martes, 29 de abril de 2025

“TANTO AMÓ DIOS AL MUNDO

Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS

Fray Federico Allara O.F.M

PALABRA DE DIOS

5 minutos en nuestro "día a día"

(Haz Clic en los textos para leer y orar)

Hechos 5, 17-28

Juan 3,16-21

El amor de Dios al mundo
16 “Tanto amó Dios al mundo, que dio a su Hijo único, para que todo aquel que cree en él no muera, sino que tenga vida eterna. 17 Porque Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para salvarlo.
18 “El que cree en el Hijo de Dios no está condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado por no creer en el Hijo único de Dios. 19 Los que no creen ya han sido condenados, pues, como hacían cosas malas, cuando la luz vino al mundo prefirieron la oscuridad a la luz. 20 Todos los que hacen lo malo odian la luz, y no se acercan a ella para que no se descubra lo que están haciendo. 21 Pero los que viven conforme a la verdad, se acercan a la luz para que se vea que sus acciones están de acuerdo con la voluntad de Dios.”

DÍA 30 ABRIL  CICLO  -C

Todo escrito, que sea para bien, es importante leerlo palabra por palabra, y hasta detenernos en alguna de ellas, para demostrar que escuchamos, lo entendemos y agradecemos lo escrito y lo recibido.

La Palabra de Dios es noticia siempre nueva; pero no es el periódico, que ojeamos cada día la parte que nos complace y dejamos de lado todo lo demás. Hacer esto con la Palabra de Dios o con el medio por el que nos puede llegar, es demostrar el mismo interés que la noticia relativa de un medio de comunicación.

El texto de hoy comienza diciéndonos que, Dios amó tanto al mundo

Ø En principio nos dice que, un Dios, que no sea persona no podemos decir que sea capaz de amar. Sólo amamos las personas, y no es nada fácil lograrlo.

Ø En segundo lugar asentimos que Dios es Amor; no es cualquier ser que nos imaginamos que ama.

Que Dios ame no es de sentido común; quiere decir que lo conocemos porque aceptamos que se ha revelado amando.

·       En tercer lugar nos dice el texto que, 

“Tanto amó Dios al mundo 

que entregó a su Hijo”

El mundo, desde la fe, es lo que discrepa totalmente del pensar, decir y hacer de Dios; es decir, que “Dios ama al enemigo”.

No es suficiente quedarnos con esta frase para ver que, “estamos leyendo” sobre un Dios que, no depende de nuestra manera de pensar y sentir porque, si la muestra de amar es entregar a su Unigénito quiere decir que, Dios es Padre.

Si leemos despacio la Palabra de Dios veremos cómo nos va introduciendo en la fe o, decidimos,  libremente, no querer avanzar en su enseñanza.

·       ¿Por qué y para qué nos ha dado, Dios Padre, a su Hijo Unigénito?

“No para juzgar el mundo, 

sino para que el mundo se salve por Él”

·       Hay dos palabras más que se deben analizar: 

“Perecer” y “tener vida eterna

Estas palabras nos plantean el interrogante de la inmortalidad.

No hay ser humano que esté en sus cabales que desee morir para siempre; lo cual nos plantea la trascendencia de la vida ante un hecho que supera nuestra capacidad de poder, de deseo y de realidad.

No es desde el interrogante de la trascendencia el hecho de creer en Dios, como si la fe y Dios fueran un acto de razón o de sentimiento humano.

·       Dios no es el fruto de un temor o de un deseo. ¡DIOS ES EL QUE ES!

·       Dios es quien nos ofrece la fe para poder decir que se cree en Él.

“El que cree en Él no será juzgado”

Siguiendo su lectura escuchamos que, este es nuestro propio juicio.

La lógica de lo que sigue el texto es clara:

·       Creer es no ser juzgado al aceptar la gratuidad del don de saber que Dios existe.

·       No creer es ya estar juzgado, por preferir las propias tinieblas -lo que cada uno antepone al don de Dios-.

“La Luz vino al mundo, pero 

su Pueblo prefirió las tinieblas”

 Federico  Allara

SANTORAL DEL DÍA

s. Pio V, papa


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