lunes, 23 de junio de 2025

“SE VA A LLAMAR JUAN” 

 Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS

Fray Federico Allara O.F.M

PALARA DE DIOS

5 minutos en nuestro "día a día"

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Jeremías 1, 4-10

Lucas 1,57-66.8

2. Los nacimientos (1.57–2.52)
Nacimiento de Juan el Bautista
57 Al cumplirse el tiempo en que Isabel había de dar a luz, tuvo un hijo. 58 Sus vecinos y parientes fueron a felicitarla cuando supieron que el Señor había sido tan bueno con ella. 59 A los ocho días llevaron a circuncidar al niño, y querían ponerle el nombre de su padre, Zacarías. 60 Pero la madre dijo:
–No. Tiene que llamarse Juan.
61 Le contestaron:
–No hay nadie en tu familia con ese nombre.
62 Entonces preguntaron por señas al padre del niño, para saber qué nombre quería ponerle. 63 El padre pidió una tabla para escribir, y escribió: “Su nombre es Juan.” Y todos se quedaron admirados. 64 En aquel mismo momento, Zacarías recobró el habla y comenzó a alabar a Dios. 65 Todos los vecinos estaban asombrados, y en toda la región montañosa de Judea se contaba lo sucedido. 66 Cuantos lo oían se preguntaban a sí mismos: “¿Qué llegará a ser este niño?” Porque ciertamente el Señor mostraba su poder en favor de él.
Un día en que al grupo sacerdotal de Zacarías le correspondía el turno de oficiar delante de Dios,

NATIVIDAD DE S. JUAN BAUTISTA. 

Dios obró misericordiosamente con Isabel, que pudo dar a luz un hijo.                                                                                                           

¡Ojalá fuéramos tan sabios como humildes para agradecer la misericordia divina sobre todos y cada uno de nosotros!

Jesús dirá, de este hijo de Isabel y Zacarías, “es el hombre más grande nacido de mujer”

“Las medidas de Dios” no son como las nuestras.

-        Ser grande para el mundo es llegar a tener poder, riqueza, ser más importante que los demás; por más experiencia que tengamos en la vida no pensamos que,  todo esto es paja que se lleva el viento sin dejar rastro

-        Ser grande para Dios es llegar a ser para lo que estamos llamados.

Nuestra vida tiene sentido: hemos sido creados todos por Él para una misión concreta.

¡Cuántos no llegan a poder realizar su misión por impedirlo los demás!

Desde que “el ser humano existe” nos preguntamos  sobre nosotros mismos; el sentido del mal, del dolor, de la muerte, despreciando la filosofía clásica, que llegó a ser casi teología y, hasta podemos negar la Revelación de Dios que, no ha sido sólo de palabras, sino la historia de un Hombre que nos ha dejado, con su Vida Humano-Divina, la respuesta a todos los interrogantes humanos que tenemos. Me duele porque, pensando así, damos la sensación de mucha insensatez.

Somos “seres sedientos buscando fuentes” no aceptando la más cercana; seguimos escribiendo sobre lo mismo negando la Fuente de la Verdad. ¡Cuántas palabras sobran!

Es tiempo de discernir lo esencial para no perder el tiempo, que es oro, en diálogos que, no llevan a ninguna fuente cuando el corazón desea permanecer en su vejez de pensamientos resistiéndonos a abrirnos a la Buena noticia, no sólo de Dios en Cristo, sino a la de tantos testigos que, han sellado su fe con su vida por la Verdad esencialmente diferenciada.

Negar a Dios es negar a millones de seres humanos, que nos siguen amando.

“Juan es su nombre”

Si María fue la llena de Gracia, Juan significa estar lleno de la Gracia de Dios, en su medida y para su propia misión.

Los humanos nos sorprendemos por cualquier cosa y deducimos lo que nos parece según la percepción personal de los hechos.

¡Cuánto nos debería sorprender la Vida concreta e histórica de Jesús!

“¿Qué será de este niño? 

Porque la mano del Señor estaba con él”

La vida de Juan Bautista no nos sorprende; precursor de Jesús tenía que seguir los pasos.

¿Qué fue, humanamente hablando, la Vida de Jesús?

No siempre somos capaces de ver lo que hay “de verdad” en muchas vidas humanas, que viven en el desierto aunque estén en medio de la civilización. ¡Cuántas son un aparente fracaso humano siendo luces en la oscuridad!

Saben “ver” quienes no dejan que, el polvo llene de motas sus ojos.

Del fracaso de Jesús, muerto en Cruz, y de Juan ofreciendo su cabeza por la sinrazón de un vivir sinsentido, Dios ha hecho la Fuente de salvación para los que quieren creer y, adherirse a Él en medio de un mundo obstinado en la guerra, el odio y la venganza, que nos llevan a la muerte.                

Federico  Allara


SAN JUAN BAUTISTA 

PROFETA PRECURSOR






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