digo”

Jesús expresa “dos actitudes” de los que se acercan a Él:

·       Hablaba a “los que le escuchaban”.

·       Muchos de los que le seguían “no le escuchaban”.

-        Cuando hablamos lo hacemos considerando que se nos escucha;

-        Cuando alguien nos habla considera que le escuchamos;

 Quien no escucha no pone intención de querer entender. Es mejor callar ante quien no quiere escuchar; ¡hasta Jesús callaba!

Es imprescindible tener una actitud y disposición de escucha para llegar a creer porque, lo que Jesús nos pide excede lo puramente natural humano.

Las palabras de Jesús nos llaman a la conversión, que es la actitud con la que demostramos  haber “entendido la Verdad que nos comunica “escuchando” con fe su Palabra.

Si amáis a los que os aman, ¿qué mérito tenéis?”

La primera cuestión, para reflexionar, no es si amamos a los enemigos y a los que nos odian, sino examinarnos si de verdad amamos a los que nos aman.

No demos por supuesto que amamos, y mucho menos que amamos a los que nos aman; no es fácil saber de amor y menos saber amar.

·       Amar exige una educación y hasta una conversión.

El amor es una virtud, que la pensamos todos con propiedad, sin embargo, ¡cuántos sufrimientos son causa de no saber amar y de no saber escuchar!

¿Nos hemos detenido a pensar que, muchas de las dudas que tenemos sobre Dios, y de la falta de “disposición” a querer creer en Él, radican en una falta de educación al no detener el pensamiento y los sentimientos para “escuchar” a Jesús?

Nos duele al ser conscientes de no ser escuchados; o por no dejar hablar al prójimo; ¡pensemos  la manera que tenemos de tratar a Dios! a quien le debemos la vida, el presente, cuanto somos y tenemos, y el futuro.

Cuando Jesús nos pide algo grande o difícil para  pasar de lo humano a ser testigos del Amor divino, primero examinemos nuestra manera real de ser humanos; no nos esforcemos en querer entenderlo, no pretendamos dar saltos al vacío.

Nadie llega a la cumbre sin cansarse de subir; humildes ante desánimos, conducidos superando lo humano para recibir el don de experimentar:

“Una medida generosa, colmada, remecida, rebosante pues con la medida que midiereis se os medirá”

Miremos cómo es nuestro trato con Jesús, de educado y de escucha.        

Federico Allara


SANTORAL DEL DÍA

b. Buenaventura de Barcelona, 

religioso franciscano


¿QUIEN?






1 comentario:

Anónimo dijo...

Señor Jesucristo ,que mi corazón agitado por la prisa y el descontento de ver un mundo que no te sigue, encuentre sociego,y paz en la contemplación de Tu Presencia ,Eucarística