sábado, 21 de junio de 2025

NADIE PUEDE SERVIR A DOS SEÑORES

 Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS

Fray Federico Allara O.F.M

PALABRA DE DIOS

5 minutos en nuestro "día a día"

(Haz Clic en los textos para leer y orar

2 Corintios 12, 1-10

Mateo 6,24-34

Dios y las riquezas
(Lc 16.13)
24 “Nadie puede servir a dos amos, porque odiará a uno y querrá al otro, o será fiel a uno y despreciará al otro. No se puede servir a Dios y al dinero.
Dios cuida de sus hijos
(Lc 12.22-31)
25 “Por tanto, os digo: No estéis preocupados por lo que habéis de comer o beber para vivir, ni por la ropa con que habéis de cubrir vuestro cuerpo. ¿No vale la vida más que la comida y el cuerpo más que la ropa? 26 Mirad las aves que vuelan por el cielo: ni siembran ni siegan ni almacenan en graneros la cosecha; sin embargo, vuestro Padre que está en el cielo les da de comer. Pues bien, ¿acaso no valéis vosotros más que las aves? 27 Y de todos modos, por mucho que uno se preocupe, ¿Cómo podrá prolongar su vida ni siquiera una hora?
28 “¿Y por qué estar preocupados por la ropa? Mirad cómo crecen los lirios del campo: no trabajan ni hilan. 29 Sin embargo, os digo que ni aun el rey Salomón, con todo su lujo, se vestía como uno de ellos. 30 Pues si Dios viste así a la hierba, que hoy está en el campo y mañana se quema en el horno, ¿no os vestirá con mayor razón a vosotros, gente falta de fe? 31 No estéis, pues, preocupados y preguntándoos: ‘¿Qué vamos a comer?’ o ‘¿Qué vamos a beber?’ o ‘¿Con qué nos vamos a vestir?’ 32 Los que no conocen a Dios se preocupan por todas esas cosas, pero vosotros tenéis un Padre celestial que ya sabe que las necesitáis. 33 Por lo tanto, buscad primeramente el reino de los cielos y el hacer lo que es justo delante de Dios, y todas esas cosas se os darán por añadidura. 34 No estéis, pues, preocupados por el día de mañana, porque mañana ya habrá tiempo de preocuparse. A cada día le basta con sus propios problemas.

DÍA 21 JUNIO  CICLO  -C

Servir es un verbo muy humano. Quien no vive en estado de servicio no está capacitado para convivir. Si adoptamos una actitud que, ante lo que “vemos que hay que hacer”, “nos retraemos y no lo hacemos”, sabiendo que el otro lo hará, “no estamos capacitados para una buena convivencia”.

·       ¿Cómo entender la frase de Jesús?

Discerniendo el concepto de servir.

En sentido amplio la vida es un constate y permanente servicio.

 Desde “estar en casa” a “cualquier profesión” estamos sirviendo si somos conscientes de lo que es una vida familiar o una profesión; estamos en común relación de trabajo familiar o profesional sirviéndonos mutuamente.

Jesús siempre va más lejos; relaciona servir con amar para discernir su frase:

“Nadie puede servir a dos señores”

No somos esclavos, pero servidores. Lo que nos compromete en trabajo, en vida familiar, social y religiosa, nos exige ser servidores de lo que optamos; y nos impide servir a lo que pueda ser contrario a la verdad optada.

La globalización de la indiferencia es la que da la falsa creencia al ser humano indefinido de poder servir a dos señores”; la realidad nos dice que, no se puede ser socio de dos clubs competitivos, ni de dos partidos políticos, ni de varios conceptos de vida de fe, porque se dedicará al primero y no se hará caso del segundo.

Los seres humanos nos creemos poderosos hasta para lo imposible, cuando en principio sólo podemos servir a un señor.

“No podéis servir a Dios y al dinero”

·    Jesús concreta porque nos quiere libres y, no hay mayor medio que abra al paréntesis a un máximo de esclavitudes que el dinero.

Esclaviza a quienes sirven al dinero como su señor y, mucho más, a todos los que el mundo hace esclavos de los que tienen el poder del dinero.

Las guerras, las injusticias y toda clase de corrupción no son el fruto de querer servir a dos señores, sino el de ser esclavos de un señor.

Podemos ser muy buenos profesionales, pero si nos domina el dinero o el poder no advertiremos al prójimo y no lo serviremos; el poder o el deseo de poseer nos pueden cegar y no ver lo que hacemos con el prójimo, que siempre es pobre cuando necesita del servicio de los demás.

No estéis agobiados por vuestra vida”

Una cosa es creer en la Providencia divina y otra es ser providencialistas.

Una persona sana, con fe o sin ella, contribuye al bien social del prójimo; quien es esclavo del poder, del dinero, nunca lo hace.  

Millones de seres humanos viven agobiados, aunque crean y confíen en Dios, porque el mundo es indiferente a su sufrimiento y a percibir el dolor de la inseguridad, el de su pobreza y el de su miseria.

“A cada día le basta su desgracia”

Dios providente es también justo; sabe que algunos viven cada día en desgracia, porque no tienen otros medios para salir de ella.

¡Triste ver cómo olvidamos el dolor ajeno, mientras “ellos” lo soportan!

El poder y el dinero no son compatibles con el Evangelio.                       

Federico Allara 


SANTORAL DEL DÍA

s. Luis Gonzaga, jesuita, 

patrón de la juventud católica


NO OS PREOCUPÉIS





No hay comentarios: