miércoles, 20 de agosto de 2025

 "MUCHOS SON LOS LLAMADOS, 

PERO POCOS LOS ELEGIDOS"

 Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS

Fray Federico Allara O.F.M

Animación a la lectura 

PALABRA DE DIOS

5 minutos en nuestro "día a día"

(Clic en los textos para leer)

Jueces 9, 6-15

Mateo 22,1-14

Parábola del banquete de bodas
(Lc 14.15-24)
22
Jesús se puso a hablarles otra vez por medio de parábolas. Les dijo:
“El reino de los cielos puede compararse a un rey que hizo un banquete para la boda de su hijo. Envió a sus criados a llamar a los invitados, pero estos no quisieron acudir. Volvió a enviar más criados, encargándoles: ‘Decid a los invitados que ya tengo preparado el banquete. He hecho matar mis novillos y reses cebadas, y todo está preparado: que vengan a la boda.’ Pero los invitados no hicieron caso. Uno se fue a sus tierras, otro a sus negocios y otros echaron mano a los criados del rey y los maltrataron hasta matarlos. Entonces el rey, lleno de ira, ordenó a sus soldados que mataran a aquellos asesinos y quemaran su pueblo. Luego dijo a sus criados: ‘Todo está preparado para la boda, pero aquellos invitados no merecían venir. Id, pues, por las calles principales, e invitad a la boda a cuantos encontréis.’ 10 Los criados salieron a las calles y reunieron a todos los que encontraron, malos y buenos, y así la sala del banquete se llenó de convidados.
11 “Cuando el rey entró a ver a los convidados, se fijó en uno que no iba vestido para la boda. 12 Le dijo: ‘Amigo, ¿Cómo has entrado aquí, si no vienes vestido para la boda?’ Pero el otro se quedó callado. 13 Entonces el rey dijo a los que atendían las mesas: ‘Atadlo de pies y manos y arrojadlo fuera, a la oscuridad. Allí llorará y le rechinarán los dientes.’ 14 Porque muchos son llamados, pero pocos escogidos.”

DÍA 21 AGOSTO CICLO  -C

Leer el Evangelio, o comentar sus textos, no es sólo leer un libro; en el momento que lo abrimos estamos ante Jesús “viviendo lo que nos dice hoy a nuestra vida”.

Si no aceptamos esta realidad de fe será imposible disponer nuestro espíritu ante Él, que vive resucitado en nosotros; y no podremos deducir su verdadera enseñanza.

No es lo mismo leer lo escrito de una persona, que desea nuestro bien, a hablar directamente con ella. Jesús no es un pasado, sino un presente vivo.

“Muchos son los llamados, 

pero pocos los elegidos”

Todos estamos llamados. La disposición de creencia, de religiosidad o de negación de Dios es problema nuestro, no de Dios, que es inmutable en su Ser y libre para amar y llamar a toda la Humanidad.

·      La llamada es desde Cristo en la Cruz muriendo por todos; enviando a sus Apóstoles por todas las naciones como testigos de su Buena Noticia.

Este es el significado de “muchos”, que no queda reducido a algunos, sino referido a todos. La disminución de “todos” la concreta nuestra libertad.

·   La elección aclara la distinción, que tiene sentido diferente a la llamada.

·  La elección, por parte de Dios, es llamar a todos; el resultado de su elección es la respuesta personal de cada uno a su llamada.

“El reino de Dios 

se parece a un rey que 

celebraba la boda de su hijo”

El Hijo de Dios encarnado vino a celebrar su Boda; es el Esposo de la Humanidad a la que Dios ha convidado, ha llamado a todos a participar del fruto de la Boda, que es entrar a formar parte de su Cuerpo, que es Iglesia.

Mandó criados para que llamaran 

a los convidados, 

pero libremente no quisieron ir

ellos no hicieron caso”

·     Las parábolas de Jesús tocaban lo más íntimo de la conciencia de su Pueblo llamado y elegido.

También hoy, en la medida en que leemos o escuchamos lo que nos dice, nuestros sentimientos son igual a los que le seguían con agrado, o a los que sentían que Jesús hablaba a su duro corazón.

Dios quiere nuestro bien; es el Amor que muere por salvarnos; pero si, “nuestro yo” no quiere podemos llegar a ser capaces y rebeldes ante el mejor amor.

No tiene mayor importancia la humilde meditación que os llega cada día, aunque sí puede reflejar lo que hacemos con Jesús: escucharle agradecidos; pasar y no hacer una lectura pausada y reflexiva; o percibir que lo escrito es con intención de remover aguas que desean reposar tranquilas.

Os deseo todo bien; y sé que lo deseáis también para mí; cuanto digo es con la intención de ayudar a discernir y crecer en fe y amor; como lo es vuestra oración para mí.

“Amigo, ¿Cómo has entrado 

aquí sin el vestido de boda?”

Es la aclaración de la elección, diferente a la llamada.

·     Jesús, ayer y hoy, no deja a nadie indiferente y, hablar o callar de Él, no teniendo la disposición que merece, es acudir a la boda sin la condición que requiere la invitación a ella.

En espíritu no caben términos medios; o se está con Él o, de alguna manera, contra Él; estamos con la Verdad o con el triste juego de las verdades.

Jesús llama a todos, pero no todos podemos sentirnos elegidos.

Federico Allara 


SANTORAL DEL DÍA 

s. Bernardo, abad y 

doctor de la Iglesia



CARA A CARA






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