“HA LLEGADO EL REINO DE LOS CIELOS”
Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS
5 minutos en nuestro "día a día"
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Mateo 10,7-15
7 Id y anunciad que el reino de los cielos está cerca.k 8 Sanad a los enfermos, resucitad a los muertos, limpiad de su enfermedad a los leprosos y expulsad a los demonios. Gratis habéis recibido este poder: dadlo gratis. 9 “No llevéis oro ni plata ni cobre 10 ni provisiones para el camino. No llevéis ropa de repuesto ni sandalias ni bastón, pues el obrero tiene derecho a su sustento. 11 “Cuando lleguéis a un pueblo o aldea, buscad a alguien digno de confianza y quedaos en su casa hasta que salgáis de allí. 12 Al entrar en la casa, saludad a los que viven en ella. 13 Si la gente de la casa lo merece, la paz de vuestro saludo quedará en ella; si no lo merece, volverá a vosotros. 14 Y si no os reciben ni quieren escucharos, salid de la casa o del pueblo y sacudíos el polvo de los pies. 15 Os aseguro que en el día del juicio el castigo de ese pueblo será más duro que el de los habitantes de la región de Sodoma y Gomorra. |
DÍA 10 JULIO CICLO C
Hace años, en los pueblos, se vivía muy humilde y humanamente; era noticia cualquier acontecimiento; como la voz de la llegada del afilador o la del vendedor de algún producto casero.
La frase “ha llegado el reino de Dios” debería remover la mente y el corazón, seamos o no creyentes; de hecho, no existe indiferencia ante esta noticia; unos y otros deberíamos interesarnos por la noticia porque, la Verdad de Dios es de mucha trascendencia para todo ser humano.
· La Buena Noticia de que “ha llegado el reino de Dios” nos habla de un Dios único, personal que, siendo el “Otro”, se ha acercado a nuestra tierra, hasta llegar a habitar en nuestro interior.
Esta Buena noticia nos plantea, como repito cada día, la objetividad de la fe, que se concreta en Cristo, el enviado del Padre.
Otros dioses no pueden hablar, ni dar razón de ser, de sí mismos.
Optar por quedarse con estos dioses o aceptar a Dios, revelador de su identidad, es cuestión de nuestra libertad personal ante el Dios personal.
La opción deriva en la actitud, de aceptación o indiferencia, con que podemos leer el Evangelio. Los dioses no hablan de Jesús ni de sus apóstoles.
“Jesús dijo a sus apóstoles:
“Id y proclamad que
ha llegado el reino de los cielos”.
Los “cielos” están en el corazón de los creyentes, que creen, confían y viven, desde su condición humana, como testigos en medio del mundo, de los dichos y hechos que Dios ha realizado, desde la Creación, en Cristo Jesús.
“Curar enfermos, resucitar muertos, limpiar leprosos…”, lo hemos de creer como realidad que Dios ha obrado por la mediación de muchos, que han vivido:
- “Desde la verdad” de su vida confiada a Él y,
- “Desde el mundo espiritual”; siendo real la paz, coexistiendo con la tribulación, no de forma resignada, sino con sentido hallado en Cristo crucificado-resucitado, siendo una manera de resucitar y de vernos limpios.
Empecemos a vivir el “cielo en la tierra”; no revistamos a Dios con el ropaje de nuestras dudas, de nuestras creencias, de nuestras religiosidades y de las ideas propias o ajenas con las que andamos muchas veces disfrazados.
De ahí el consejo de Jesús:
“No os procuréis en la faja oro,
plata o cobre; ni tampoco alforja
para el camino, ni dos túnicas…”
No pensemos que Jesús lo dice sólo para los llamados a una “vocación”.
Es la propia vida, la de todos, la que es llamada a ser vivida con vocación de sentido y, la que nos plantea formas muy diversas de ser vivida.
De estas formas optadas se derivan experiencias de paz, de libertad, de posible convivencia, de verdadero amor y gratitud a Dios, y de amor servicial al prójimo…, o de dependencia, de duda, de indiferencia, de esclavitud…
¡Que Dios os bendiga con su Paz!
Federico Allara
SANTORAL DEL DÍA
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