“TENED CEÑIDA LA CINTURA Y ENCENDIDAS LAS LÁMPARAS
Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS
Animación a la lectura
PALABRA DE DIOS
5 minutos en nuestro "día a día"
(Clic en los textos para leer)
Lucas 12,32-48
Riquezas en el cielo (Mt 6.19-21) 32 “No tengáis miedo, pequeño rebaño, que el Padre, en su bondad, ha decidido daros el reino. 33 Vended lo que tenéis y dad a los necesitados; procuraos bolsas que no envejezcan, riquezas sin fin en el cielo, donde el ladrón no puede entrar ni la polilla destruye. 34 Pues donde esté vuestra riqueza, allí estará también vuestro corazón. Hay que estar preparados 35 “Estad preparados y mantened vuestras lámparas encendidas. 36 Sed como criados que esperan que su amo regrese de una boda, para abrirle la puerta tan pronto como llegue y llame. 37 ¡Dichosos los criados a quienes su amo, al llegar, encuentre despiertos! Os aseguro que los hará sentar a la mesa y se dispondrá a servirles la comida. 38 Dichosos ellos, si los encuentra despiertos aunque llegue a medianoche o de madrugada. 39 Y pensad que si el dueño de la casa supiera a qué hora va a llegar el ladrón, no dejaría que se la abrieran para robarle. 40 Estad también vosotros preparados, porque el Hijo del hombre vendrá cuando menos lo esperéis.”v La fidelidad y la infidelidad en el servicio (Mt 24.45-51) 41 Pedro le preguntó: –Señor, ¿has contado esta parábola sólo para nosotros, o para todos? 42 Dijo el Señor: “¿Quién es el mayordomo fiel y atento, a quien su amo deja al cargo de la servidumbre para repartirles la comida a su debido tiempo? 43 ¡Dichoso el criado a quien su amo, al llegar, encuentra cumpliendo con su deber! 44 De verdad os digo que el amo le pondrá al cargo de todos sus bienes. 45 Pero si ese criado, pensando que su amo va a tardar en volver, comienza a maltratar a los demás criados y a las criadas, y se pone a comer, beber y emborracharse, 46 el día que menos lo espera y a una hora que no sabe llegará su amo y lo castigará. Le condenará a correr la misma suerte que los infieles. 47 “El criado que sabe lo que quiere su amo, pero no está preparado ni le obedece, será castigado con muchos golpes. 48 Pero el criado que por ignorancia hace cosas que merecen castigo, será castigado con menos golpes. A quien mucho se le da, también se le pedirá mucho; a quien mucho se le confía, se le exigirá mucho más. |
XIX DOMINGO TIEMPO ORDINARIO CICLO -C
“La fe es
fundamento de lo que se espera y garantía de lo que no se ve”
Los
inicios del Cristianismo no fueron fáciles; frecuentemente
caían en un cierto desengaño por la creencia en que, Jesús “subía al cielo y
regresaba” y mientras tanto su vida era amenazada peligrosamente.
S.
Pablo,
que vive estos comienzos, quiere animar
a los seguidores de Cristo, y recurre a la vida de los primeros elegidos de los
que nos habla la Biblia; les dice que,
la única fuerza que los sostuvo en las dificultades que tuvieron, ante el “don” de verse elegidos y llamados,
en la realidad que les tocó vivir, fue
la Fe.
· La Fe es experiencia de Dios.
No
hay experiencia sin conocimiento, y menos sin trato habitual y libremente
personal,
· La Fe es el “don” de aceptar el
ofrecimiento de encuentro real y verdadero con Dios.
Los
cristianos católicos, tenemos unos medios reales, que son los Sacramentos, donde la Fe
pasa por creer en la Iglesia católica y en lo que Ella nos ofrece, y en Ella
hemos de vivir.
Es
esencial, desde el bautismo, el encuentro
con Dios, mediante la celebración del Memorial de Cristo, Muerto y Resucitado,
comiendo el Pan bajado del cielo y bebiendo la Sangre del Redentor.
· La Fe es obediencia al Amor, no
a ninguna ley porque, desde Jesús, conocer
a Dios, es haber conocido el Amor.
Este conocimiento significa
el asombro de contemplar a Dios hecho Hombre, amándonos,
perdonándonos sin merecimiento; dando la vida siendo enemigos, y ofreciéndonos
el alimento espiritual de su Cuerpo y de su Sangre, para permanecer en la Fe y en la Esperanza en medio de la tribulación de la vida, sabiendo que Dios no fracasa
ni engaña; quién miente es el diablo.
