"MUCHOS SON LOS LLAMADOS,
PERO POCOS LOS ELEGIDOS"
Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS
Animación a la lectura
PALABRA DE DIOS
5 minutos en nuestro "día a día"
(Clic en los textos para leer)
Jueces 9, 6-15 |
Mateo 22,1-14Parábola del banquete de bodas (Lc 14.15-24) 221 Jesús se puso a hablarles otra vez por medio de parábolas. Les dijo: 2 “El reino de los cielos puede compararse a un rey que hizo un banquete para la boda de su hijo. 3 Envió a sus criados a llamar a los invitados, pero estos no quisieron acudir. 4 Volvió a enviar más criados, encargándoles: ‘Decid a los invitados que ya tengo preparado el banquete. He hecho matar mis novillos y reses cebadas, y todo está preparado: que vengan a la boda.’ 5 Pero los invitados no hicieron caso. Uno se fue a sus tierras, otro a sus negocios 6 y otros echaron mano a los criados del rey y los maltrataron hasta matarlos. 7 Entonces el rey, lleno de ira, ordenó a sus soldados que mataran a aquellos asesinos y quemaran su pueblo. 8 Luego dijo a sus criados: ‘Todo está preparado para la boda, pero aquellos invitados no merecían venir. 9 Id, pues, por las calles principales, e invitad a la boda a cuantos encontréis.’ 10 Los criados salieron a las calles y reunieron a todos los que encontraron, malos y buenos, y así la sala del banquete se llenó de convidados. 11 “Cuando el rey entró a ver a los convidados, se fijó en uno que no iba vestido para la boda. 12 Le dijo: ‘Amigo, ¿Cómo has entrado aquí, si no vienes vestido para la boda?’ Pero el otro se quedó callado. 13 Entonces el rey dijo a los que atendían las mesas: ‘Atadlo de pies y manos y arrojadlo fuera, a la oscuridad. Allí llorará y le rechinarán los dientes.’ 14 Porque muchos son llamados, pero pocos escogidos.” |
DÍA 21 AGOSTO CICLO -C
Leer el Evangelio, o comentar sus textos, no es sólo leer un libro; en el momento que lo abrimos estamos ante Jesús “viviendo lo que nos dice hoy a nuestra vida”.
Si
no aceptamos esta realidad de fe será imposible disponer nuestro
espíritu ante Él, que vive resucitado en nosotros; y no podremos deducir su
verdadera enseñanza.
No
es lo mismo leer lo escrito de una persona, que desea nuestro bien, a hablar
directamente con ella. Jesús no es un
pasado, sino un presente vivo.
“Muchos son los llamados,
pero pocos los elegidos”
Todos
estamos llamados. La disposición de creencia, de
religiosidad o de negación de Dios es problema nuestro, no de Dios, que es inmutable en su Ser y libre para
amar y llamar a toda la Humanidad.
· La llamada es desde Cristo en la Cruz muriendo por todos; enviando
a sus Apóstoles por todas las naciones como testigos de su Buena Noticia.
Este es el significado de “muchos”, que
no queda reducido a algunos, sino referido
a todos. La disminución de
“todos” la concreta nuestra libertad.
· La elección aclara la distinción, que tiene sentido diferente a la llamada.
· La elección, por parte de Dios, es llamar a todos; el resultado
de su elección es la
respuesta personal de cada uno a su
llamada.
“El reino de Dios
se parece a un rey que
celebraba la boda de su hijo”
El Hijo de Dios encarnado vino a celebrar
su Boda; es el Esposo de la Humanidad a la que Dios ha convidado, ha
llamado a todos a participar del fruto de la Boda, que es entrar a formar parte de su Cuerpo, que es Iglesia.
“Mandó criados para que llamaran
a los convidados,
pero libremente no quisieron ir…;
ellos no hicieron caso”
· Las parábolas de Jesús tocaban lo más
íntimo de la conciencia de su
Pueblo llamado y elegido.
También hoy, en la medida en que leemos o escuchamos lo
que nos dice, nuestros sentimientos son igual a los que le seguían con agrado, o a los que sentían que Jesús
hablaba a su duro corazón.
Dios quiere nuestro bien; es el Amor que muere por salvarnos;
pero si, “nuestro yo” no quiere podemos
llegar a ser capaces y rebeldes ante el mejor amor.
No tiene mayor importancia la humilde
meditación que os llega cada día, aunque sí puede reflejar lo que hacemos con Jesús: escucharle
agradecidos; pasar y no hacer una lectura pausada y reflexiva; o percibir que
lo escrito es con intención de remover aguas que desean reposar tranquilas.
Os deseo todo bien; y sé que lo deseáis también
para mí; cuanto digo es con la intención
de ayudar a discernir y crecer en fe y amor; como lo es vuestra oración
para mí.
“Amigo, ¿Cómo has entrado
aquí sin el vestido de boda?”
Es la aclaración de la elección,
diferente a la llamada.
· Jesús,
ayer y hoy, no deja a nadie indiferente y, hablar o callar de Él, no
teniendo la disposición que merece, es
acudir a la boda sin la condición que
requiere la invitación a ella.
En espíritu no caben términos medios; o se
está con Él o, de alguna manera,
contra Él; estamos con la Verdad o con el triste juego de las verdades.
Jesús llama
a todos, pero no todos podemos sentirnos
elegidos.
Federico Allara
SANTORAL DEL DÍA
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