jueves, 3 de abril de 2025

 "EL MESÍAS, CUANDO LLEGUE, 

NADIE SABRÁ DE DÓNDE VIENE"

Meditación-Oración de la PALABRA DE DIOS

Fray Federico Allara O.F.M

PALABRA DE DIOS

5 minutos en nuestro "día a día"

(Clic en los textos para leer)

Juan 7,1-2.25-30

Jesús, rechazado por su propio pueblo 
Los hermanos de Jesús no creían en él
7
Algún tiempo después andaba Jesús por la región de Galilea, pues no quería seguir en Judea porque los judíos lo buscaban para matarlo. Pero como se acercaba la fiesta de las Enramadas, una de las fiestas de los judíos...
El origen de Jesús
25 Algunos de los que vivían en Jerusalén empezaron entonces a preguntar:
–¿No es a este a quien andan buscando para matarle? 26 Pues ahí está, hablando en público, y nadie le dice nada. ¿Será que verdaderamente las autoridades creen que este hombre es el Mesías? 27 Pero nosotros sabemos de dónde viene; en cambio, cuando venga el Mesías, nadie sabrá de dónde viene.
28 Al oir esto, Jesús, que estaba enseñando en el templo, dijo con voz fuerte:
–¡Así que vosotros me conocéis y sabéis de dónde vengo! Pues yo no he venido por mi propia cuenta, sino enviado por aquel que es digno de confianza y a quien vosotros no conocéis. 29 Yo le conozco, porque vengo de él y él me ha enviado.
30 Entonces quisieron apresarle, pero nadie le echó mano porque todavía no había llegado su hora.


DIA 4 ABRIL  CICLO  -C

Dios nos lo pone todo muy fácil; somos nosotros quienes nos empeñamos en hacer compleja su revelación dejándonos llevar de la sola razón o de los sentimientos; la inteligencia la tenemos para buscar y hallar la verdad, que la razón puede conseguir aunque no llegue a la luz que da la aceptación de la fe; una muestra de la lógica de la razón la tenemos en la filosofía clásica, donde tantos filósofos han llegado a un pensar teológico.

·       Nos lo pone fácil porque su revelación no es solo la de interrogarnos ante el Universo y ante un Pueblo de esclavos que nos narra su liberación, sino que el mismo Dios ha llegado a hacerse uno entre nosotros.

·       Lo difícil no está en Dios, sino en nuestra condición humana, tanto de creyentes, su mismo Pueblo que defiende a Dios, lo niega en Cristo, como de creyentes religiosos, que lo son de otras Religiones o de concebir y creer en Dios a su manera de entenderlo, como de quienes, en su lógica, no creen en su existencia.

Pienso que algunos pondrán dificultad a lo que yo llamo fácil y al porqué de lo difícil; y lo veo lógico, pero es razonable si aceptan, precisamente, la condición de creyente, que no es aceptar sin más el Misterio de Amor, y que las dificultades son nuestras.

El texto de hoy nos lo demuestra.

Jesús fue un ser humano que causaba impacto; al mismo tiempo que, suscitaba una atracción en todos, en los letrados y conocedores de la Ley les causaba contradicción, no por culpa de Jesús, de quien aceptaron que no hizo nada malo, que todo lo hizo bien pero, en lugar de interrogarse y de escuchar, se respondían con la Ley y rechazaban su forma de dialogar, que era con la realidad del amor de su vida.

“¿No es este el que intentan matar?”

Esto lo decía el Pueblo que escuchaba a Jesús y contemplaba a los jefes.

“¿Será que los jefes se han convencido de que este es el Mesías?”

·       Lo fácil lo tenían todos delante, como lo tenemos nosotros.

·       Lo difícil es creer saber desde el no saber.

“Pero este sabemos de dónde viene, 

mientras que el Mesías,

cuando llegue, nadie sabrá de dónde viene”

El problema de la dificultad viene desde un hombre, Natanael, de quien dijo Jesús:

Ahí tenéis a un israelita de veras, a un hombre sin falsedad”. Respondió a Felipe:

¿De Nazaret puede salir algo bueno?

-          A mí me conocéis, y conocéis de dónde vengo.

Sabemos mucho de Jesús, pero no desde conocer y creer en las Escrituras.

Se escuchan muchas voces, pero poco se conoce y se sabe de los testigos.

Es a la fe a la que ponemos dificultades y, sin embargo, somos muy creyentes de lo que se nos dice de otras materias que son de menos trascendencia para la vida.

Afirmo que Dios nos lo ha puesto fácil y que más no puede hacer para mover nuestro corazón a la fe; nosotros somos la complejidad.

 F. Allara


SANTORAL DEL DÍA

s. Isidro, obispo de Sevilla y 

doctor de la Iglesia



EL QUE MUERE POR MI





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