“EL PADRE, QUE VE EN LO ESCONDIDO, TE RECOMPENSARÁ”
Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS
5 minutos en nuestro "día a día"
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2 Corintios 9,6-11 |
Mateo 6,1-6.16-18
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DÍA 18 JUNIO CICLO -C
·
Quien
piense que aceptar el don de la fe es fácil, y cómodo para la
vida, se equivoca.
No es fácil seguir las
huellas de Jesús,
que no se conforma con que seamos buenos, sino que, aceptemos al Padre por su
mediación; ello supone
conocer, creer y amar al Dios revelado.
Os lo comento muchas veces.
Desde
que María dijo “Sí”,
para Ella y para todos los que creemos en Jesús, la Presencia de Dios y Hombre verdadero entre nosotros ha supuesto lo que le dijo el profeta Simeón: “Será una bandera discutida” y
sus consecuencias.
Esperar una recompensa no significa
acomodarnos a una vida indiferente a la realidad; como verdaderos
creyentes debemos vivir en medio del mundo amando siendo creadores
de paz y bien, sin distinción, buscando la propia medida de perfección
antes que juzgar o pretender cambiar al prójimo.
Cada
uno de nosotros somos responsables
de los bienes que recibimos gratuitamente de Dios por mediaciones
humanas.
“Cuidad de practicar vuestra justicia
delante de los hombres,
para ser vistos por ellos”
No dice que amemos, sino que practiquemos
la justicia; pues, antes que el amor está la justicia.
Si todos, empezando por los que tienen poder y medios, practicáramos la justicia no existiría
el hambre, la guerra, el odio, la venganza, ni el afán del poder, ni la “globalización
de la indiferencia”, como dijo el Papa Francisco.
Si actuamos para ser vistos, donde está nuestra vida, es signo de vanidad; buscamos el aplauso como inmortalidad;
por esto dice Jesús que, no nos contentemos con esta absurda
recompensa sin esperar nada de Dios porque, “Dios nos recompensará”
No queramos ser reconocidos, “ser honrados por la gente” que nos ve actuar; esta forma de relación, más bien nos crea enemigos y parcialidad de
amigos.
“Cuando hagas limosna…, cuando oréis…,
no seáis como los hipócritas…
Dios ve en lo
escondido”
El
problema surge cuando queremos dar razones del Dios que “ve en lo escondido”; porque
una cosa es que, sea Él quien ve, y
otra que, seamos nosotros quienes lo escondemos
por desconocido.
“Tú, cuando ores, entra en tu cuarto,
cierra la puerta y ora a tu Padre,
que ve en lo escondido”
“Entrar en el cuarto y
cerrar la puerta” no es vivir la fe a escondidas y a
nuestra manera porque, el Don de
haber venido Dios al mundo es para ir,
a todas las naciones, con el testimonio de la fe en la Buena Noticia de Cristo
resucitado, para Bien de toda la Humanidad.
A Jesús no le sirven los que se avergüenzan
de Él, ni nos sirve a nosotros.
Quien
ama vive el amor para que lo reciban sus amados abiertamente.
Entender mal lo de cerrar la puerta es
una manera sutil de negar a Jesús.
“Tu Padre, que ve en lo escondido,
te recompensará”
Esperar
de Dios,
y saber agradecer todo bien recibido de nuestro prójimo, es una forma de dar testimonio de nuestra fe.
Federico
Allara
SANTORAL DEL DÍA
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