ESTE LENGUAJE ES DURO.
¿QUIÉN PUEDE HACERLE CASO?
Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS
PALABRA DE DIOS
5 minutos en nuestro "día a día"
(Haz Clic en los textos para leer y orar)
Hechos 9, 1-20 |
Juan 6,60-69
DÍA 10 MAYO CICLO -C
· El lenguaje de Jesús no fue nunca duro.
Lo entendieron los pobres, los marginados por los letrados y fariseos, los
pecadores, los enfermos….
·
El
lenguaje de Jesús es duro cuando se presenta delante diciéndonos que es Dios;
ayer en su Humanidad y hoy bajo las especies de pan y vino, que no son más que la
realidad que se sucede desde la
Presencia física de ayer a la resucitada de hoy, de la manera más sencilla pero real.
Hoy
soportamos los lenguajes duros de leyes inmorales, de toda clase de violencia
de poder, de la injusticia y el insulto como habito…
Sólo
es duro el lenguaje religioso; cuando, en realidad, el lenguaje de Cristo
Jesús nos revela la Verdad; eso sí, sólo
inteligible desde la verdadera fe.
“¿Esto os escandaliza?”
Escandaliza a la razón, que libremente se queda en lo que ella
considera razonable para ser creído, considerando innecesaria la revelación de Cristo.
“Desde entonces, muchos suyos
se echaron atrás
y no volvieron a
ir con Él”
Es mejor el abandono que cualquier arreglo
religioso; porque quien abandona
puede que, la nostalgia de haber visto las obras y escuchado las
palabras, hagan posible el regreso;
pero quien se acomoda no siente
la nostalgia de haber sido amado, ni usa la memoria para revivir el bien,
si ha llegado a conocerlo, y poco a poco le sigue el olvido, que dificulta cualquier
modo de regreso.
Jesús, hombre libre que vino a liberar, les
dijo a los discípulos:
“¿También vosotros
queréis marcharos?”
·
Lo peor de un hogar es una coexistencia, que impide la convivencia, desde la singularidad, desde un mal concepto de
libertad, de fidelidad y de amor.
Este es uno de los momentos de la Iglesia.
Unos sentándonos en la Mesa y otros alejados de ella, pero pensando que
convivimos en unidad de fe.
La
referencia no es nuestra conciencia, sino Cristo;
ni las leyes, ni la vida de cada uno, ni el juicio de los otros según
nuestro parecer, sino siempre Cristo.
No es nuestra vida personal la que revela el seguimiento
o no de Cristo, sino la
verdad de vida relacionada con su Verdad y su Mandato, que
implica el amor y el perdón a todos, la unidad desde su Amor y aceptar
que sea Él quien, ayer alimentaba a sus discípulos con su Palabra y su
Presencia y hoy la alimenta con su
Cuerpo espiritual resucitado.
No justifiquemos nuestra incapacidad; Dios ha llegado hasta nuestro hogar para poder
ser identificado; razón por la que nos ha creado.
“Señor, ¿a quién vamos a ir?
Tú tienes palabras de vida eterna”
Nunca quedamos sin ir a alguna parte. Todos buscamos donde refugiarnos; pero
no es hogar cualquier estancia. Se
necesita poco para vivir, pero este poco ha de ser real; ¡triste e insoportable es vivir sin techo y sin hogar!
“Vida eterna es creer
en
quien ha sido enviado”
No hay que esperar la muerte para vivir lo
eterno. Cristo resucitó para que sea vivido en el tiempo. La esperanza se funda en la Verdad.
Federico Allara
SANTORAL DEL DÍA
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