"¿QUÉ SIGNIFICA ESE “POCO”?
Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS
PALABRA DE DIOS
5 minutos en nuestro "día a día"
(Haz Clic en los textos para leer y orar)
Hechos 18, 1-8
Juan 16,16-20
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DÍA 29 MAYO CICLO -C
En Hechos
17,15,22-16,1,
de las lecturas de ayer, nos explica la situación vivida por S.
Pablo en el Areópago. Le escuchaban con gusto hasta que nombró la palabra resurrección; “unos se reían, otros se fueron y otros le
dijeron que le escucharían otro día”.
Resucitar no es volver a la
vida, sino no volver a morir jamás; es creer
en un destino eterno.
Es
de tal magnitud para la razón que, aun teniendo todos el
sentimiento de ser inmortales, no como deseo de un prestigio, sino el de no
querer morir, siendo tan hermana
la muerte que nos acompaña como sombra, incluso siendo creyentes del
Resucitado, el mismo sentimiento y
la misma fe nos contradice.
Es
tan único,
como cierto, el Hecho de Cristo muerto y resucitado que, no dejan de pasar por la mente sombras, las cuales no
desdicen la fe y el amor a Jesús pero
sí demuestran que, la Resurrección
sólo es creída desde la aceptación del don de la fe porque, solo Jesús ha resucitado.
Quien
diga que tiene clara la inmortalidad,
sea creyente o no, no digo que mienta, porque sería un insulto; me es más
fácil creer en Jesús que, a quien dice que tiene claro su futuro inmortal.
“Dentro de poco ya no me veréis,
y dentro de poco me volveréis a ver”
Para poder entender a Jesús y creerle, tenemos
que aceptar el don de la fe.
·
Jesús hablaba continuamente del Padre, y los discípulos le dicen:
“Y eso de, “¿me voy al
Padre?”
· Jesús fue quien revolucionó la fe de los sabios
y entendidos sin quebrarla ni romperla en lo esencial.
Lo revolucionario fue identificar
a Dios y, desde esta novedad maravillosa de
conocer a Dios como Padre, pasar de la Ley al Amor cumpliendo las
Escrituras.
· Jesús sigue siendo hoy revolucionario en
la fe, porque siguen sin entenderle también hoy los sabios y entendidos.
Nada, que sea sólo nuestro, puede equiparse a lo que Dios nos da en Cristo Jesús en la fe.
“Ese poco” era el tiempo entre su Muerte de Cruz y su regreso
Resucitado.
No era su lenguaje como quien juega a no
hablar claro; eran los discípulos quienes no estaban en buena
disposición, ni tenían el Espíritu prometido para entenderle.
Ahora somos nosotros quienes podemos
interpretar sus palabras a nuestra manera; en lo esencial no cabe otra interpretación que, la que Jesús les daba a sus discípulos, “en
su noche”.
“En verdad, en verdad os digo:
vosotros lloraréis y os lamentaréis,
mientras el mundo estará alegre”
·
Jesús habla que dejarían de verle cuando muriera y fuese
sepultado.
“Vosotros estaréis tristes,
pero vuestra tristeza se convertirá en alegría”
La alegría fue verle resucitado; creído y testimoniado, sin temor,
no lo fue hasta que
recibieron el Espíritu Santo.
Federico
Allara
SANTORAL DEL DÍA
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