domingo, 13 de julio de 2025

 JESÚS DA INSTRUCCIONES A LOS DOCE

Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS

Fray Federico Allara O.F.M

PALABRA DE DIOS

5 minutos en nuestro "día a día"

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Éxodo 1,8-14.22

Mateo 10,34-11,1

Jesús, causa de división
(Lc 12.51-53; 14.26-27)
34 “No penséis que yo he venido a traer paz al mundo: no he venido a traer paz, sino guerra.b 35 He venido a causar discordia: a poner al hombre contra su padre, a la hija contra su madre y a la nuera contra su suegra; 36 de modo que los enemigos de uno serán sus propios familiares.
37 “El que ama a su padre o a su madre más que a mí, no es digno de mí; el que ama a su hijo o a su hija más que a mí, no es digno de mí; 38 y el que no toma su cruz y me sigue, no es digno de mí. 39 El que trate de salvar su vida, la perderá; en cambio, el que pierda su vida por causa mía, la salvará.
Recompensas
(Mc 9.41)
40 “El que os recibe a vosotros, me recibe a mí; y el que me recibe a mí, recibe al que me envió. 41 El que recibe a un profeta por ser profeta, recibirá la recompensa que merece un profeta; y el que recibe a un justo por ser justo, recibirá la recompensa que merece un justo. 42 Y cualquiera que dé aunque solo sea un vaso de agua fresca al más humilde de mis discípulos por ser mi discípulo, os aseguro que no quedará sin recompensa.”
11
Cuando Jesús terminó de dar instrucciones a sus doce discípulos, se fue de allí a enseñar y anunciar el mensaje en los pueblos de aquella región.

DÍA 14 JULIO  CICLO  -C

Muchos seguían a Jesús, que se presentó como uno más enseñando a la gente. No dijo quién era. Dios, como el amor, es reconocido por los que son capaces de vivir la experiencia de la diferencia.

·       ¡Nada es como Dios!¡Nada es como el amor!

Son sus obras, sus palabras, sus formas de relacionarse, de acercarse, de mirar, de comprender, las que hacen de la Presencia de Dios y del amor, para los que buscan con sincero corazón y los que nunca son tratados en su dignidad, que experimenten su diferencia y vivan su presencia.

·       Dios y el amor son tan iguales, como diferentes, a lo habitual del mundo que, no todos los que buscan poseen las condiciones personales de tener la puerta abierta, o estar en disposición de oír la llamada de Dios y del amor.

La falta de condición adecuada o de disposición impide reconocer a Dios en sus obras y en sus palabras, o la cercanía de quien llega con verdad de amor.

Jesús no hacía distinción a la hora de acercarse o dejar que lo apretujaran, pero no todos podían entender su enseñanza. Demuestra que muchos, por Él dispuesto, necesitan muy poco para vivir en paz e incluso para salvarse.

A sus discípulos les instruía y a los apóstoles les enseñaba con entrega y paciencia, porque tenían que llegar a ser testigos y fundamento del Nuevo Pueblo, que hemos sobrevenido del paganismo; el “Pueblo elegido” no estuvo en condiciones ni en disposición para creer en Él, habiendo sido los primeros en todo.

“No penséis que he venido a la tierra a sembrar paz; 

no he venido a sembrar paz, 

sino espada; es decir, martirio.

Dios no es la causa de las guerras del mundo, pero sí la causa de que tu y yo vivamos en paz con Él, o sintamos la libre indisposición o la falta de condiciones adecuadas para advertir su presencia o su llamada a la puerta.

·    Dios y el amor siguen siendo “Señor” y “virtud” que, aun consintiendo la lucha del hombre contra el hombre, y las negaciones de su Ser, no deja en paz a ninguna alma hasta que descanse en Él.

“Los enemigos de uno serán los de su propia casa” Así fue y así es.

·   El Príncipe de la Paz la ha establecido, pero es desde cada hogar, el tuyo y el mío, donde vivimos la realidad de una falta de convivencia pacífica, por la indiferencia, o la resistencia a la Verdad.

Mantener la creencia de nuestras verdades de fe y de amor, si no coinciden con su Verdad revelada, impide la convivencia en paz en cada hogar.

Este fue el esfuerzo en enseñar a los apóstoles, cerrados a su fe y a su amor, incluso pensando que “lo habían dejado todo”. Nos cuesta mucho dejar la propiedad de lo más íntimo, con la que nos negamos a aceptar otra verdad.

“El que encuentre su vida la perderá”

Abrir la puerta a Dios es vivir en libertad sin límites, para amar dignificando al prójimo y experimentar la Paz del alma; nadie lo puede imaginar si solo piensa a Dios desde su puerta cerrada en la propiedad de su fe y de sus verdades. Así le condenó su Pueblo cerrado a la Verdad.

 Federico Allara 

SANTORAL DEL DÍA

s. Camillo de Lellis, sacerdote, 

fundador de los Ministros de los Enfermos



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