“PÍDEME LO QUE QUIERAS
Y TE LO DARÉ”
Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS
Animación a la lectura
PALABRA DE DIOS
5 minutos en nuestro "día a día"
(Clic en los textos para leer)
1 Tesalonicenses 4, 1-8
Marcos 6,17-29
DÍA 29 AGOSTO CICLO -C
Este
es el error del mundo; lo es de los que tienen “poder
para prometer dar”; y cuando
creemos que, “del mundo y de las personas” podemos recibir lo que
necesitamos.
La
vida del ser humano no se sacia nunca “sólo de lo material ni de lo espiritual”,
que nos puede dar otro ser humano.
· La sed del espíritu humano,
el alma inmortal, no
lo sacia Dios ni en este mundo; recibimos
de Él hasta comer y beber de su Ser en Cristo y, aún así, no llegamos a saciarnos, sino a necesitar de más “comida y
bebida” de su SER Divino, hasta llegar a la medida de nuestra plenitud en
Dios.
Cuidado
en prometer; puede que alguien nos pida, como le pasó a Herodes, no lo
que está en nuestro poder, sino, a veces, lo
que es propio de la vida del prójimo; Herodes sintió que le pidieran
la cabeza de Juan Bautista, pero accedió a darla.
¡Cuántas
cabezas humanas, hoy y siempre, han sido y son ofrecidas a la muerte por el
poder de algunos!; no hace falta morir físicamente.
Muchos
seres humanos caminan con su espíritu muerto, con su alma inmortal; las
contradicciones espirituales de los humanos esclavizados.
Herodes “respetaba a Juan”; sabía que era “un
hombre justo, santo” y lo defendía; le hacían pensar las palabras de Juan,
pero
“¡Había mandado prender a Juan
y lo metió en la cárcel
encadenado”
La conciencia no muere por encadenar a quien su voz acusa en verdad, alejándole de la
vista ni, llegado el día, dándole muerte.
La Verdad es más
fuerte que todo poder y que la misma muerte.
Hoy piensan los que tiene poder que, con
legalizar lo ilícito, se le da garantía moral y libertad para permitirlo.
“El rey se puso muy triste”
-
Sentía en su espíritu la contradicción de lo
que, sentía por Juan y lo que le pedía la hija de Herodías.
“Pero, por el juramento y por los convidados,
no quiso
desairarla”
Jesús nos avisa que no juremos por nada. Para Herodes era más esencial el juramento
dado a la hija de Herodías que, la voz de su conciencia.
¡Cuántas veces queda Dios marginado, alejado libremente, subjetivamente; es la
Presencia de Dios, independiente de nuestro pensar y hacer, por vergüenza, por el “qué dirán”… desde
nuestra condición humana conocida!
¡Como si Juan no fuera un ser humano…! “enseguida le mandó a
uno de su guardia que trajese la cabeza de Juan”
Vemos, una vez más cómo Dios consiente.
Jesús vivía “entre nosotros” y marchó al desierto al conocer la muerte de Juan.
No es la muerte, tantas veces causada por el poder, el final de la vida.
Desde la fe sabemos que, muchos
son elegidos y guardados para el martirio, que obra la salvación, asemejándose al mismo
Cristo, de quien el Padre consintió su Muerte de Cruz para la
Salvación de todos.
Dios
es Justo y practica la Justicia. Sin fe no se entiende a Dios.
Federico Allara
SANTORAL DEL DÍA

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