· Fe es tener una confianza sin límites
en la Bondad y la Misericordia divina.
Por
esto, los hombres de Fe, han permanecido fieles en la tribulación y en la
persecución y ante todo desengaño de la vida; Dios nunca falla; es la realidad del mundo la que pretende
hacernos tambalear en la Fe.
Tener Fe es vivir siempre de
forma dinámica;
la Fe es contraria a la rutina, al cumplimiento legal y a quedarnos pasivos
ante la realidad que vivimos.
· Fe es crecer continuamente sabiendo
que, caminamos hacia una plenitud de
encuentro y de vida.
· Fe es poseer anticipadamente los bienes
que esperamos; es
conocer anticipadamente aquello que todavía no vemos.
Dos
verbos: poseer y conocer. No se
posee lo que no se conoce.
Y
en cuanto a la Fe es un “conocer” y un “poseer” con temor; porque nadie
tiene la garantía de esta posesión.
· La Fe es don que garantiza el
conocimiento de Dios, desde el respaldo del Magisterio de la
Iglesia católica.
Bueno
es recordar lo difícil que fue para Abraham, Isaac, Jacob, Sara…, la Fe. Pero, gracias a la Fe… (He. 11,1-2. 8-19)
“Tened ceñida
la cintura y encendidas las lámparas”
No
olvidemos que nosotros, no hemos recibo mucho, sino que lo hemos recibido todo
y de forma tan gratuita como inmerecida; de tal manera que, teniéndolo todo,
como ya dijo Pablo al Pueblo judío, no siempre lo vivimos con asombro; debería
impresionarnos, entrar en un templo
que, allí está Dios, en la Presencia real de Cristo
Resucitado, como signo y testigo de la Verdad del Amor trinitario. También el
interior de cada ser humano es Templo de Dios.
¿Nos
asombramos y creemos que comemos el Cuerpo de Cristo al cogerlo con la mano
cuando participamos en la Eucaristía?
Quienes
nos miran y se relacionan con nosotros deberían ver “signos”, “actitudes” que
revelan nuestro encuentro con Jesús al participar de un Banquete considerándonos
invitados por el mismo Dios para ser sus testigos en nuestras sociales,
familia, etc
¿Pensamos
en tener la “cintura ceñidas y encendidas las lámparas?
Además
de pensar que Jesús ha de volver, no sabemos cuándo.
Esta
última venida es Palabra de Dios; y hemos de pensar en ella.
¿Pensamos
que la venida de Jesús acontece en cada momento en el encuentro con las
personas y viviendo en medio de la sociedad que formamos los humanos?
Dios,
en la Persona de Jesús, nacido de María, estuvo entre
nosotros y, resucitado sigue entre
nosotros.
No
es fácil creer en el Dios-con-nosotros, no sólo en la celebración
eucarística y cuando nos relacionamos en oración o en liturgia. Dios está donde haya un ser humano; y
los seres humanos están cerca de nosotros, cada uno somos uno de ellos “aconteciendo Dios” en cada vida, en
cada presente, en cada momento.
“Tener ceñida la cintura
y encendidas las lámparas” quiere decir estar atentos ante cada vida y ante cada
circunstancia porque, “Dios pasa
como uno cualquiera entre todos” viendo como le tratamos en cada prójimo y
en nuestra propia vida.
¿Nos
preocupa tener la vida pendiente de un hilo que, se puede quebrar en cualquier
momento y por cualquier circunstancia?
Cristo
“llega cada día al Altar”.
¿Somos
conscientes de esta venida permanente de Jesús?
¿Pensamos
que Dios está “descendiendo permanentemente en el mundo, porque permanentemente
se está celebrando su memorial?
¿Qué
hace Dios?, se preguntan muchos.
-
Venir
y venir, y
no dejarnos jamás, tal como lo prometió
y resucitarnos cada día.
Los
que nos llamamos creyentes católicos, ¿somos
conscientes del “don” de la Fe y de lo que por ella celebramos, y de lo que
significa la Presencia de Dios en el Altar?
“A quien mucho se le dio,
mucho se le reclamará, a quien mucho se le confió, mucho se le pedirá”.
Es
grande el don de la Fe, es grande el don del Amor, es grande ser padres, es
grande ser sacerdotes, es grande vivir dentro de la Comunidad eclesial…
Lo tenemos todo, y todo al alcance de la mano,
sin ley; sólo por Amor, demandando amor.
Federico. Allara
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